El actor y director Max Berliner recibirá un reconocimiento a su trayectoria en el mundo del espectáculo durante la entrega de los premios Martín Fierro que se realizará el próximo domingo en la ciudad de Buenos Aires.
Berliner, de 92 años, es considerado como uno de los últimos referentes del teatro judío y uno de los precursores en la difusión de la lengua idish.
“Estoy contento, tuve que esperar 92 años para que llegue este premio pero estoy muy contento porque llegó en un momento muy especial, de mucha emoción. Esto es algo que seguramente me lo merezco porque son 87 años de teatro, una vida”, afirma el legendario actor en una entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Como lo dice el mismo Max “nunca es tarde” para recibir una distinción a una trayectoria impecable, que pese a los años lo encuentra en la cúspide con una gran actuación en la obra “Mateo” que le permitió cosechar grandes elogios de la crítica.
“Sin duda me ayudo mucho mi laburo en ‘Mateo’, obra en la que hago un personaje muy importante y es algo que me da mucho impulso para seguir trabajando, es un personaje creado por mi y el director Guillermo Cacace”, cuenta el actor al referirse a esta obra que protagoniza junto al actor Roberto Carnaghi, que estuvo presentándose en el Teatro Nacional Cervantes.
Luego de pasar con la obra por Salta, Jujuy, Mar del Plata y Rosario, Max, quien en una brillante actuación logra humanizar la imagen del caballo, tuvo que bajarse antes de la última parada de la gira, Formosa, para poder asistir a la entrega del premio que se le otorgará en la noche de los Martín Fierro.
“Los jubilados creen que cuando se jubilan dejan de crear, pero el crear es la esencia del ser humano. Hay que hacer cosas y esto que estoy haciendo me da impulso para crear y hasta que pueda seguiré creando. Hago obras, escribo obras, leo una novela y ya preparo algo si se presta”, explica el actor, tras ensayar su próximo espectáculo “La luz de mis ojos” que presentará próximamente.
Por eso, Max, quien ya comenzó a proyectar una nueva propuesta sobre un libro de Osvaldo Bayer que prefiere mantener aún en reserva, cuenta que este premio a su trayectoria le da “mucho ánimo para salir adelante” y aclara que el fracaso no lo asusta, ni disminuye su creatividad.
El teatro y el idish
Nacido en Varsovia el 23 de octubre de 1919, Berliner se mudó con su familia a la Argentina, cuando él tenía dos años. Su madre era costurera y su padre broncero, y se mudaron al barrio de Once.
A los cinco años de edad, Max Berliner, quien trabajaba en una fábrica de camas, debuta en una obra teatral, con un parlamento en idish, en una obra de Sholem Aleijem, Inmigrantes. “Me acuerdo que mi padre no quería un hijo doctor sino actor y buscaba entidades de polacos judíos hasta que se acercó a un grupo que hacía una obra y necesitaba un pibe de cinco años, tengo la foto”, cuenta.
Justamente al hablar de sus primeros pasos sobre las tablas, Max recuerda sus obras en idish, en las que se destaca la cultura judía. “En cada obra que hago con mi grupo trato de poner algo de temática judía para que los no judíos conozcan nuestra cultura”, aclara.
“Empecé a los cinco años así que son 87 años de actividad artística. Cuando empecé lo hice en idish que era mi idioma, luego empecé con el castellano y a los 18 años cree el grupo ARTEA y luego abrí la sala ARTEA”, relata el actor y director.
En esa aventura de contar con la sala propia también participó su esposa la actriz y pintora Rachel Lebenas. Pero por razones ajenas a su voluntad, el teatro que en cada butaca tenía el nombre de un actor judío no pudo mantenerse abierto.
“El teatro idish desapareció, yo trato que en cada obra haya un momento judío. Pero si no nos jugamos no se puede revertir esto. Es cierto que trabajar y ensayar dos meses para una noche no tiene sentido, pero tratemos de incorporar el idish entremezclado con los textos.
Somos los únicos que estamos sobreviviendo y manteniendo un poco el idish”, asegura el actor, que desde 1947 ejerció como profesor de teatro y música en idish en la escuela Sholem Aleijem, durante casi 60 años. Por su trabajo, la escuela bautizó a su salón de actos con el nombre de "Max Berliner".
Max, quien fue protagonista de La Patagonia Rebelde y de Highlander II, lamenta la desaparición del idish y responsabiliza en parte a las autoridades de Israel que decidieron reemplazarlo por el hebreo.
El actor señala que había cuatro diarios en idish y desaparecieron todos porque desde Israel se decía que el hebreo era el idioma. “Estoy de acuerdo, pero no eliminemos el idish”, reclama Max, quien también se destacó por sus interpretaciones en El gaucho judío y Plata Dulce, además de personificar a Albert Einstein en una obra presentada en el Teatro San Martín.
Lo cierto es que el idish comenzó a desaparecer cuando seis millones de judíos fueron asesinados en el Holocausto, apunta Max.
“El
idish no tuvo continuidad porque se lo sacó de las escuelas y se lo
cambió por el hebreo. El idish no es un dialecto es un idioma y el
teatro en idish está desapareciendo, hubo diez teatro en idish. Si
hubiera unos miles como yo haríamos el teatro idish llenando las salas”,
desafía Berliner, quien se prepara para su noche en la entrega de los
Martín Fierro.
Foto: diario Perfil
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