viernes, 9 de julio de 2010

9 de Julio de 1816- Declaración de la Independencia de la República Argentina en la ciudad de Tucumán



CASA DE TUCUMAN DONDE SE DECLARO LA INDEPENDENCIA ARGENTINA

DE LA DERROTA DEL NORTE AL RENACIMIENTO EN LOS ANDES (1815 a 1816)

El Ejército del Norte fue derrotado en 1815 en Sipe Sipe. Así terminaba la tercera y última campaña por tierra al Alto Perú (actual Bolivia), comandada por José Rondeau, Martín Güemes quedó a cargo de la resistencia en Salta. Una insurrección de indígenas y mestizos, armados con palos y piedras, detuvo el avance del ejército realista (español) hacia el sur, dando tiempo a las Provincias Unidas del Río de la Plata de declarar la Independencia.

Desde la recuperación del trono español en 1814, Fernando VII estaba resuelto a reconquistar las colonias americanas. Hasta febrero de 1816 logró en parte su propósito: la caída de los gobiernos revolucionarios de Méjico, Venezuela y Chile, que quedaron en poder de los españoles. El siguiente objetivo de las fuerzas realistas era avanzar sobre las provincias del norte argentino, para entorpecer los preparativos de José de San Martín.

Para ese entonces, San Martín había logrado que lo nombraran gobernador de Cuyo (actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis). Allí organizó el Ejército de Los Andes. Su propósito: recuperar Chile y desde allí realizar un ataque combinado por tierra y mar a Perú, sede del Virrey de Nueva Castilla y principal foco realista en Sudamérica. Los restos de las fuerzas chilenas, vencidas en Rancagua, se sumaron a San Martín en Mendoza.

Entre tanto, desde la Provincia Oriental (actual República Oriental del Uruguay), el caudillo José Artigas, insurreccionaba al litoral contra la autoridad del Directorio. En agosto de 1816, ya declarada la Independencia en el Congreso de Tucumán, el ejército portugués invadió la Banda Oriental.



EXPEDICIONES AL ALTO PERU

El fin del Ejército del Norte

Entre 1810 y 1815, el Ejército del Norte realizó tres expediciones infructuosas al Alto Perú y quedó aniquilado.


1810-1811. Al mando del teniente coronel Antonio González Balcarce , acompañado por el Comisionado de la Junta de Gobierno de Buenos Aires, Dr. Juan José Castelli, el Ejército del Norte inició su primera campaña al Alto Perú, para evitar la invasión realista (española) sobre Salta. Previamente, por indicación de Mariano Moreno y con el apoyo de soldados británicos establecidos en el país desde las invasiones inglesas, fusiló a Santiago de Liniers en Cabeza de Tigre, Córdoba. Los patriotas vencieron a los españoles en la batalla de Suipacha, ocupando las cuatro gobernaciones altoperuanas (Potosí, Charcas, Cochabamba y La Paz). Derrotados por los españoles en Huaqui, perdieron las provincias del Alto Perú.


1812-1813. Al mando de Manuel Belgrano , el Ejército derrotó a las fuerzas españolas en Tucumán el 24 de setiembre de 1812. Desde entonces, esa provincia se conoció como "Sepulcro de la Tiranía". El 20 de febrero de 1813, los realistas volvieron a ser vencidos en la batalla de Salta. Belgrano recibió un premio de $40.000, que donó para la creación de cuatro escuelas de primeras letras. A fines de 1813, el Ejército fue vencido en Vilcapugio y Ayohuma, quedando desprotegido el norte argentino. Ante el peligro de invasión a Salta, el coronel José de San Martín reemplazó a Belgrano en la jefatura del Ejército del Norte. San Martín entendía que el problema de la Independencia no se resolvería en el Alto Perú. Por eso, a fines de abril de 1814 renunció al mando y se retiró a Córdoba.


1815. Al mando de José Rondeau , el Ejército del Norte inició la tercera campaña al Alto Perú en febrero de 1815. Martín Güemes se retiró de la expedición para hacerse cargo del gobierno de Salta y preparar la resistencia en caso de derrota. Rondeau ocupó Potosí, pero fue derrotado en Venta y Media y Sipe-Sipe en 1815. De esa manera se perdieron para siempre las provincias del Alto Perú y quedó aniquilado definitivamente el Ejército del Norte.


COMO SE PREPARAN LOS ESPAÑOLES

El ejército español estaba al mando del Brigadier Joaquín de la Pezuela, que fue designado Virrey del Perú, en reemplazo del marqués de la conquista, José Fernández Abascal y Sousa. En ese momento, una "guerra de republiquetas" librada por indígenas y mestizos armados con palos y piedras detenía las intenciones de los realistas de avanzar sobre Salta, que era defendido Martín Güemes. A cargo del ejército español ha quedado el mariscal José de la Serna, que disponía de más de 4.500 hombres (3.700 infantes, 700 de caballería y 130 artilleros) para luchar contra el Ejército de los Andes, que San Martín estaba armando en Mendoza para recuperar Chile, donde logró juntar casi 2.000 hombres.


DERROTAS DE LA REVOLUCION AMERICANA

El coronel Mariano de Osorio, enviado por el brigadier Pezuela (jefe militar del Virreinato del Perú), desembarcó en la localidad chilena de Talcahuano y avanzó hacia el Norte. Allí derrotó a los patriotas americanos, comandados por Bernardo de O'Higgins, quien atravesó la cordillera y se refugió en la región cuyana, gobernada por San Martín.

Abril de 1815.
Una expedición de 10.000 hombres enviada por Fernando VII al mando del general Pablo Morillo llegó a Venezuela, donde se apoderó de Caracas y Cartagena. De ese modo, las Provincias Unidas de Venezuela (actuales Colombia, Venezuela y Ecuador) cayeron nuevamente en poder de los españoles.

Fines de 1815.
Fue derrotado y fusilado el patriota mejicano, Padre José María Morelos (jefe de los revolucionarios) . De ese modo los españoles se aseguraron el dominio del Virreinato de Nueva España (Méjico).



UN CAMBIO DE ESTRATEGIA

SAN MARTIN CREA EL EJERCITO DE LOS ANDES (1815-1816)

En mayo de 1814, antes de que el Ejército del Norte fuera aniquilado definitivamente en Sipe-Sipe, San Martín se había dado cuenta de que para detener el avance de los españoles era necesario cambiar de estrategia. Por eso decidió formar un ejército en Mendoza, con el objetivo de cruzar los Andes, recuperar Chile de manos del poder de los realistas y llegar a Perú, para ese entonces el centro del poderío hispano en Sudamérica. Para eso, logró que el Director Posadas lo nombrase Gobernador Intendente de Cuyo (con jurisdicción sobre las actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis) el 10 de agosto de 1814.

El Cuerpo de Auxiliares de los Andes, elevado a la categoría de regimiento Nro 11 de Infantería, al mando de Juan Gregorio de Las Heras, sirvió de base para la creación del Ejército de Los Andes. Se le incorporaron dos compañías del regimiento Nro 8 de Buenos Aires y una batería de artillería. En 1815 se concentró en Mendoza el Regimiento de Granaderos al mando del coronel Matías Zapiola. San Martín también organizó las milicias de infantería y caballería de Cuyo. Los hombres de 16 a 50 años que no se presentaran voluntariamente mientras los españoles ocupasen Chile, serían sorteados. Así reunió 400 hombres, que se entrenaban en el campamento del Plumerillo. A fines de 1815, el Ejército de los Andes tenía menos de 2.000 soldados, pero para enero de 1817, superaban los 4.000.





COMO SE PREPARAN LOS ESPAÑOLES (1816)

En el año 1816, era Virrey del Perú el brigadier Joaquín de la Pezuela. Al mando del mariscal José de la Serna, el ejército español tenía intenciones de avanzar sobre Salta.

Indígenas y mestizos del Alto Perú lo atacaron con palos y piedras en una lucha conocida como "guerra de republiquetas". Esto demoró su avance sobre el Norte argentino, defendido por Güemes.

De la Serna disponía de más de 4.500 hombres (3.700 infantes, 700 de caballería y 130 artilleros) para luchar contra los 2.000 hombres del Ejército de los Andes, que San Martín estaba armando en Mendoza para recuperar Chile.

LA PELEA POR LA BANDA ORIENTAL

El ejército de Belgrano en la Banda Oriental

La Primera Junta de Gobierno, instalada en Buenos Aires el 25 de Mayo de 1810, envió a Paraguay (una de las provincias del Virreinato del Río de la Plata) un ejército al mando de Manuel Belgrano. El propósito era conseguir una adhesión a la autoridad de la Junta. Belgrano fue rechazado militarmente y Paraguay desconoció la autoridad, tanto de España como de Buenos Aires. Belgrano regresó y se trasladó a la Banda Oriental (actual República Oriental del Uruguay) para sumarse a las fuerzas enviadas desde Buenos Aires, que al mando de José Rondeau enfrentaban al gobierno español del último Virrey del Río de la Plata, Francisco Javier de Elío.

El 10 de abril de 1811, Belgrano designó al patriota oriental (uruguayo) José Artigas, segundo jefe del Ejército Auxiliar del Norte. Sin embargo, el 22 de abril, la Junta Grande reemplazó a Belgrano por José Rondeau en el mando del Ejército de la Banda Oriental, desplazando a Artigas al cargo de Jefe de las Milicias Patriotas Orientales. Belgrano había sido suspendido en sus "Grados y Honores" para ser sometido a juicio por sus derrotas militares en la campaña del Paraguay. Finalizado el proceso fue reivindicado.

El Exodo Oriental. El 18 de mayo de 1811, Artigas derrotó a los españoles en Las Piedras y avanzó sobre Montevideo, aún en poder del virrey español de Elío. Pero cuando se preparaba para tomar por asalto la ciudad, se hizo cargo del mando de esas fuerzas patriotas Rondeau.

En octubre de ese año, el Primer Triunvirato (recién instalado en Buenos Aires) acordó con el virrey, levantar el sitio de Montevideo. Las negociaciones incluían el retiro del ejército portugués de la Banda Oriental. Pero los portugueses no cumplieron el trato. En cambio, las autoridades de Buenos Aires retiraron su ejército Artigas, ahora reconocido por sus compatriotas como General en Jefe de los ejércitos orientales, al levantarse el sitio que pesaba sobre el gobierno español de Montevideo, inició "el Exodo", retirándose al Norte, al campamento de Ayuí, con 300 hombres y 1.600 personas del pueblo de la Campana.

Artigas, declarado "reo de traición a la Patria" El Triunvirato negoció con los portugueses el retiro del Ejército Lusitano (portugués), que estaba en la Banda oriental desde julio de 1811, con el propósito de aislar la resistencia española de Montevideo. Sin embargo, a fines de 1813, España había reconquistado su territorio en la Península Ibérica de manos de los franceses, con ayuda de Gran Bretaña y el rey Fernando VII recuperaba el trono. En esas circunstancias, tropas españolas reforzaron la Plaza de Montevideo y demoraron su rendición.

El peligro inminente en 1814 era la anunciada expedición del general Pablo Morillo (quien a fines de 1815 vencería a los patriotas en Venezuela). Ante el temor de que desembocara en el Río de la Plata era fundamental quitarle una posible base militar en Montevideo, desde donde podía atacar Buenos Aires. Por entonces, desde Buenos Aires se intentaban negociaciones con las autoridades españolas, por lo cual el 20 de enero de 1814 Artigas abandonó el sitio de Montevideo. En respuesta a esa actitud, el Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas lo declaró "reo de traición a la Patria".

Los españoles se rinden en Montevideo Para enfrentar a los españoles en la Banda Oriental, el Director Posadas dispuso la organización de una flota a las órdenes del marino irlandés Guillermo Brown, capitán de un buque mercante que había encallado en Ensenada. Brown, que hasta ese momento realizaba con una goleta un servicio regular entre Buenos Aires y Colonia, derrotó a los españoles en el combate de Martín García y bloqueó Montevideo, donde los españoles contaban con 14 buques de guerra y 13 mercantes armados.

El 20 de junio de 1814, el Jefe de la guarnición española, Gaspar de Vigodet, capituló, y el general Carlos María de Alvear tomó posesión de Montevideo en nombre del Directorio. Alvear le quitó a los españoles una base de operaciones con 500 cañones, 9.000 fusiles, 99 embarcaciones, 390 jefes y 6.000 soldados. El 9 de julio de 1814, Posadas nombró Gobernador Intendente de la Provincia Oriental al presidente del Consejo de Estado del Directorio, Nicolás Rodríguez Peña.

En febrero de 1815, por exigencia de Artigas, las fuerzas del Directorio evacuaron Montevideo, asumiendo el gobierno de la ciudad Fernando Otorgués por indicación del caudillo oriental.

Los portugueses invaden la Banda Oriental

En agosto de 1816, las fuerzas del rey Juan VI de Portugal invadieron la Banda Oriental, comandadas por el general Carlos Lecor, quien marchó sobre Montevideo con 600 hombres, en tanto que otros 200 avanzaban por el Norte, 200 más quedaban como reserva en Río Grande y 1.800 avanzaban por el Este. Las fuerzas de Artigas fueron derrotadas por los portugueses en San Borja, Carumbé e India Muerta.



SE REUNE EL CONGRESO

El Congreso Nacional se reunió en la ciudad de Tucumán porque se entendía que esa ubicación garantizaba a las provincias que Buenos Aires no presionaría a los diputados.

Se reunieron representantes de Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Mendoza, San Juan, San Luis, Buenos Aires, Córdoba, Charcas, Cochabamba, Tupiza y Mizque. La mayoría eran sacerdotes y abogados.

Córdoba (que incluyó en su representación a La Rioja) y Salta, entre otras, tardaron en enviar sus diputados. Las provincias altoperuanas de Chichas y Mizque estuvieron representadas por emigrados, dado que la región estaba en poder de los españoles. Paraguay no mandó representantes porque ya se había declarado independiente.

Se acordó la apertura del Congreso cuando estuvieran presentes los dos tercios de los diputados. Se declaró abierto el 24 de marzo de 1816 bajo la presidencia del doctor Pedro Medrano. El primer problema que se planteó fue reemplazar al Director renunciante, Ignacio Alvarez Thomas. En la sesión del 3 de mayo de 1816 fue elegido para el cargo de Director Supremo el diputado por San Luis, coronel mayor Juan Martín de Pueyrredón.

El Congreso se autodisolvió el 11 de febrero de 1820, debido a la derrota del ejército directorial frente al Ejército Federal en la batalla de Cepeda.



OBJETIVOS DEL CONGRESO

Los principales objetivos del Congreso de Tucumán fueron declarar la independencia y establecer un régimen de gobierno.

Desde Cuyo, San Martín le escribía a Godoy Cruz : "Hasta cuándo esperaremos para declarar nuestra independencia? Es ridículo acuñar moneda, tener el pabellón y escarapela nacional y, por último, hacer la guerra al Soberano de quien se dice dependemos, y permanecer a pupilo de los enemigos".

Previamente a la declaración de la Independencia, se debía acordar la forma de gobierno. El Congreso resolvió que el único sistema posible en ese momento era el monárquico constitucional. Esta conclusión respondía tanto a la decisión de las potencias europeas de monarquizarlo todo como a la necesidad de unir a los pueblos sudamericanos a través de la figura de un rey.

A pedido del diputado Gascón se formó una comisión que expidió una "Nota de las materias de primera y preferente atención para las discusiones y deliberaciones del Soberano Congreso". Entre las prioridades, incluía la necesidad de un Manifiesto, el deslinde de las facultades del Congreso, la Declaración de la Independencia, pactos provinciales previos a la Constitución, forma de gobierno y Proyecto Constitucional.



LA OPINION DE BELGRANO

El 6 de julio de 1816 Manuel Belgrano, que había regresado de un viaje a Europa en misión diplomática, fue invitado por el Congreso para informar sobre las formas de gobierno y expuso su opinión ante los diputados. Belgrano sostuvo entonces que la Revolución Americana había perdido prestigio y toda posibilidad de apoyo europeo por "su declinación en el desorden y anarquía continuada por tan dilatado tiempo". continuó : "que había acaecido una mutación completa de ideas en Europa en lo respectivo a la forma de gobierno. Que como el espíritu general de las naciones, en años anteriores, era republicarlo todo, en el día se trataba de monarquizarlo todo. Que la nación inglesa, con el grandor y magestad a que se ha elevado, no por sus armas y riquezas, sino por una constitución de monarquía temperada, había estimulado a las demás a seguir su ejemplo. Que la Francia la había adoptado, Que el rey de Prusia, por sí mismo, y estando en el goce de un poder despótico, había hecho una revolución en su reino, y sujetándose a bases constitucionales iguales a las de la nación inglesa ; y que esto mismo habían practicado otras naciones" ; que "en su concepto la forma de gobierno más conveniente para estas provincias sería la de una monarquía temperada ; llamando la dinastía de los Incas por la justicia que en sí envuelve la restitución de esta Casa tan inicuamente despojada del trono". Este informe de Belgrano al Congreso fue comentado por Tomás Manuel de Anchorena a Rosas, en una carta fechada el 4 de diciembre de 1846.



SE DECLARA LA INDEPENDENCIA

El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán resolvió tratar la Declaración de la Independencia. Presidía la sesión el diputado por San Juan, Juan Francisco Narciso de Laprida.

El secretario Juan José Paso leyó la propuesta : preguntó a los congresales "si querían que las Provincias de la Unión fuesen una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli". Los diputados aprobaron por aclamación y luego, uno a uno espresaron su voto afirmativo. Acto seguido, firmaron el Acta de la Independencia .

Afuera, el pueblo celebraba. Terminada la sesión, se realizaron diversos festejos públicos.

Al día siguiente, el Congreso ascendió a Pueyrredón al cargo de brigadier.

El 19 de julio, en sesión pública, quedó acordada la fórmula del juramento que debían prestar los diputados y las instituciones : "Juráis por Dios Nuestro Señor y esta señal de cruz, promover y defender la libertad de las provincias unidas en Sud América, y su independencia del Rey de España, Fernando VII, sus sucesores y metrópoli, y toda otra dominación extranjera ? ¿Juráis a Dios Nuestro Señor y prometéis a la patria, el sostén de estos derechos hasta con la vida, haberes y fama ? Si así lo hiciereis Dios os ayude, y si no, El y la Patria os hagan cargo".

El mismo día, en sesión secreta, el diputado Medrano pidió que de pasarse al Ejército el Acta de la Independencia y la fórmula del juramento, se agregase "y de toda otra dominación extranjera" -expresión que no figuraba en el texto aprobado originalmente en la sesión pública- debido al rumor de que el Director y el Congreso se disponían a entregar el país a los portugueses.

El 21 de julio la Independencia fue jurada en la sala de sesiones por los miembros del Congreso, en presencia del gobernador, el general Belgrano, el clero, las comunidades religiosas y demás corporaciones.


CONTEXTO SOCIAL Y CULTURAL

LA CELEBRACION DEL DIA DE LA INDEPENDENCIA

El 10 de julio se celebró la independencia en la provincia de Tucumán. La gente salió a la calle para festejar y más de cinco mil milicianos de la provincia se presentaron a caballo , armados con sables y fusiles. Los curas franciscanos colgaron guirnaldas con faroles y banderas en las puertas de la iglesia, dónde muy temprano se celebró una misa. En el centro de la plaza se organizaron bailes y los payadores improvisaron versos hasta altas horas de la madrugada. El gobernador Bernabé Araoz, para unirse a los festejos, organizó un baile en su casa al que acudieron los diputados del Congreso, jefes militares y los principales vecinos.


SITUACION POLITICA


LA NECESIDAD DE CONCENTRAR EL PODER
SE CREA EL DIRECTORIO (1814-1820)

Al finalizar el año 1813, España se había liberado de la dominación francesa con el apoyo de Gran Bretaña. Fernando VII, en libertad desde el 8 de diciembre, volvía al trono, ansioso de reconquistar el territorio americano. Paralelamente, la Segunda Expedición al Alto Perú había fracasado con la derrota del Ejército del Norte en Vilcapugio y Ayohuma. El sitio de Montevideo se prolongaba porque los españoles habían recibido refuerzos. Y el caudillo oriental José Gervasio de Artigas insistía en establecer un gobierno federal, que excluiría a Buenos Aires como Capital, es decir, impediría la centralización del poder . Esta suma de factores reforzaron la urgencia de un sistema político que se impusiese a los peligros internos y externos.

Fue así como, en enero de 1814, la Asamblea General Constituyente (conocida históricamente como Asamblea del Año XIII) creó el Directorio. A partir de entonces, un Director Supremo ejerció el Poder Ejecutivo, asesorado por un Consejo de Estado.

Para desempeñar el cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata fue elegido el triunviro Gervasio Antonio de Posadas, quien asumió el 31 de enero de 1814. El Consejo estaría presidido por Nicolás Rodríguez Peña. Esta forma de gobierno duró hasta 1820. Fue el Director Ignacio Alvarez Thomas quien convocó al Congreso Nacional General Constituyente a reunirse en Tucumán. Juan Martín de Pueyrredón era diputado por San Luis, pero el Congreso lo designó Director Supremo.
FUENTE:

http://edant.clarin.com/diario/especiales/9julio/

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