“Préstele
atención al ayudante”
Por: Nicolas
Meyer (Para el Buenos Aires Herald)
La realidad
argentina es ubicua en El caso del concurso literario (Acervo Cultural
Editores), el nuevo libro de relatos policiales del inspector Leppe creado por
Ricardo Feierstein. En algunos casos se trata de referencias directas. Uno de
los relatos, por ejemplo, se desarrolla durante la por entonces secreta visita
del Ché Guevara al presidente Frondizi, en 1961; en otro aparece la visita a
Argentina de Yael Dayan, la hija del héroe militar israelí Moshe Dayan; en un
tercer relato los ancianos de un geriátrico reviven o extienden de alguna
manera los papeles que habían desempeñado durante la sangrienta, reciente dictadura
militar.
En otras
instancias lo argentino aparece en formas menos abiertas pero no por eso menos
reconocibles. Según el narrador, el laboratorio policial con que trabaja el
inspector Leppe no puede finalizar un análisis de ADN, primero porque se
terminaron los productos químicos necesarios; luego porque uno de los técnicos
acaba de ser padre y el otro se ha enfermado; finalmente, porque se declaran en
huelga para conseguir la provisión de un nuevo equipo. El alto directivo de una
pequeña firma privada utiliza su
influencia para armar negocios fraudulentos en su propio beneficio, instalar
gente de su confianza en puestos de importancia, e intimidar a todo el mundo.
Tal cosa, por supuesto, puede suceder en cualquier otro lado.
Dos ejemplos
más de argentinidad en los relatos del inspector Leppe. Aunque uno de sus
fuertes consiste en la aguda observación visual, y hasta existe en ese sentido
una clara referencia a Sherlock Holmes, sus casos no son resueltos por efecto
de una deslumbrante sucesión de observaciones y deducciones sino más bien
porque “las cosas así suceden”, ya que cuando hay oscuridad todo sigue oscuro.
Otro ejemplo es el de los sentimientos que inspira el detective Leppe en su
amigo y escriba, Stopper, en nada parecidos a la admiración que Watson siente
por Holmes. A Stopper lo horrorizan ciertos actos de brutalidad realizados por
Leppe pero siente fascinación por la imagen de mano dura que éste proyecta,
aunque al mismo tiempo se pregunta qué habrá hecho el detective durante la
reciente dictadura. Pero es mejor no
subestimar a Stopper, porque puede haber una sorpresa oculta en la manga. Sólo
diré aquí que el autor, Feierstein, incluye una broma interior dirigida a los
lectores de una antigua tira cómica: nombra Clotilde y Etelvina a las dos
mujeres que existen en la vida de Stopper (la broma reside sólo en los nombres,
no en sus modos de pensar y mucho menos en sus apariencias).
Otros
elementos de este libro aluden a la identidad judía (Stopper es judío): los
colonos judíos en la pampa argentina del siglo diecinueve; dos personajes acuñados en el modelo Rosencrantz-Guildenstern, son presentados como krantz
en vez de crantz el primero, como stein en vez de stern el segundo; el debate
acerca de los intentos de Daniel Barenboim para construir puentes de
cooperación y entendimiento; el antisemitismo de los escritores de literatura policial; los nazis ocultos en
Bariloche. También existe en este libro una discusión sobre el plagio
literario, hasta dónde es aceptable como inevitable inspiración y préstamo,
dónde comienza el robo propiamente dicho y qué se debe hacer (o no hacer) al
respecto. Este impolítico tema es el de mi cuento preferido, el que le da
título al libro, y que quizás sea el que más me gusta por ser yo mismo un
miembro del club de los plumíferos. Por su parte, Feierstein es un infatigable
escritor de ficción y de ensayo que cuenta ya con unos 30 títulos publicados.
El lector se
preguntará por qué después de décadas de lo que se describe como brillante
carrera en la policía, Leppe no ha sido ascendido más allá de inspector, un
rango bastante bajo en la escala (es muy difícil traducir al inglés los nombres
de rangos, no porque no existan los vocablos correspondientes sino porque el
sistema jerárquico está concebido de manera muy diferente al que es usual en
los países de habla inglesa). Pero el libro ofrece una explicación al enigma de
ese estancamiento en la escala de ascenso: Leppe carece de instinto político, y
no otorga favores.
Traducción de la crítica de Nicolás Meyer al libro "El caso del concurso literario" que salió en el "Buenos Aires Herald", el 23 de Junio del 2013.
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