En China los desayunos nunca se acompañan de leche o queso. En el país asiático las familias acostumbran a reemplazarlos por productos hechos a base de semilla de soja que, ahora, tras dos milenios de historia, comienzan a ponerse de moda entre los vegetarianos.
El producto estrella es el tofu. Esta palabra fue utilizada por primera vez en 1182 en Japón, donde también se le conoce como "shiro" o "kabe". Sin embargo, sus orígenes se remontan a la antigua China, durante el siglo II a.c., y su creación fue probablemente accidental.
Desde entonces, los chinos consideran a la soja como uno de sus cinco granos esenciales y sagrados, junto al arroz, el trigo, la cebada y el mijo. El tofu, que etimológicamente significa "cuajada de soja", es un producto fresco similar al queso pero que se obtiene después de cuajar la leche de soja.
Sin embargo, en un sentido más amplio, el tofu se refiere a una familia entera de alimentos que se derivan de éste como el tofu frito, el tofu prensado, el queso de soja a la plancha o ahumado, el tofu congelado y otros más de 40 productos que en China y en toda Asia tienen mucha más importancia que la carne o la leche.
Durante más de dos mil años, los chinos han comido tofu como un alimento diario. La cultura del queso de soja se basa en la nutrición, ya que está compuesto de proteínas y nada de colesterol, y en la apariencia captada por los sentidos y su permeabilidad para absorber sabores de otros alimentos, ya que es incoloro, inodoro e insípido.
Además, cada uno de los platos hechos con tofu tiene una interesante historia. El "Mapo tofu", por ejemplo, el plato más famoso de la provincia suroccidental de Sichuan, fue inventado de manera accidental durante la dinastía Qing (1644-1911) cuando a una mujer llamada Wen Qiaoqiao se le ocurrió guisar carne picada y queso de soja junto con una abundante ración de chile picante.
BUEN PRECIO. El plato gustó a todos sus vecinos y resultó ser un buen negocio no solo por su agradable sabor, sino también por lo asequible de su precio, características que lo mantienen como uno de los platos más famosos de China.
Pero además del "Mapo tofu", la cocina China tiene entre sus platos hechos con este alimento al popular "Chou doufu" o tofu maloliente, cuyas raíces también se remontan a la dinastía Qing, cuando Wang Zhihe, un joven de la provincia de Anhui, al este del país, probó el queso de soja que olvidó durante meses en un frasco y descubrió que tenía buen sabor.
El joven Wang, que había llegado a Pekín para pasar los exámenes imperiales de mandarín de la corte, tras probar el contenido del frasco, decidió poner una tienda de tofu y olvidarse de su carrera oficial.
El queso, que preservó con sal y ceniza espinosa china (unión de las cenizas cinco especias aromáticas) tras haber sido guardado por meses, tenía un color verde oscuro y una vez abierto el frasco olía muy mal, pero como era agradable al paladar, pronto se hizo famoso y llegó a formar parte del menú imperial de los Qing y, con los años, se popularizó.
En 1949, el gobierno municipal de Pekín reunió a los productores locales de tofu y fundó la fábrica de queso de soja maloliente "Wang Zhihe", actualmente la marca más conocida de tofu maloliente, uno de los olores característicos en las calles de China, ya que en muchos puestos callejeros se cocina a la barbacoa y se sirve en forma de pinchos.
Entre esta variedad de tofu fermentado se incluyen el fermentado de rosas o el picante, variedades que pueden verse en el museo de la compañía "Wang Zhihe", abierto el pasado año.
PARTE DE LA LEYENDA. El tofu, ingrediente por excelencia en la cadena alimenticia china, es además uno de los productos por excelencia durante el año nuevo lunar como parte de la leyenda china, que dice que en el primer día del calendario lunar (a finales de enero o principios de febrero) y a través de la preparación de varios platos hechos con tofu, el emperador del cielo reporta al Dios de la Cocina el comportamiento anual de todas las familias.
Según la leyenda, durante la víspera de año nuevo, el Emperador del Cielo ( CIEL3.SA - noticias ) desciende sobre el mundo terrenal y visita todos los hogares. Las familias, por su parte, le dan la bienvenida haciendo diversos platos de tofu, palabra que además en mandarín es homófona de "suerte inicial" o "buen augurio".
Como alimento, el tofu es además una excelente fuente de proteínas vegetales: media taza de queso de soja crudo contiene 94 calorías, mientras que 100 gramos de ternera tienen 331 calorías, media taza de leche 60 y cien gramos de queso 320.
A pesar de sus cualidades alimenticias, este alimento no fue conocido en el mundo occidental hasta 1603, con la edición de un primer diccionario de lenguas asiáticas editado en Europa, y fue el misionero dominico español destinado en China Domingo Fernández de Navarrete quien primera vez lo mencionó en la lengua de Cervantes en su obra "Colección de Viajes", publicada en 1665.
Su producción fuera de las fronteras asiáticas tardó dos siglos más en producirse, en concreto en Francia y en 1880, aunque sin objetivos comerciales.
Actualmente, China continúa produciendo semilla de soja, pero ya que su producción no logra abastecer su enorme demanda, países como Argentina, primer exportador mundial de este bien, con un 55 por ciento del mercado global, y Brasil, exportan soja y aceite de soja al gigante asiático.
FUENTE:
El producto estrella es el tofu. Esta palabra fue utilizada por primera vez en 1182 en Japón, donde también se le conoce como "shiro" o "kabe". Sin embargo, sus orígenes se remontan a la antigua China, durante el siglo II a.c., y su creación fue probablemente accidental.
Desde entonces, los chinos consideran a la soja como uno de sus cinco granos esenciales y sagrados, junto al arroz, el trigo, la cebada y el mijo. El tofu, que etimológicamente significa "cuajada de soja", es un producto fresco similar al queso pero que se obtiene después de cuajar la leche de soja.
Sin embargo, en un sentido más amplio, el tofu se refiere a una familia entera de alimentos que se derivan de éste como el tofu frito, el tofu prensado, el queso de soja a la plancha o ahumado, el tofu congelado y otros más de 40 productos que en China y en toda Asia tienen mucha más importancia que la carne o la leche.
Durante más de dos mil años, los chinos han comido tofu como un alimento diario. La cultura del queso de soja se basa en la nutrición, ya que está compuesto de proteínas y nada de colesterol, y en la apariencia captada por los sentidos y su permeabilidad para absorber sabores de otros alimentos, ya que es incoloro, inodoro e insípido.
Además, cada uno de los platos hechos con tofu tiene una interesante historia. El "Mapo tofu", por ejemplo, el plato más famoso de la provincia suroccidental de Sichuan, fue inventado de manera accidental durante la dinastía Qing (1644-1911) cuando a una mujer llamada Wen Qiaoqiao se le ocurrió guisar carne picada y queso de soja junto con una abundante ración de chile picante.
BUEN PRECIO. El plato gustó a todos sus vecinos y resultó ser un buen negocio no solo por su agradable sabor, sino también por lo asequible de su precio, características que lo mantienen como uno de los platos más famosos de China.
Pero además del "Mapo tofu", la cocina China tiene entre sus platos hechos con este alimento al popular "Chou doufu" o tofu maloliente, cuyas raíces también se remontan a la dinastía Qing, cuando Wang Zhihe, un joven de la provincia de Anhui, al este del país, probó el queso de soja que olvidó durante meses en un frasco y descubrió que tenía buen sabor.
El joven Wang, que había llegado a Pekín para pasar los exámenes imperiales de mandarín de la corte, tras probar el contenido del frasco, decidió poner una tienda de tofu y olvidarse de su carrera oficial.
El queso, que preservó con sal y ceniza espinosa china (unión de las cenizas cinco especias aromáticas) tras haber sido guardado por meses, tenía un color verde oscuro y una vez abierto el frasco olía muy mal, pero como era agradable al paladar, pronto se hizo famoso y llegó a formar parte del menú imperial de los Qing y, con los años, se popularizó.
En 1949, el gobierno municipal de Pekín reunió a los productores locales de tofu y fundó la fábrica de queso de soja maloliente "Wang Zhihe", actualmente la marca más conocida de tofu maloliente, uno de los olores característicos en las calles de China, ya que en muchos puestos callejeros se cocina a la barbacoa y se sirve en forma de pinchos.
Entre esta variedad de tofu fermentado se incluyen el fermentado de rosas o el picante, variedades que pueden verse en el museo de la compañía "Wang Zhihe", abierto el pasado año.
PARTE DE LA LEYENDA. El tofu, ingrediente por excelencia en la cadena alimenticia china, es además uno de los productos por excelencia durante el año nuevo lunar como parte de la leyenda china, que dice que en el primer día del calendario lunar (a finales de enero o principios de febrero) y a través de la preparación de varios platos hechos con tofu, el emperador del cielo reporta al Dios de la Cocina el comportamiento anual de todas las familias.
Según la leyenda, durante la víspera de año nuevo, el Emperador del Cielo ( CIEL3.SA - noticias ) desciende sobre el mundo terrenal y visita todos los hogares. Las familias, por su parte, le dan la bienvenida haciendo diversos platos de tofu, palabra que además en mandarín es homófona de "suerte inicial" o "buen augurio".
Como alimento, el tofu es además una excelente fuente de proteínas vegetales: media taza de queso de soja crudo contiene 94 calorías, mientras que 100 gramos de ternera tienen 331 calorías, media taza de leche 60 y cien gramos de queso 320.
A pesar de sus cualidades alimenticias, este alimento no fue conocido en el mundo occidental hasta 1603, con la edición de un primer diccionario de lenguas asiáticas editado en Europa, y fue el misionero dominico español destinado en China Domingo Fernández de Navarrete quien primera vez lo mencionó en la lengua de Cervantes en su obra "Colección de Viajes", publicada en 1665.
Su producción fuera de las fronteras asiáticas tardó dos siglos más en producirse, en concreto en Francia y en 1880, aunque sin objetivos comerciales.
Actualmente, China continúa produciendo semilla de soja, pero ya que su producción no logra abastecer su enorme demanda, países como Argentina, primer exportador mundial de este bien, con un 55 por ciento del mercado global, y Brasil, exportan soja y aceite de soja al gigante asiático.
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