MÓNICA RUSSOMANNO
El bicharraco pasó la noche bien, con mi mamá
le dimos de comer con unajeringa y está saludable
y tratando de revolotear por la jaula.
Parece que no es paloma ni torcaza, sino un bicho
nomás. Gorrión tampoco, elefante no,no tiene trompa.
Capaz salga un cóndor, quién sabe. Todo indica
camélido,atendiendo a las abundantes deposiciones.
Sólo para molestar, no dijo ni un pío revelador. Silencio
de radio.
En fin, que hasta ahora la historia viene con final feliz.
Ojalá, una se cansa de que el destino parezca barajar las
cartas con intención y sapiencia, pero después nos deje con
la derrota y la desilusión. Ya que va a ser mágico, que
concluya con el animalito volando grandecito y feliz,
libre por los porahíses.
(c) Mónica Russomanno.
russomannomonica@hotmail.com
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