lunes, 31 de marzo de 2014
DR. MARCOS AGUINIS: Los manuscritos perdidos del señor Kafka
Por Marcos Aguinis | LA NACION
Cinco minutos antes de que los nazis cerrasen las fronteras de Checoslovaquia, en el último tren que salía de Praga, pudieron fugar los principales manuscritos de uno de los referentes máximos de la literatura moderna, hasta entonces poco conocido. El épico salvataje fue realizado por Max Brod. Los papeles pertenecían a Franz Kafka, su mejor amigo.
Ambos habían deseado instalarse en Tierra Santa. A Kafka lo detuvieron las cadenas de su tuberculosis. Brod recién decidió dar el gran paso cuando se tornó fulminante el avance del nazismo. Antes de morir, en un gesto coherente con la asfixia y el estupor de sus personajes, Kafka imploró que todos sus cuentos, novelas, cartas, ensayos, borradores, diarios y dibujos fuesen quemados. Era una prueba de autoodio, o de escepticismo, o de venganza. Pero también podía haber funcionado una visión profética que le permitió ver las hogueras que transformarían en cenizas los libros judíos y él habría optado -con la valentía de los lejanos héroes de Massada que conoció en sus estudios de historia-, en no darles ese placer a los verdugos. En Massada habían resistido varios centenares de judíos a la demolición que los romanos aplicaban a su país y, ante la derrota inminente, prefirieron darse la muerte entre sí mismos que ser degollados por los invasores.
Son conocidos los méritos de Max Brod. No sólo desobedeció a su amigo para salvarle la herencia y convertirlo en un punto cardinal de la literatura planetaria, sino que escribió mucho sobre él y se esmeró por difundirlo con pasión. Aún no apareció el libro que describa con suficiente fuerza el conflicto que ardió en el corazón de este hombre, conminado a decidir entre dos voluntades: la de su amigo y la de su conciencia de escritor. Gran parte de los manuscritos fueron a resguardarse en la Bodleian Library de Oxford. Pero un considerable remanente continuó en manos de Max Brod hasta su fallecimiento en 1968. Era un tesoro inquietante y, también, el recuerdo de la traición con que inmortalizó a su admirado amigo. La secretaria de Brod, Eva Hoffe, se ocupó de conservarlo, desobedeciendo a su jefe, que ya deseaba ponerlo al alcance del público. Esta desobediencia no fue tan altruista como la de Brod en su momento, porque en lugar de poner ese material precioso al alcance de lectores e investigadores, lo guardó en seguras bóvedas de bancos suizos e israelíes. Una porción fue vendida al Archivo de Literatura Germánica de Marbach por una considerable suma de dinero. Las hijas de Eva pretendieron seguir ese ejemplo egoísta.
Lo notable de semejante e infrecuente historia es que reproduce el clima creado por el mismo Kafka en casi todas sus obras. El adjetivo "kafkiano" -del que se hace uso y abuso- calza perfectamente. Hubo un juicio. El juicio fue tan largo como en El Proceso, porque se dilató por décadas. El final parecía haberse acercado cuando la justicia israelí falló en favor de la Biblioteca Nacional con sede en Jerusalén. Iba a ser un final glorioso. Pero como se trata de un asunto "kafkiano", la única hija sobreviviente de Eva Hoffe anunció su voluntad de apelar. Es decir, aún queda abierta la cuestión. Sigue el clima de incertidumbre. Y angustia.
Dora Diamant fue una periodista que conoció Kafka en una colonia de vacaciones judía. Provenía de una familia ultraortodoxa, de la que huyó en busca de oxígeno. Pero mantenía su entusiasmo por la cultura judía, que compartió con Kafka durante años. Se instalaron en Berlín. La paz no duró mucho tiempo, ya que los pulmones afectados del escritor lo obligaron a regresar al detestado hogar paterno de Praga. Dora, sin embargo, se convirtió en el custodio de veinte cuadernos y treinta y cinco cartas que finalmente le confiscó la Gestapo en 1933 en uno de sus asaltos iniciales. Aún sigue la búsqueda de este material, cuyo destino da lugar a especulaciones fantásticas, como no podía ser de otra forma.
Franz Kafka fue un joven idealista interesado por el socialismo, el anarquismo y el sionismo. Estudió hebreo y asistía con fervor al revolucionario teatro en idish de Praga. Como si hubiese desplazado a su literatura la prohibición de pronunciar el nombre de Dios, jamás incluyó la palabra judío en sus obras. La excluyó obstinadamente. Constituye otro de los misterios sobre los que no se han podido poner de acuerdo los exégetas. Es su sanctasantorum personal al que no tienen acceso los demás hombres. Igual que varios otros sanctasantorum que pueblan sus perplejizantes ficciones, donde el asombro reemplaza a la razón.
Antes de descubrir su vocación literaria, creyó estar destinado para las ciencias naturales, la historia del arte y la filología alemana. Terminó cursando Derecho, donde tuvo como maestro a Alfred Weber, hermano de Max Weber. Fue quien lo introdujo en los claroscuros de deshumanización que aparecían en la sociedad industrial, le dirigió la tesis doctoral y ejerció un importante influjo al hacerle percibir las contradicciones entre el progreso y la dicha.
La personalidad compleja de Franz Kafka desalienta cualquier intento de abarcarlo en su totalidad. Temía ser percibido de forma repulsiva pese a su aspecto pulcro y austero, su veloz inteligencia y un frecuente sentido del humor. Tenía los ojos potentes para ingresar en el mundo oscuro y percibir los desconciertos humanos. Pero cuando leía algunos de sus capítulos a los íntimos, les hacía soltar carcajadas. Alternaba los encuentros sociales con espacios compactos de soledad, como los que vivió en un pequeño cuarto del imponente castillo de Praga, en la callejuela de los alquimistas, donde aún hoy pareciera venir a nuestro encuentro con el peinado de su abundante cabello oscuro con raya al medio, mirada triste, pómulos enflaquecidos por su enfermedad, orejas abiertas a todos los sonidos y labios soñadores que guardan muchos secretos.
Su primera novela, Beschreibung eines Kampfes (Descripción de una lucha), habla de los conflictos internos que el narrador despliega en primera persona ante otro personaje. Expresa la inseguridad vital permanente por la intromisión de lo improbable en lo probable, de lo fantástico en lo real. Fue un milagroso anticipo de toda su obra, como si ella ya hubiese sido escrita antes de su propio nacimiento. Borges lo admiró tempranamente y fue uno de sus primeros traductores. Lo comparó con Zenón de Elea, cuyas paradojas y aporías trataban de demostrar que las sensaciones del mundo son ilusorias. Uno de las más populares relatos de aquel sofista fue la carrera entre Aquiles ("el de los pies ligeros" con una tortuga. Los sofismas pueden ser finalmente destruidos, pero nunca cesan de provocar la inquietud de que mucho se nos escapa del claro entendimiento. Y ahí reside el más grande yacimiento de la literatura que no cesa de explotarse, desde los cuentos infantiles hasta las creaciones del realismo mágico.
No es casual la sorpresa que produjo la transformación en un escarabajo gigante del aburrido viajante de comercio Gregor Samsa en La metamorfosis. Allí se trenzan la realidad cotidiana con una insondable distorsión de los sentidos. Pero también nace una desembozada forma de expresar los abismos de la imaginación. Por eso, Franz Kafka no sólo quedó instalado en la galería de los genios, sino que voló hacia la galaxia de los mitos.
Ahora, el mejor homenaje que se puede rendir a este autor universal es que buena parte de los escritos dibujados por su mano residan en Jerusalén. Es como llevar a Jerusalén a los inolvidables héroes de Massada..
Fuente: DIARIO LA NACION.COM
martes, 18 de marzo de 2014
ESPAÑA: La comunidad judía lamenta la pérdida de Jaime Vándor , intelectual, poeta, escritor judío sobreviviente del Holocausto(Shoá).
Acaba de dejarnos una gran persona, el profesor Jaime Vándor.
Superviviente del Holocausto, marcado de por vida por la experiencia en el gueto de Budapest, Vándor con su madre y hermano fueron salvados por Ángel Sanz Briz y Giorgio Perlasca de la deportación de los judíos húngaros a Auswchitz antes de establecerse en Barcelona.
Vándor desarrolló una incansable labor pedagógica sobre el Holocausto y la cultura hebrea en sus muchos años de docencia en el departamento de Lenguas Semíticas de la Universidad de Barcelona además de una brillante labor intelectual a través de la escritura tanto de ensayo como de poesía publicando entre 1989 y 2005.
Siempre interesado por la literatura creó en 1957 la biblioteca de la Comunidad Israelita de Barcelona que dirigió hasta 1967. Junto con Roser Lluch fundó la Asociación de Relaciones Culturales España Israel antes que ambos países tuvieran relaciones diplomáticas, entidad que se convirtió al cabo del tiempo en Associació de Relacions Culturals Catalunya Israel con la que no dejó de estar involucrado. Asimismo fue socio fundador, junto a las Hermanas de Nuestra Señora de Sión y de Carlos Benarroch Z"L, de la Entesa Judeo-Cristiana de Catalunya que durante muchos años llevó a cabo la labor de acercar a ambas religiones. Asimismo ha sido miembro de otras instituciones culturales y hasta ejerció de canciller del Consulado de Israel en Barcelona entre 1994 y 1997.
La Federación de Comunidades Judías de España lamenta la pérdida de tan valiosa persona y acompaña a su familia y amigos en estos momentos.
Que esté su alma atada a los lazos de la vida eterna.
Revista de Letras: "La cultura no es ninguna salvaguardia contra la barbarie"
La Nueva España: «El Holocausto nos enseñó cosas terribles que no sabíamos de nosotros mismos»
El Mundo:El horror del Holocausto, en primera persona
Vídeo de una de sus últimas entrevistas sobre el Holocausto para Protestante Digital.
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sábado, 15 de marzo de 2014
ANA FRANK, la niña judía asesinada por los nazis en un campo de concentración y exterminio durante la Segunda Guerra Mundial.
Un día como hoy, hace 69 años, murió en Alemania la niña judía Ana Frank recluida en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy es recordada por haber legado a la humanidad uno de los más apasionantes y desgarradores relatos de la guerra: el "Diario de Ana Frank".
Ese mismo escrito que más de 20 años después leería Nelson Mandela estando en prisión y le daría las fuerzas necesarias para continuar su lucha contra el apartheid: "En prisión muchos de nosotros leímos el Diario de Ana Frank, obtuvimos mucho aliento de ella. Nos enseñó sobre la invencibilidad del espíritu humano".
fuente:https://www.facebook.com/arteeslocura
Ana Frank:
Annelies Marie Frank Hollander, conocida en español como Ana Frank, fue una niña judía alemana, mundialmente conocida gracias al Diario de Ana Frank, la edición en forma de libro de su diario íntimo, ... Wikipedia
Fecha de nacimiento: 12 de junio de 1929, Fráncfort del Meno, Alemania
Fecha de la muerte: marzo de 1945, Bergen-Belsen, Alemania
miércoles, 12 de marzo de 2014
BUENOS AIRES: 17 DE MARZO 1992 Atentado a la Embajada de Israel en Argentina-- Total 29 personas asesinadas y 242 heridas.
EL TERRORISMO MATA !!!
ACTO CENTRAL
Debido a la celebración de Purim
el día 17, este año el acto central
tendrá lugar el
MARTES 18 DE MARZO,
a las 14.00 hs. Como siempre en
la Plaza Embajada de Israel,
Arroyo esquina Suipacha.
CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES
NO OLVIDAR !!! NO PERDONAR !!!
HAGASE JUSTICIA !!!
El 17 de marzo de 1992 a las
14:47 hs, una camioneta repleta
de explosivos estalló en la
Embajada de Israel, en calle
Arroyo 910 de la ciudad de
Buenos Aires asesinando
Embajada de Israel, en calle
Arroyo 910 de la ciudad de
Buenos Aires asesinando
a 29 personas e hiriendo a
otras 242.
otras 242.
El atentado fue planeado por
fanáticos terroristas
musulmanes iranies con
apoyo de su gobierno.
Han pasado 22 años y los
culpables no han sido
detenidos ni juzgados.
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