jueves, 8 de septiembre de 2011

ESPAÑA: Manuel Quiroga Clerigo conversa con Joaquín Diaz, folklorista y cantante



JOAQUÍN DIAZ:

“A LA CULTURA NO LA AYUDAN NUNCA”.


CONVERSACIÓN CON EL GENIAL CANTANTE Y FOLKLORISTA.


En algún momento Joaquín Díaz ha dicho que “La esencia del arte es la comunicación entre el artista y el público”. El folklorista lleva publicados más de cincuenta libros en relación con los temas que le apasionan. Entre ellos se encuentran romances y canciones, cuentos, expresiones populares y otras cuestiones que se encuentran bajo el epígrafe de tradición oral, trabajos que se han ido ampliando en los centenares de artículos y ensayos que han ido apareciendo en las distintas publicaciones especializadas y de divulgación que existen tanto en España como en otros países. De su faceta de autor, incluso cantautor de sus propios temas y de composiciones ajenas, ha grabado cerca de setenta discos, incluso con las nuevas técnicas de grabación que el mundo de la música siguen haciendo suyas. Desde 1980, año de su creación, es Director de la Revista de Folklore así como de la Fundación que lleva su nombre. Su actividad en la localidad vallisoletana de Urueña es notable y a él llegan constantemente creadores de todo tipo desde folkloristas, cantantes, universitarios y estudiosos de las tradiciones orales para intercambiar opiniones, agilizar ensayos o confrontar teorías. Díaz es, también, Presidente de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción y en el año 2008 la Academia de la Música le concedió el “Premio a Toda una Vida” por su dedicación a los referidos temas. Todo ello confluye nos permite considerarle como un apasionado defensor de todo aquello que pueda considerarse patrimonio cultural de España, trabajando de manera intensa en aquellas acciones que favorezcan su divulgación en todos los sectores sociales.“Música, tiempo y espacio: la interpretación de la música tradicional” es el título del taller ofrecido en los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el Palacio de la Magdalena de Santander. En intervenciones como ésta Díaz sigue estudiando aquellos espacios culturales del pasado que puedan servir de referencia al mundo actual. Es así como desde los iniciales territorios de la música como intérprete fue pasando a su estudio y considerando la implantación de los diversos modelos en los ámbitos contemporáneos como base de toda la música.

Es noticia su presentación en la SGAE de su disco de 1965 “Esperando el Estéreo”, que contiene temas inéditos en la voz y la guitarra del genial artista, al tiempo que la productora Rama Lama Músic ha editado los primeros recitales de Díaz también de 1965. Pero es la publicación de sus iniciales grabaciones con temas que han permanecido inéditos hasta la fecha. Sus amigos Elena Causo y Luis de la Fuente conservaron las canciones en un magnetofón de su propiedad hasta que Rama Lama las ha puesto al alcance del público. Luis Delgado, que comparte la pasión por la música del propio Diaz, ha trabajada sobre aquellas viejas pero bien conservadas cintas de casetes para ofrecer un precioso CD. Todas las canciones han sido remasterizadas originalmente y su resultado es una colección de música para la nostalgia y el recuerdo. 29 temas desde “Jesse James” o “Farevell” hasta “Mary´s boy child (Christmas Day)” y “Foggy mountain top”contiene esta edición del universo musical en el cual Joaquín Díaz sigue trabajando.

-Joaquín, quiero en primer lugar que nos hables brevemente de tu disco con esas primeras grabaciones inéditas.

-El disco es una recopilación de grabaciones antiguas que no habían salido nunca a la luz. Las guardaron unos amigos por amistad, quizá con buen criterio, y que corresponden a una época de mi vida muy ilusionante y muy fértil en muchos sentidos. Eran momentos en que me movía mucho, viajaba con frecuencia. Eran los años sesenta y tantos y trataba de salir de aquella situación como podía...

-De oscuratismo.

-Efectivamente, tenía cierta obsesión por salir de aquella situación, de aquel estado de cosas en que se encontraba España. Y todo eso se vino a traducir en una serie de canciones que, por casualidad, hemos tenido la suerte de que se conservaran y hoy podamos escucharlas finalmente en este CD bien editado. Es un disco muy puesto al día con las nuevas técnicas que hace que la música gane en todos los aspectos.

-¿Qué ofrece este trabajo para las personas más jóvenes, como mi amigo mexicano Benjamín Valdivia que nos acompaña?.

-Digamos, aunque parezca algo pretencioso, que es un disco internacional. Lo es en la medida en que no contiene títulos españoles, que precisamente empiezo a cantar en el año 1967. Son por tanto canciones de muchos países. Y es que en ese año citado, 1967, me doy perfecta cuenta que todas esas canciones de otros países se podían traducir al español. Llega un momento en que pienso que todas las canciones que oíamos, o que se decían, en inglés podían decirse en nuestro idioma. Y así es como realmente en el mundo de la discografía yo comienzo en español.

-Supongo que cada canción tiene sus motivaciones, sus circunstancias pero, por ejemplo, me resulta curioso el encontrar la número 24, “Yerushalam shel zahav”, que es un motivo israelí y que tiene algún tono así como sefardí. ¿Por qué existe precisamente este título dentro de esa trayectoria, y que significado tiene, si es que tiene alguno?.

-Ciertamente cada canción tiene su propia historia. Y realmente son historias bonitas. En el caso de esta pieza la conocí en un viaje que hice a Las Vegas. Estaba oyendo a una cantante de cabaret, una buena cantante que tocaba el piano. Después de su actuación le pido que me de la partitura, con ánimo de interpretarla. Y sucede que, al cabo del tiempo, cuando me preocupo de recuperar la historia de la pieza veo que la compone una cantante israelí en un momento dado. Pero, aquí viene el interés, esa cantante israelí había escuchado una nana que alguien le había cantado en su país. Y resulta que es una nana vasca. Entonces dices, bueno si no existe la casualidad es que tiene que haber algo más. Se trata de unos círculos por donde circula la música que a veces son impredecibles.

-Estamos ante una globalización prematura.

-Una globalización muy interesante, yo diría mejor un anillo mágico que envuelve al arte.

-¿Cómo están los estudios de folklore en nuestro país?, ¿cómo se desenvuelven, estudian, dan a conocer estos estudios?.

-Independientemente de que haya habido grandes estudiosos, que los ha habido en una tradición tan rica, siempre hemos tenido enfoques distintos. En la actualidad la gente joven que empieza a estudiar música, que comienza con la musicología y la etnomusicología, está muy interesada en conocer no sólo la riqueza del pasado, sino también los recursos que ha seguido o que ha utilizado la tradición para mantenerse viva a veces cientos de años. Es preciso decir que no todo lo que nos llega, y apellidamos tradicional, lo es; a veces no tiene tanto valor, tanto interés. Pero lo importante es esa selección que nosotros hacemos. Para mí, en concreto, la tradición siempre ha sido como un catálogo de respuestas de lo que el entorno nos ofrece. El individuo le pregunta cosas al entorno.

-Es el vivir la cultura popular, casos como los romances de ciego que yo mismo he conocido.

-Eso es. Todo eso son respuestas. No hace tantos años se oían en El Rastro, en el Madrid antiguo.

-¿Hay muchos estudiosos en esa órbita?.

-Sí, los hay, aunque todos estos estudios dependen mucho del interés de las personas, como no haya quien esté preocupado por ello, como no esté atento en sacar adelante una idea no se llega a ninguna parte.

-¿Colaboran las instituciones, en vuestro caso la Junta de Castilla y León, etc?.

-La Junta, y cualquier institución, lo que debe hacer es responder a las demandas de la sociedad. Pero ahí también importa mucho quienes estén al frente de esas instituciones. Yo recuerdo las épocas en que Andrés Ruíz Tarazona tenía responsabilidades en el ámbito de la música, su actuación o su estímulo se notaban mucho. Es, digamos necesario que alguien empuje, que tire del carro, que anime, para que los demás trabajen.

-¿Existen grupos activos, gente que trabaja día a día, como aquellos casos de Mocedades, Agua Viva, Vino Tinto, Trigo Limpio,etc.etc?. En Cantabria existen grupos como Luétiga, otros llamados piteros o los de gaita y tamboril que investigan en la música popular, en Segovia los grupos de dulzaina y tamboril, en Castilla algunos que hacen música de rabel, construyendo ellos mismos sus instrumentos.

-Existen menos. Curiosamente ha habido un momento de transición, dándose algunos casos en que aquellas personas que fueron tan activas, aquellos grupos que trabajaron con intensidad, están dado el testigo a gente joven que siguen en esa actividad. Se está dando, incluso, algún caso de grupos en que gente joven y gente mayor están haciendo las mismas cosas.

-¿Tienen futuro estos estudios, estos grupos, el folklore, las tradiciones y la música popular en España en general?.

-Yo desde luego les veo un gran futuro. Probablemente habrá que estudiar esas tradiciones, verlas de una forma particular, intentar convencer a los jóvenes de la necesidad de investigar en el pasado, ir transmitiendo esos conocimientos de una manera clara y amena. Pero el futuro es grande, yo lo sigo viendo con gran ilusión.

-Y en Urueña, ¿qué hacéis exactamente?.

-En Urueña tenemos una Fundación cuyo cometido es, precisamente, el de preservar todas esas tradiciones, todo ese folklore común. Trabajamos para que la gente lo valore, tanto a través de los medios propios que tenemos como a través de la gente que nos visita, que es mucha y que siempre colabora con nosotros.

-¿Qué tipo de personas acuden; mas bien de España, del extranjero?.

-Sí, de toda España va mucha gente, y realmente nos ayuda mucho en la intensa tarea de difusión. Pero también llegan muchos interesados de otros países, sobre todo de América. Con frecuencia aparecen alumnos de Ismael, que también los lleva a Urueña para hacer simposios sobre patrimonio inmaterial. Y estoy encantando del entusiasmo que demuestran tanto esos alumnos como otros que acuden. Hablo de personas que llegan de Caracas, de México, de Perú. Hoy mismo tenemos entre nosotros un excelente músico peruano que toca muy bien la guitarra, un percusionista venezolano que es impresionante. Ellos demuestran una gran ilusión y nos la transmiten a nosotros. Yo, concretamente, sigo en Urueña con una ilusión siempre renovada.

-¿Para todo eso ayuda nuestra cultura, nuestra historia cultural, ese acercamiento con esos países o esa capacidad para conocer o mostrar las tradiciones o las costumbres de todo tipo, entre ellas las que afectan al folklore, la música, el arte visual, etc?.

-Si, todo ello nos facilita el llevar a cabo un trabajo constante y siempre en expansión.

-Terminamos hablando de nuevo de las instituciones y de los posibles patrocinios que requieren dedicaciones como esta: ¿cómo afecta la crisis a todo este entramado del folklore, de la creación musical, etc?.

-Yo creo que le afecta menos que a otros sectores. Como a la cultura no la ayudan nunca, en momentos de crisis le da lo mismo. Sigue viviendo.

Manuel Quiroga Clérigo.

Madrid, 2011


fuente: recibido directamente

del autor, excelente poeta, escritor,

ensayista y sociólogo al que agradezco

y felicito por su constante indagar

en el ser humano, en la cultura,

en la literatura,etc.




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