miércoles, 10 de julio de 2013

Haidé Daiban, delicada y talentosa poeta y escritora argentina nos regala dos visiones de Jerusalem.


Haidé Daiban



JERUSALEM

 
 

Al principio era el caos.

Ahora

       ¡Oh! Jerusalem

¿quién ordena

       tus incontables signos milenarios:

       paloma y estrella

       cruz y luna

       león y daga

         escarnio y hambre,

         muerte y resurrección,

         Diáspora y retorno?

 

 

Sobre cada piedra

      Cada paso con su historia,

      Un antes de Cristo y un ahora irreconocible

      Bajo un cielo de fuego,

      O bajo copos níveos

      Que congelan la imagen

      Para una posteridad imprevista.

 

 

Caos fue el universo

  Como caos es la vieja Jerusalem

¿Quién elige sólo una lengua?

¿Quién una sola vestimenta?

¿Quién un mismo destino?

¿Quién?

¿Quién un mismo dios?

 

¡Oh! Jerusalem de las colinas,

   de pergaminos y libros

   de fantásticas leyendas,

   de incienso y especias,

tu sabor es aún de canto y sangre,

de lágrimas y de Fe.   .

 
                       JERUSALEM

                  


       JERUSALEM

                                                       

Tus brazos,

tus invisibles brazos

se abren y me llaman

Y soy

nómade milenaria

de paso ajado

y memoria desgarrada.

Mi historia

se engarza al Muro

que cobija lágrimas,

a tus calles serpenteantes,

 a tus gentes,

 mosaico de las razas.

Tus brazos

aprisionan mis raíces

y se forja el grito de Masada

en cada alborada

que le crece

y en cada gesto

de mi cara.

Y siento un himno semítico

Imbricado

En la tierra que te abarca,

que clama el silencio

de los templos,

y una nueva,

eterna

luminaria.

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