Dios mío Compañera Jefa, si no le ponen un poquito más de garra al “Gobernando por un Sueño” no va a levantar cabeza nunca más. Su programa de televisión, que ahora no sólo va en cadena nacional sino que encima pasó al prime time, tiene todo para ser un éxito . Pero si no se pone en manos de gente que sea realmente del palo, vamos directo al fracaso. Una hora y pico, en el prime time de un lunes no es joda. Créame que las 22 hs no es para cualquiera. Allí han sabido morder el polvo de la derrota hasta los más grosos. Si realmente somos machos y machas, y pedimos el prime time, después hay que bancársela .
Por el bien del proyecto nacional, le pido que escuche a los que saben y no se boicotee más.
Se lo digo sin vueltas: la única razón por la que todavía no le levantaron el programa es porque usted es la Presidenta y hace lo que se le da la gana (con la tele, con nosotros y con el país en general) . Pero no abuse. No sea golosa porque el público es impiadoso y cuando se hincha, se hincha.
No la voy a aburrir con ratings, cifras y números porque se me va a deprimir. Un buen productor siempre debe mantener en alto la autoestima del conductor del programa. Además, para aburrir con números y cifras está usted, que lo hace mejor que nadie .
Pero para que sepamos de qué estamos hablando, le cuento que la emisión del “Gobernando” que salió el lunes pasado en prime time recibió, por ejemplo, de “Graduados” (Telefe) 24,5 puntos de rating a las 22.21 hs. Una maravilla. Más no se puede pedir.
Pero en diez minutos ya se había desmoronado a 15,9. Y a las 23.03 se hundió en 11 puntos. Morirse. A las 23.27 terminó la cadena después de una hora y nueve minutos de un ágil discurso y retornó “Graduados” que en sólo 9 minutos (a las 23.36) duplicó el rating y clavó unos gloriosos 22 puntos. O sea, empezó la cadena y se fueron todos, y a las 11 y media de la noche un grito unánime atravesó la República: “Dale vieja, volvé que ya terminó de hablar y sigue Graduados!!” Para colmo después de las 23 horas se produjo un hecho histórico: tenían más rating los canales de cable que los de aire. En otras palabras: o a medio país le agarró un ataque de Discovery Channel o acá hay algo que no anda bien .
Usted no se puede exponer a esta humillación. ¿Qué necesidad tenemos de poner en riesgo su prestigio de tantos años, Jefa? ¿Quién es el productor general de este verdadero Waterloo del campo popular??
Humildemente, a mí nada de esto me sorprende. Hace rato que el “Gobernando” viene haciendo sapo. Una semana antes ya habían volcado cuando transmitió desde Villa Martelli conectando vía satélite con Venecia para inaugurar el Pabellón de la Bienal. Como idea no era mala. Tampoco es para decir uy uy uy qué increíble lo que se les ocurrió a estos tipos .
De hecho, Pipo Mancera ya lo hacía en los 60, Mónica Presenta y VideoShow con Cacho en los 80, y desde los 90 para acá lo hicieron todos. Yo entiendo, ¿les gusta el satélite?, ¿los deslumbra la cosa internacional? Ok, dale. Pero manden un equipo experimentado que sepa maniobrar el delay del audio, y lo más importante de todo: que el movilero sea un tipo piola. No se puede hacer semejante esfuerzo de producción para que el movilero termine siendo… Timerman !!!
Así no hay proyecto nacional que resista. Si hay una persona en todo el campo popular que no está en condiciones de pararse con un micrófono en la mano, ese es Timerman. Todos sabemos que el tipo es flor de canciller , pero como movilero es una catástrofe. Fue tan malo que la obligó a usted a violar una ley sagrada de la televisión: nunca se humilla a un colaborador en cámara. Cuando usted le dijo “vamos, vamos, Héctor, corte la cinta de una buena vez”, literalmente lo incendió y destruyó para siempre la fugaz carrera del pobre tipo. Sugiero un urgente casting de movileros.
Y ni se le ocurra reemplazarlo por Boudou .
También le paso dos tips en el arte del monólogo. Regla número 1: nunca más de 10 minutos, 12 a los sumo, 15 en una locura ¿Una hora y diez minutos?!!! ¡Si se entera Perón la mata! Fue un suicidio audiovisual. Lo bueno si breve, dos veces bueno.
Y si es malo, mejor que termine rápido .
Segunda ley de oro: el monologuista de televisión siempre habla a cámara. Cuando su locutora oficial anuncia (con el mismo entusiasmo de un presentador de box) “habla al país la presidenta de los 40 millones de argentinos” es porque se supone que usted le habla al país. O sea, usted tiene que hablar a cámara. (Entre paréntesis, no sé por qué insisten con los 40 millones . Son 21.600.000 argentinos y 18.400.000 húngaros. No se discute más).
Sin embargo, usted nunca le habla al país, le habla a un grupo de tipos. A veces son industriales, a veces son obreros, pero nunca le habla al tipo que está en su casa. Error. No puede ser que todos tengamos que mirar cómo usted le habla a otros tipos. Eso no es “habla al país”. Eso es “ella le habla a ellos y todos nosotros observamos como ciudadanos voyeuristas”.
En realidad, usted le tiene que hablar al tipo que está en su casa, recién llegado del laburo, satisfecho por la tarea realizada, orgulloso porque se acaba de bajar del Roca , y feliz de prender la tele y encontrarse con un discurso suyo de una hora y diez en cadena nacional.
Mírelo fijo. Atraviese el vidrio. Transmita confianza, sabiduría y un poquito de miedo. Y dígale cosas que le lleguen. Bien popu. Por ejemplo, mandar al carajo a toda la familia Rocca y a Techint , la empresa privada más importante de la Argentina, es una linda barbaridad pero no tiene punch. No es popular. Además ya entendimos que nuestro modelo empresario es Vanderfrula y Ciccone. En cambio si usted mira fijo a la cámara, hace la pausa y dice: “A vos pibe te hablo, a vos que tenés 16 y que me querés votar. Votame, votate, y si no… cuidate, ojito… buuu buuu " . Tiene otra fuerza.
Lo pensé mucho. Me pasé toda la semana mirando los tapes del “Gobernando” (en realidad, sólo hasta el jueves porque el viernes la pasé en casa de mi mamá con toda la familia, hizo guefilte fish y sopa de matzo para festejar el día del montonero ). Y mi conclusión es siempre la misma. En el mundo del espectáculo en general y de la televisión en particular, se le tapa la boca a la crítica con premios internacionales o con rating. Como a usted premios, por ahora, no creo que le den , no queda otra que cuidar el rating. No es fácil. No es para cualquiera. Yo sé lo que le digo.
FUENTE: diario Clarin - 9 de Septiembre 2012
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