El escritor gaditano Luis García Gil analiza en 'Cantares y huellas' todas las canciones del cantautor
En el libro rastrea también las influencias y la dimensión poética del músico
por NÚRIA MARTORELL
BARCELONA
Verso a verso. Canción a canción. Disco a disco. El rastreo ha sido minucioso, exhaustivo, detallado. Y actualizado.
El escritor gaditano Luis García Gil ha querido poner al día esa primera aproximación a Joan Manuel Serrat que publicó en el 2004 (y tituló Serrat, canción a canción) en su nuevo libro, Serrat cantares y huellas. El texto original ha sido revisado y enriquecido en 435 páginas, con nuevo material de archivo y fotográfico, y un prólogo de Ismael Serrano que se adjunta al anterior, de José Ramón Pardo.
¿Por qué era necesaria esta revisión? «Cuando publiqué el primero ya lo consideré como un libro abierto, en la medida que su obra crece permanentemente. Y de entonces hasta ahora, Serrat ha entregado dos discos muy relevantes: Mô, en catalán, en el que recupera mucha de su esencia creativa, y este segundo de Miguel Hernández tan importante», responde Luis García Gil a este diario.
El escritor subraya que esta «actualización también era necesaria» porque le ha permitido «reelaborar muchos capítulos para la ocasión», como el dedicado a Mediterráneo. «Un disco que en las sucesivas encuestas sigue apareciendo como un álbum de referencia, que este 2011 cumple su 40º aniversario, y que he querido analizar más a nivel poético». Una curiosidad: esta fue la primera canción de Serrat que escuchó de un vinilo de su hermano. Tenía 13 años.
Material gráfico
Más aportaciones: «Planteo la posibilidad de que la canción Qué va a ser de ti, el narrador pueda ser una madre y no un padre. Y es que los que no dejamos de escuchar e investigar a Serrat siempre encontramos cosas nuevas. Y otro apartado en el que he profundizado es sobre la relación de la poesía y su canción, algo muy importante para entender de dónde ha salido y cómo ha influido en otros artistas».
García Gil sostiene que al libro del 2004 «le faltaba cuidar más la cuestión visual». De ahí que las páginas centrales estén repletas de carteles «que ayudan a seguir su evolución». Y relata que se entrevistó con el cantautor para esta nueva edición, tras recordar que el propio Serrat quiso que fuera él quien comentara sus piezas en su cancionero oficial, que tituló Serrat-Algo personal (2008). «Dijo que yo soy el que más sabe de su obra. Y por eso en el mío reivindico canciones que están muy olvidadas, como Mil años hace, de 1978, en la que explica la historia de Catalunya en seis minutos».
Para la presentación del libro, García Gil (Cádiz, 1974) contó ayer con las inspiradas actuaciones de Sílvia Pérez Cruz (que mezcló Cançó de bressol con Pare), Névoa (De mica en mica) y Joan Isaac (La tieta), así como la presencia del propio Serrat, Miquel Pujadó y del poeta Joan Margarit. Suyos son los versos de Somriure, la canción que abre Mô rebautizada como Mala Mar. ¿Cómo definiría usted a Serrat? «Necesito solo tres palabras: Algú ens estima», suelta Margarit. «Cuando yo era pequeño -recuerda- me costaba mucho entender eso de que debíamos querernos los unos a los otros. Es una frase tremenda, pero ¿cómo se hace ésto con alguien que no conozco? Y llegué a la conclusión que haciendo poemas. Y a Serrat le pasa lo mismo. Cuando escuchas sus canciones, tienes la sensación de que te quieren; que te calientan; que son también su casa. Que son de alguien que nos quiere».
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