jueves, 17 de mayo de 2007

ALEJANDRO DREWES

FLORES QUE IRREPARABLEMENTE

Nuestro oficio es duro,
sólo por el pan del día
y la mujer de la noche.
Desde el fondo sombrío
de la Historia roja luchamos, lucharemos.

Somos piadosos como
piadoso es el nórdico viento
y asolamos las ciudades más bellas,
mientras los cadáveres de los otros
hieden, y los nuestros.

Armado brazo en la locura
de generales y reyes,
somos la oscura fuerza
que mueve los mundos,
el infierno en el alma del Hombre.

Obscenas flores que irreparablemente
marchan.

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