Preguntas frecuentes:
El término “Holocausto” se refiere
al período comprendido entre el 30 de enero de 1933, fecha en que Hitler es
nombrado canciller de Alemania, hasta el 8 de mayo de 1945, cuando finaliza la
guerra en Europa.
A la persecución y aniquilación
sistemática, auspiciada por el estado, de los judíos europeos por parte de la
Alemania nazi y de sus colaboradores entre 1933 y 1945. Los judíos fueron las
víctimas principales, pero no las únicas. También los romas y sintis
(gitanos), las personas con discapacidades físicas y mentales y los polacos
fueron objeto de aniquilación por pertenecer a una etnia o nacionalidad
definidas como inferiores. Otros tantos millones de personas, entre ellos,
homosexuales, testigos de Jehová, prisioneros de guerra soviéticos y disidentes
políticos también fueron víctimas de opresión y muerte en la Alemania nazi.
La palabra holocausto proviene del
griego antiguo: olos, que significa “todo” y kaustos o kautos, que significa
“quemado”. Este término puede referirse a una ofrenda ofrecida en sacrificio y
consumida totalmente por el fuego, o a una gran destrucción de la vida,
especialmente con fuego. La palabra con el significado de una ofrenda que es
quemada en sacrificio aparece frecuentemente en escritos religiosos a lo largo
de los siglos, particularmente en las descripciones de rituales que incluían
sacrificios con fuego. En los escritos seculares, holocausto normalmente
significa “destrucción completa o total”, connotación que fue particularmente
dominante desde fines del siglo XIX hasta la época de la carrera armamentista
de mediados del siglo XX.
En las primeras referencias al asesinato de los judíos en Europa por parte de los nazis también se continuó con este uso del término. En 1941, algunos escritores ya empleaban el término holocausto para referirse a los crímenes de los nazis contra los judíos, pero en estos casos iniciales no se le atribuía exclusividad al término. Sin embargo, hacia la década de 1940 se iniciaba un proceso de cambio. Holocausto (con H mayúscula o minúscula) pasó a ser un término más específico debido a que era utilizado en traducciones israelíes de la palabra shoá. Esta palabra hebrea se comenzó a utilizar frecuentemente para denotar el asesinato de judíos en Europa cometido por los nazis. (Los judíos que hablaban yidish utilizaban el término churbn, una traducción de shoá al idisch) La identificación de holocausto con shoá se vio de manera muy clara en la traducción oficial al inglés de la Declaración de Independencia de Israel en 1948, en las publicaciones traducidas de Yad Vashem en la década de 1950 y en la cobertura periodística del juicio a Adolf Eichmann en Israel en 1961.
En las primeras referencias al asesinato de los judíos en Europa por parte de los nazis también se continuó con este uso del término. En 1941, algunos escritores ya empleaban el término holocausto para referirse a los crímenes de los nazis contra los judíos, pero en estos casos iniciales no se le atribuía exclusividad al término. Sin embargo, hacia la década de 1940 se iniciaba un proceso de cambio. Holocausto (con H mayúscula o minúscula) pasó a ser un término más específico debido a que era utilizado en traducciones israelíes de la palabra shoá. Esta palabra hebrea se comenzó a utilizar frecuentemente para denotar el asesinato de judíos en Europa cometido por los nazis. (Los judíos que hablaban yidish utilizaban el término churbn, una traducción de shoá al idisch) La identificación de holocausto con shoá se vio de manera muy clara en la traducción oficial al inglés de la Declaración de Independencia de Israel en 1948, en las publicaciones traducidas de Yad Vashem en la década de 1950 y en la cobertura periodística del juicio a Adolf Eichmann en Israel en 1961.
Resulta imposible saber con
exactitud el numero de victimas judías, no obstante, las estadísticas indican
que el total superó las 5.860.000 personas. La mayoría de los investigadores
aceptan la cifra aproximada de seis millones. Sin embargo, hay que tener en
cuenta que no se registraron todas las víctimas de la Shoá; hubo numerosos
registros confeccionados por los nazis y luego destruídos por ellos para
ocultar sus crímenes o perdidos, quemados o dañados durante las intervenciones
militares; los registros tenían informaciones fragmentadas que no incluían por
ejemplo, origen, nacionalidad o religión de las víctimas.
También debe considerarse que los datos estadísticos se basaron sobre distintas fechas a causa de las modificaciones en las fronteras, los números de víctimas corresponden no solamente a ciudadanos del país sino a extranjeros residentes o refugiados, etc.
También debe considerarse que los datos estadísticos se basaron sobre distintas fechas a causa de las modificaciones en las fronteras, los números de víctimas corresponden no solamente a ciudadanos del país sino a extranjeros residentes o refugiados, etc.
La comunidad católica no fue
oficialmente el blanco de los nazis por practicar la religión. De hecho, una
minoría significativa de la población del Tercer Reich fue bautizada en esta
fe, entre ellos algunos integrantes de la élite nazi. Los nazis trataron de
debilitar la influencia y las enseñanzas de la Iglesia de manera sistemática
mediante la propaganda y tomaron medidas sumamente enérgicas contra los
clérigos que se atrevían a criticar las políticas del régimen. Los miembros del
clero que se negaban a aceptar el estado nazi corrían el riesgo de ser
arrestados por diversas infracciones: la negativa a quitar piezas religiosas de
las escuelas; la participación en procesiones religiosas; la crítica política
desde el púlpito; la ayuda a enemigos públicos, como los judíos; el pacifismo,
etc. El castigo variaba desde unos días en prisión hasta la reclusión en campos
de concentración o la ejecución. A menudo hubo miembros del clero que murieron
en circunstancias ambiguas mientras cumplían una sentencia o esperaban un
juicio; sus muertes fueron atribuidas oficialmente a accidentes o enfermedades.
Los laicos católicos que se negaron a someterse al régimen nazi sufrieron una
persecución similar.
Las autoridades nazis en los campos de concentración generalmente no registraban de qué religión eran los prisioneros, salvo en el caso de los Testigos de Jehová. En consecuencia es difícil calcular fidedignamente la cantidad total de católicos que fueron víctimas de persecución o muerte debido a alguna acción o postura relacionada con su fe católica. Existen algunos datos acerca de la cantidad de prisioneros católicos (especialmente miembros del clero) en algunos campos.
Las autoridades nazis en los campos de concentración generalmente no registraban de qué religión eran los prisioneros, salvo en el caso de los Testigos de Jehová. En consecuencia es difícil calcular fidedignamente la cantidad total de católicos que fueron víctimas de persecución o muerte debido a alguna acción o postura relacionada con su fe católica. Existen algunos datos acerca de la cantidad de prisioneros católicos (especialmente miembros del clero) en algunos campos.
¿Cuál era la diferencia entre la persecución de los judíos y la
de otros grupos clasificados por los nazis como “enemigos del Tercer
Reich”?
Los judíos fueron el único grupo
elegido por los nazis para una aniquilación total llevada a cabo en forma
sistemática. De acuerdo con el plan nazi, todos y cada uno de los judíos debían
ser asesinados. En caso de otros “enemigos del tercer Reich”, sus familiares no
solían ser tomadas en cuenta.
A pesar de que no toda la población
de Alemania estaba de acuerdo con la persecución de los judíos emprendida por
Hitler, no existen pruebas de protesta en contra de ello. A pesar de las
amenazas y los peligros, hubo alemanes que se resistieron al boicot del 1º. de
abril de 1933 y compraron en negocios judíos intencionalmente, y hubo otros que
ayudaron a los judíos a esconderse y escaparse.
A poco de instalarse en el poder,
los nazis abrieron el primer campo de concentración, Dachau (22 de marzo de
1933), en el que encarcelaron y trataron de forma brutal a todos aquellos
considerados opositores al régimen: comunistas, socialistas, dirigentes
sindicales y todo aquel que era visto como una amenaza. Los campos fueron
diseñados para acabar con la oposición y atemorizar a la población,
asegurándose que no habrían más opositores. Dachau se convirtió en el
campo donde se entrenarían los guardias de las SS. Su primer comandante,
Theodor Eicke, sentó los antecedentes de la brutalidad que habría de ser norma
en otros campos. Otros campos abiertos después de Dachau fueron Buchebwald,
Mauthausen.Neuengamme, Ravensbruck, Sachsenhausen, Bergen Belsen. También
fueron encarcelados aquí quienes eran considerados problemáticos por motivos
sociales (homosexuales, Testigos de Jehová, delincuentes comunes, combatientes
republicanos en las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil en España
Los trabajos forzados fueron un componente del sistema de los campos convirtiéndose con el tiempo en parte central del mismo. Muchos prisioneros murieron a causa de las inhumanas condiciones de trabajo, la crueldad del personal y las terribles condiciones físicas en las que se encontraban lso prisioneros.
Los trabajos forzados fueron un componente del sistema de los campos convirtiéndose con el tiempo en parte central del mismo. Muchos prisioneros murieron a causa de las inhumanas condiciones de trabajo, la crueldad del personal y las terribles condiciones físicas en las que se encontraban lso prisioneros.
El objetivo fundamental de Hitler
era establecer un imperio ario que abarcara desde Alemania hasta los
Urales. Consideraba que esa zona era territorio natural del pueblo alemán, zona
que Alemania necesitaba como mínimo a fin de que sus granjeros tuvieran tierras
suficientes.
Los nazis usaban distintivos o
parches triangulares para identificar a los prisioneros en los campos de
concentración. Los distintos parches de colores representaban a grupos
diferentes. Los significados de los colores eran: amarillo-judío;
marrón-gitano; violeta-Testigo de Jehová; rosa-homosexual; verde-delincuente;
rojo-prisionero político; negro-asocial; azul-emigrante.
La categoría "asocial" era, quizás, la más variada, e incluía a las prostitutas, los vagabundos, los asesinos, los ladrones, las lesbianas y aquellos que violaban las leyes que prohibían las relaciones sexuales entre arios y judíos. Si bien el triángulo marrón era utilizado en ciertas circunstancias para los gitanos, estos eran obligados con más frecuencia a utilizar el triángulo negro que los incluía en la categoría de "asóciales".
Algunos parches tenían letras en los triángulos para distinguir aún más los diversos grupos de los campos. Por lo general, la letra indicaba la nacionalidad; por ejemplo, “F” de franzosisch (francés), "P" de polnisch (polaco), "T" de tschechisch (checo), etc., pero también podía indicar una subcategoría especial de prisionero.
En el caso de los transgresores judíos, se combinaban dos triángulos de colores diferentes para formar una estrella de seis puntas; un triángulo amarillo para indicar que se trataba de un judío y el otro triángulo de un color distinto para indicar la otra trasgresión. Por ejemplo, los delincuentes judíos llevaban un triángulo amarillo con uno verde superpuesto; los homosexuales judíos llevaban triángulos rosas sobre el amarillo.
Fuera de los campos, las fuerzas de ocupación de los nazis exigían a los judíos que llevaran parches o brazaletes marcados con la estrella de David, pero las características específicas del distintivo (tamaño, forma y color) variaban según la región. Por ejemplo, algunas estrellas amarillas tenían una gran "J" en el centro, pero en otros lugares los parches tenían bordados la palabra "Jude" (o "Jood", "Juif", etc.) en el medio. Los que no llevaban la estrella podían ser arrestados y deportados, lo que amedrentaba a la mayoría de los judíos y los obligaba a cumplir con esto aunque el parche los hiciera objeto de restricciones, acoso y aislamiento.
La categoría "asocial" era, quizás, la más variada, e incluía a las prostitutas, los vagabundos, los asesinos, los ladrones, las lesbianas y aquellos que violaban las leyes que prohibían las relaciones sexuales entre arios y judíos. Si bien el triángulo marrón era utilizado en ciertas circunstancias para los gitanos, estos eran obligados con más frecuencia a utilizar el triángulo negro que los incluía en la categoría de "asóciales".
Algunos parches tenían letras en los triángulos para distinguir aún más los diversos grupos de los campos. Por lo general, la letra indicaba la nacionalidad; por ejemplo, “F” de franzosisch (francés), "P" de polnisch (polaco), "T" de tschechisch (checo), etc., pero también podía indicar una subcategoría especial de prisionero.
En el caso de los transgresores judíos, se combinaban dos triángulos de colores diferentes para formar una estrella de seis puntas; un triángulo amarillo para indicar que se trataba de un judío y el otro triángulo de un color distinto para indicar la otra trasgresión. Por ejemplo, los delincuentes judíos llevaban un triángulo amarillo con uno verde superpuesto; los homosexuales judíos llevaban triángulos rosas sobre el amarillo.
Fuera de los campos, las fuerzas de ocupación de los nazis exigían a los judíos que llevaran parches o brazaletes marcados con la estrella de David, pero las características específicas del distintivo (tamaño, forma y color) variaban según la región. Por ejemplo, algunas estrellas amarillas tenían una gran "J" en el centro, pero en otros lugares los parches tenían bordados la palabra "Jude" (o "Jood", "Juif", etc.) en el medio. Los que no llevaban la estrella podían ser arrestados y deportados, lo que amedrentaba a la mayoría de los judíos y los obligaba a cumplir con esto aunque el parche los hiciera objeto de restricciones, acoso y aislamiento.
A partir de 1939, los nazis
establecieron los ghettos en Europa Oriental, como parte de su plan sistemático
de aniquilación. Los mismos eran sectores en las grandes ciudades poblados
exclusivamente por judíos, que habían sido obligados a trasladarse de otros
sectores de la ciudad o de la periferia. Agrupar a los judíos en los ghettos,
aislarlos y quebrar su espíritu y su fortaleza física, no fue más que una etapa
en el camino a los campos de concentración y exterminio. P ara lograr este
quiebre, los nazis crearon condiciones de vida muy duras, con la población
hacinada en las habitaciones de las viviendas, con una dieta alimentaria
reducida en calorías, sin medicamentos, y donde las enfermedades comenzaron a
diezmar a la población, elevando la mortandad de niños y adultos. Los ghettos
abarcaban un área superpoblada y restringida y la salida era penada con la
muerte.
Era el consejo de judíos nombrado
por los nazis en cada comunidad judía o gueto. La aplicación de decretos nazis
que afectaran a los judíos y la administración de los asuntos de la comunidad
judía era responsabilidad del Judenrat. Estos carecían de poder y de los medios
para obstruir los planes nazis de aniquilación de todos los judíos.
Un campo de exterminio masivo es un
campo de concentración con equipos especialmente diseñados para asesinar en
forma sistemática. Existieron seis campos de esta clase:
Auschwitz-Birkenau, Belzec, Chelmno, Majdanek, Sobibor, Treblinka. Todos
estaban ubicados en Polonia.
El termino “Solución Final” se
refiere al plan alemán que consistía en asesinar a todos los judíos de Europa.
El término fue utilizado en la Conferencia de Wannsee (Berlín, 20 de
enero de 1942) donde los oficiales alemanes discutieron acerca de su implementación.
Se acordó que el plan se llevaría a cabo en campos especiales, los campos de
exterminio, ubicados en Polonia, hacia donde se trasladaría progresivamente a
todos los judíos de Europa oriental que aún no habían sido “tratados” y a los
de Europa occidental.
Miles de judíos fueron
asesinados por los nazis o murieron como resultado directo de las
medidas discriminatorias instituidas en su contra durante los primeros años del
Tercer Reich. Sin embargo, la ¨Solución Final¨, el asesinato
sistemático se inicio con la invasión alemana a la ex Unión Soviética, en junio
de 1941.
Con respecto al conocimiento de la
“Solución Final” por parte de sus víctimas potenciales, debe tenerse en
cuenta varios puntos clave. En primer lugar los nazis no divulgaron acerca de
la “Solución Final”, ni hablaron acerca de dicho plan en forma abierta. Se
hicieron todos los esfuerzos necesarios para engañar a las víctimas y, así,
prevenir o minimizar la resistencia.
Cuando los prisioneros eran llevados a los campos de concentración se los forzaba a escribir cartas a sus familiares contando acerca de las maravillosas condiciones de su nuevo lugar de residencia. Los alemanes hacían todo lo que estaba a su alcance para garantizar la confidencialidad.
Puesto que cada comunidad judía europea se encontraba casi totalmente aislada, eran pocos los lugares donde se tenía información.
Cuando los prisioneros eran llevados a los campos de concentración se los forzaba a escribir cartas a sus familiares contando acerca de las maravillosas condiciones de su nuevo lugar de residencia. Los alemanes hacían todo lo que estaba a su alcance para garantizar la confidencialidad.
Puesto que cada comunidad judía europea se encontraba casi totalmente aislada, eran pocos los lugares donde se tenía información.
¿Los Aliados y los pueblos del mundo libre conocían los
acontecimientos que se suscitaban en Europa?
Las diferentes medidas que los nazis
tomaron con anterioridad a la “Solución Final” se llevaron a cabo públicamente,
por lo que se informó acerca de ellas a la prensa. Los corresponsales
extranjeros escribieron sobre las acciones antijudías nazis mas importantes que
tuvieron lugar en Alemania, Austria y Checoslovaquia antes de la Segunda Guerra
Mundial. Una vez comenzada la guerra se hizo más difícil obtener información,
pero a pesar de esto se publicaron informes acerca del destino que se les daba
a los judíos. De este modo, aunque los nazis no divulgaron datos sobre la
“Solución Final” a menos de un año de haberse iniciado el asesinato sistemático
de judíos, comenzaron a infiltrarse detalles hacia el occidente.
Resulta difícil calcular la cifra
exacta de judíos que pudieron escapar de Europa con anterioridad a la Segunda
Guerra Mundial, ya que las estadísticas con las que se cuenta son incompletas.
Entre 1933 y 1939, 355.278 judíos alemanes y austríacos abandonaron sus hogares. Algunos inmigraron a países que posteriormente fueron tomados por los nazis. Durante el mismo período 51.747 judíos europeos llegaron a Argentina, Brasil y Uruguay.
Shanghai, la única parte del mundo donde no se necesitaba visa para entrar, recibió alrededor de 20.000 judíos europeos, la mayor parte de origen alemán, que se habían escapado de sus hogares.
Entre 1933 y 1939, 355.278 judíos alemanes y austríacos abandonaron sus hogares. Algunos inmigraron a países que posteriormente fueron tomados por los nazis. Durante el mismo período 51.747 judíos europeos llegaron a Argentina, Brasil y Uruguay.
Shanghai, la única parte del mundo donde no se necesitaba visa para entrar, recibió alrededor de 20.000 judíos europeos, la mayor parte de origen alemán, que se habían escapado de sus hogares.
A pesar de las difíciles condiciones
bajo las que estaban los judíos en los países europeos ocupados por los nazis,
muchos de ellos participaron en la resistencia armada que se dividía en tres
tipos: levantamientos en ghettos, resistencia en campos de concentración y
exterminio y luchas partisanas. También hubo otros tipos de resistencia, como
las culturales, como estudiar las sagradas escrituras en secreto o
celebrar ¨shabat¨ con un trozo de pan.
Mientras el Tercer Reich se
tambaleaba y caía el Frente Este, el jefe de las SS, Heinrich Himmler dio la
orden de que los Aliados no hallasen prisioneros con vida. A finales de 1944,
los alemanes comenzaron a evacuar a cientos de ellos de los campos de Polonia y
del Este de Prusia. En abril de 1945, la evacuación de los prisioneros se
extendió a los campos de concentración de Alemania y Austria. En mitad del
crudo invierno, los prisioneros eran trasladados, en su mayoría a pie, por
medio de inaguantables marchas forzadas que duraban semanas. Su supervivencia
dependía de lograr esquivar los peligros que surgían en el camino y la
brutalidad de sus supervisores, que acababan con todo aquel que vacilase o
tratase de escapar. Este asesinato masivo de cientos de miles de prisioneros
continuó hasta el día en el que se rindieron los alemanes.
Fueron personas no judías que
ayudaron a los judíos durante el Holocausto. Hubo “Justos entre las Naciones”
en todos los países dominados por los nazis o aliados a ellos y su actuar a
menudo estaba centrado en el rescate de vidas judías.
Yad Vashem, la autoridad nacional israelí para la memoria del Holocausto, concede honores especiales a estas personas. Actualmente Yad Vashem ha reconocido aproximadamente a 10.000 “Justos entre las Naciones”.
Yad Vashem, la autoridad nacional israelí para la memoria del Holocausto, concede honores especiales a estas personas. Actualmente Yad Vashem ha reconocido aproximadamente a 10.000 “Justos entre las Naciones”.
El término “Juicios de Nürenberg” se refiere al
conjunto de juicios de criminales de guerra nazis que se llevaron a cabo
al finalizar la guerra. En ellos se procesaron a los líderes políticos,
militares y económicos del Tercer Reich capturados por los Aliados.
info@museodelholocausto.org.ar |
Montevideo 919 - Buenos Aires - Argentina - (5411) 4811-3588
No hay comentarios:
Publicar un comentario