Nacho Gaffuri / MDZ
Leonardo Senkman, en la Facultad de Filosofía y Letras.
El investigador está en Mendoza para dictar un
curso sobre el desplazamiento de la gente en el mundo globalizado. Las
inmigraciones, a su juicio, dejaron de ser tema de ministerios para
convertirse en tema de Estado. El gran cambio en los desplazamientos es
la feminización de las inmigraciones.
Alejandro Frias
Desde ayer está en la
provincia Leonardo Senkman, profesor en la Universidad Hebrea de
Jerusalén, dictando el curso Inmigración y Emigración en Tiempos de
Globalización: El Caso Argentino”, en el marco de una investigación
internacional casi finalizada sobre el des-exilio y reinserción de
expatriados en Argentina.
Senkman accedió a mantener una charla con MDZ Online y entre otros temas, sintetizó la situación de la inmigración en el contexto de un mundo globalizado, en el que el movimiento de gente se ha convertido en una característica.
Lo primero que destacó el especialista es que, en el caso de Latinoamérica, se trata de una situación que afecta a todos los países, con casos extremos en los que hasta 20 por ciento de la población ha emigrado.
Como ejemplo, señaló que en EEUU hay aproximadamente 18 millones de latinos, de los cuales más de nueve millones son mexicanos, mientras que Guatemala figura entre los países que alcanzan una expulsión de 20 por ciento de la población a países del primer mundo.
En tanto, fuera de EEUU, los otros países receptores de inmigrantes latinoamericanos son europeos, especialmente Italia y España, y en menor medida Portugal y Francia.
El análisis de Senkman también abarca el movimiento interregional dentro de Latinoamérica, donde los tres países que más migración reciben son Argentina, Venezuela y Costa Rica, que son vistos con buenos ojos por los migrantes debido a la estabilidad política y económica que muestran.
Este movimiento de gente que traspasa fronteras en busca de la estabilidad económica y laboral lleva a situaciones que generan fenómenos hasta hace poco impensados, como el que relata Senkman de una mujer ecuatoriana que reside en España y que todos los días se comunica vía Skype con sus hijos, quienes están siendo cuidados por su abuela en el país de origen.
Este ejemplo sirvió como introducción para otro fenómeno que implican las migraciones actuales, que es el de la feminización de la inmigración. Senkman revela cifras significativas: en la actualidad, de cada cien personas que emigran en los países latinoamericanos, entre 60 y 70 son mujeres, quienes se desplazan especialmente para trabajar en el servicio doméstico en los países del primer mundo.
Todos estos cambios en la situación de las inmigraciones han llevado a que los gobiernos regionales comiencen a intresarse en conjunto por quienes se radican en otros países. De esta manera, Senkman señala la importancia de los acuerdos entre los países del Mercosur, que suponen mayor fortaleza en la relación que la que pueden tener los países de la Comunidad Andina, entre los cuales hay, incluso, conflictos limítrofes.
A fines del siglo pasado, desde 1990 en especial, comenzó a darse un fenómeno que Senkman describe como del descubrimiento de la italianidad o españolidad de los descendientes de los inmigrantes europeos en Argentina, lo que derivó en otro fenómeno también reciente, que es el de la doble nacionalidad.
Los descendientes de italianos y españoles, especialmente, comenzaron a valorar su ascendencia y a verla como una salida económica, por lo que comenzó un proceso de regreso a la tierra de sus antepasados, que ha dado resultados variados.
Muchos de estos migrantes que redescubrieron sus raíces europeas, partieron hacia la tierra de sus antepasados, pero nunca pudieron adaptarse o nunca fueron reconocidos por su distante familia, lo que derivó en una suerte de regreso a Argentina.
Desde hace varios años, las migraciones se han transformado en tema de estudio, pero en un mundo en el que las comunicaciones y las posibilidades de desplazmiento son cada vez más sencillas, el tema ya no puede circunscribirse a la investigación o quedar a cargo de un ministerio, sino que, como sostiene Senkman, deben ser tema de Estado.
Senkman accedió a mantener una charla con MDZ Online y entre otros temas, sintetizó la situación de la inmigración en el contexto de un mundo globalizado, en el que el movimiento de gente se ha convertido en una característica.
Lo primero que destacó el especialista es que, en el caso de Latinoamérica, se trata de una situación que afecta a todos los países, con casos extremos en los que hasta 20 por ciento de la población ha emigrado.
Como ejemplo, señaló que en EEUU hay aproximadamente 18 millones de latinos, de los cuales más de nueve millones son mexicanos, mientras que Guatemala figura entre los países que alcanzan una expulsión de 20 por ciento de la población a países del primer mundo.
En tanto, fuera de EEUU, los otros países receptores de inmigrantes latinoamericanos son europeos, especialmente Italia y España, y en menor medida Portugal y Francia.
El análisis de Senkman también abarca el movimiento interregional dentro de Latinoamérica, donde los tres países que más migración reciben son Argentina, Venezuela y Costa Rica, que son vistos con buenos ojos por los migrantes debido a la estabilidad política y económica que muestran.
Este movimiento de gente que traspasa fronteras en busca de la estabilidad económica y laboral lleva a situaciones que generan fenómenos hasta hace poco impensados, como el que relata Senkman de una mujer ecuatoriana que reside en España y que todos los días se comunica vía Skype con sus hijos, quienes están siendo cuidados por su abuela en el país de origen.
Este ejemplo sirvió como introducción para otro fenómeno que implican las migraciones actuales, que es el de la feminización de la inmigración. Senkman revela cifras significativas: en la actualidad, de cada cien personas que emigran en los países latinoamericanos, entre 60 y 70 son mujeres, quienes se desplazan especialmente para trabajar en el servicio doméstico en los países del primer mundo.
Todos estos cambios en la situación de las inmigraciones han llevado a que los gobiernos regionales comiencen a intresarse en conjunto por quienes se radican en otros países. De esta manera, Senkman señala la importancia de los acuerdos entre los países del Mercosur, que suponen mayor fortaleza en la relación que la que pueden tener los países de la Comunidad Andina, entre los cuales hay, incluso, conflictos limítrofes.
Regresar a la tierra de los abuelos
A fines del siglo pasado, desde 1990 en especial, comenzó a darse un fenómeno que Senkman describe como del descubrimiento de la italianidad o españolidad de los descendientes de los inmigrantes europeos en Argentina, lo que derivó en otro fenómeno también reciente, que es el de la doble nacionalidad.
Los descendientes de italianos y españoles, especialmente, comenzaron a valorar su ascendencia y a verla como una salida económica, por lo que comenzó un proceso de regreso a la tierra de sus antepasados, que ha dado resultados variados.
Muchos de estos migrantes que redescubrieron sus raíces europeas, partieron hacia la tierra de sus antepasados, pero nunca pudieron adaptarse o nunca fueron reconocidos por su distante familia, lo que derivó en una suerte de regreso a Argentina.
Desde hace varios años, las migraciones se han transformado en tema de estudio, pero en un mundo en el que las comunicaciones y las posibilidades de desplazmiento son cada vez más sencillas, el tema ya no puede circunscribirse a la investigación o quedar a cargo de un ministerio, sino que, como sostiene Senkman, deben ser tema de Estado.
Alejandro Frias
fuente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/408992-las-nuevas-migraciones-bajo-la-mirada-de-leonardo-senkman/
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