Los arreglos para tu viaje fueron muy complicados. Decidir qué ibas a meter en la maleta nos tomó horas, aunque mucho menos que ordenar en fólders los textos que pensabas corregir una vez más. No dispuse de un minuto libre para ir a la papelería, así que estoy usando el cuadernito que nos mandó Almudena Grandes: El lector de Julio Verne.
Me encanta, porque tiene aspecto de útil escolar, lástima que sea tan delgado. Mañana compraré una libreta gruesa (donde copiaré lo que escriba hoy) y luego otra y otra, porque tu viaje esta vez será muy largo. Por favor, tú también escribe el diario, pero no en papelitos sueltos, sin fecha, que luego tengo que ordenar como si fueran partes de un rompecabezas.
II
Parto de lo que vivimos apenas esta mañana. Por tomarnos un último café, se nos hizo tarde para ir a la estación. Pese a ser domingo, nos topamos con cuatro manifestaciones y un tráfico endemoniado. Estuvo en peligro tu mayor orgullo: jamás haber perdido un avión o un tren. Para colmo surgió otro inconveniente: todos los estacionamientos llenos.
Coincidimos en que te fueras caminando a la estación para registrarte mientras yo me estacionaba. Tardé mucho en lograrlo. Cuando bajé del coche me di cuenta de que habías olvidado tu bufanda. La tomé y corrí tan rápido como me lo permitieron los zapatos de tacón alto.
Me da vergüenza confesártelo, pero odié a ese hombre sólo porque cumplía con su deber. Traté de ablandarlo llamándolo
oficial, pero fue inútil. Me resigné a renunciar a nuestra despedida y al invariable intercambio de recomendaciones y promesas:
Júrame que no te quedas triste.
Procura dormir en el camino.
Cierra muy bien la puerta.
Te llamo en cuanto llegue.
Debo haber tenido una cara terrible, porque el guardia al fin me permitió pasar. Entré en el andén en el momento en que subías la escalerilla con la cabeza vuelta hacia la entrada. Sé que me viste, oí que me gritaste algo que no alcancé a entender. Supongo que repetías la promesa habitual:
Te llamo en cuanto llegue.
Sentí desesperación, necesidad de abrigarte el cuello y corrí pegada a las vías, pero no alcancé el tren y mucho menos a la altura del vagón en que ibas. Te imaginé quitándote el abrigo y metiendo al maletero la mochila con el libro que quisiste llevarte, los fólders, una colección de bolígrafos bic de punto grueso y al fondo de todo la Mont Blanc de la edición Schiller que te regalé para tu cumpleaños.
Te fascinó desde que la viste anunciada en una revista y decidí comprártela en secreto. De otro modo me lo habrías prohibido, bajo el argumento de que:
es demasiado cara. No gastes en mí.Por hacerte un obsequio recibí otro maravilloso: tu expresión de felicidad cuando probaste la pluma en una servilleta de papel.
Mejor no recordar tanto. Vuelvo a lo de esta mañana. Cuando el tren desapareció en la curva me eché tu bufanda sobre los hombros. Sentí la misma tranquilidad que cuando estás de viaje y me pongo tus calcetines o tu suéter que siempre huele a esa loción barata que prefieres.
III
Al salir de la estación no pude recordar en dónde había estacionado el coche. Durante el tiempo que caminé para encontrarlo se me olvidó que te habías ido y llamé a la casa para decírtelo. Claro que no obtuve respuesta. Imaginé los cuartos vacíos, silenciosos y sentí apremio de llenarlos con el rumor de mis pasos. A pesar de mi urgencia me detuve en una librería. Recorrí todos los pasillos, miré cada anaquel, me asomé a las mesas de novedades.
La situación habría sido menos incómoda si le hubiera dicho a la mujer-policía que si iba de un lado a otro se debía a que estaba haciendo comparaciones entre los libros para llevarme el más grueso, el que me aloje y me acompañe durante el primer techo de tu ausencia. Después de consultar índices y hacer sumas me decidí por Los Thibault.
Sus seis tomos alcanzan mil 830 páginas con letra pequeña. Tomando en cuenta que mi trabajo me deja poco tiempo libre, calculo que leer esta novela me tomará muchos meses, aunque menos de los que tardarás en regresar.
Si estuvieras aquí y te mostrara mi primera compra desde que te fuiste dirías:
Este libro lo tenemos. ¿Para qué trajiste otro?Pues para no ver tus anotaciones en los márgenes, las marcas que dejaste, la ceniza de tu cigarro que cayó entre las hojas. En las circunstancias actuales, encontrarme con esas huellas me lastimaría.
IV
En cuanto abrí la puerta te grité el saludo de siempre, ya sabes cuál. Subí a tu cuarto rápido, como si estuvieras esperándome. No estabas, pero encontré la ropa que dejaste tirada, el encendedor que diste por perdido y la cachucha con que te protegías de la luz artificial
para ahorrar vista, según tus propias palabras.
Ya casi llené el cuadernito de Almudena. Le pondré la fecha de hoy: 26 de enero. Mañana escribiré en la primera libreta de las muchas que tendré que llenar contándote mi vida hasta el día en que vuelvas. Ya sé que esta vez no será pronto. En cierta forma es mejor: me darás tiempo de cumplir con todos tus encargos, entre ellos encontrar la pluma negra con la que tenías mejor letra. Esto me recuerda otro de mis pendientes: descifrar lo que escribiste en hojas sueltas las noches anteriores a tu viaje.
Hice una pausa. Me levanté del escritorio porque reapareció frente a tu ventana el colibrí que tanto te gustaba. Si él regresó, es imposible que no regreses tú.
FOTO: Cristina y José Emilio Pacheco se retiran del edificio del Ayuntamiento, después que el escritor recibió en julio de 2009 la Medalla 1808, que otorga el Gobierno del Distrito Federal a quienes han contribuido a divulgar la historia de la ciudad de MéxicoFoto Marco Peláez
COMENTARIOS:
Hermoso
Fernando Muñoz
Esta columna está mas hermosa mas hermosa que de costumbre. Un abrazo Cristina
ESCRIBIR CON EL ALMA, ESCRIBIR CON EL CORAZON
ismael
Siempre he disfrutado su Mar de Historias, pero particularmente hoy, que las palabras salen desde lo más recóndito de su ser; resultan como manjar, hoy placentero y doloroso, para quienes leemos imaginativamente sus pequeños, pero hermosos, textos dominicales. Señora reciba usted un abrazo fraternal de un humilde lector que vive un pasaje anónimo, dentro de su Mar de Historias, que esperan ser tomados de la tinta de su corazón.
es una carta de amor preciosa
alfonso figueroa
setmx
Engaño sutil
Maizorro
No se ha ido,quizá esté nostálgico por la premura del cambio,pero divertido por parecer un tanto ausente...no se irá nunca ya que dejó bastantes ideas a sus lectoras y lectores comunes y eso lo hace convencidamente quedarse...con ésas reflexiones y letras vivas que dejan ver o insinúan cambios en medio de la enquistada desesperanza nacional y mundial de la que nunca fué ajeno...alado viajero que tiene la magia de maravillar de generación en generación a quienes osen vibrar en esa sintonía de lenguaje que en escencia dan los grandes que hacen del mundo algo mejor. Puede ser que el colibrí que la visita ahora a usted hermosa señora lleve anidados en su pequeño corazón tiernos mensajes suyos que poco a poco serán más perceptibles y descubiertos en el suave silencio de ésta aparente soledad. Gracias por compartirnos el mar y un respetuoso beso Sra. Cristina Pacheco
Me queda claro
Sara Ruelas
Espectacular este escrito! ya entendí como lo que vive un escritor lo transforma en literatura. Creo que tu literatura tendrá otro matíz a partir de tu gran pérdida. Te admiro Cristina.
Gran admiracion
Victor Federico Gomez Pardo
Señora linda, cuanto dolor y cuanta belleza.
Comentario
beatriz donnet
Gracias por darnos luz a pesar de tu dolor. Me alegras el domingo, desde Morelia -donde vivo- permiteme alegrar el tuyo.
De colibríes y sosías
Gabriel Favela Jiménez
Cristina: Ese colibrí ES el viajero.Ya volvió, pero ahora está liberado. Gabriel Favela, según algunos, sosías del viajero. ¡Cuánto ne hubiera gustado conocerlo! Gabriel Favela. Tel 5555934132.El programa del viernes fué ENORME.
comentario
carolina fortuno
Gracias Cristina por darnos esa muestra de entereza y amor. Me hiciste llorar leyendo tu artículo. Te abrazo profundamente,
Admiracion
Paco
Cristina; Simplemente una frase que me dijo mi esposa cuando se entero de la muerte de Jose E Pacheco "ya somos mas pobres"... Su articulo de hoy es inmensamente hermoso, gracias, y nuestra solidaridad.
COMENTARIO
JOSE ISMAEL MARCOS TAPIA
QUE HISTORIA TAN HUMANA COMO SIEMPRE. GRACIAS SENORA POR REGRESAR A COMPARTIR CON SUS ASIDUOS LECTORES SU MAR DE HISTORIAS. QUE DIOS LES DE MUCHA FORTALEZA PARA SUPERAR ESTOS MOMENTOS TAN DIFICILES.
Hermoso
Jabel
Que hermoso amor que sigue vivo y asi seguira... mi admiracion y respeto.
Agradecer
guadalupe hernández de havas
Cristina, gracias por tu texto. Yo también soy viuda. Muchas gracias. Un abrazo fuerte lleno de confianza y cariño.
Domingo
Hugo Casanova
Cristina, una historia intima y hermosa. Reciba un gran abrazo.
Admiración
Laura Glez Zúñiga y Glez
Cristina: Siempre elocuente, siempre sensible, este texto me llegó al alma, seguramente a muchos más. El colibrí siempre vuelve, me consta. Mi admiración y reconocimiento, un gran abrazo. Laura G Z y G
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Joel Benavides
Gracias Cristina. Nos ayudas a visualizar una historia de amor que continuará en tu corazón y en el nuestro.
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rafael parra
hoy me levante pensando en leer Mar de Historias y me encontré con el primer capitulo de una historia de amor y como toda historia de amor, duele. Gracias Señora.
Comentario.
José López
Simplemente hermoso. Un saludo fraterno y solidario a Cristina, no por la pérdida de José Emilio, sino por su larga ausencia, que todos extrañaremos. Qué Dios la bendiga siempre Cristina, por que JEP ya está junto a él, conversando para siempre.
Mil gracias por compartir
Ricardo Romero
Su ensayo nos recuerda a todos los viajeros como yo que algun dia tenemos que regresar , siempre leo sus ensayos cuando me encuentro en Angola solo , cada 35 dias dejo a mi esposa e hijo , lamento mucho la muerte de su querido esposo
Reconocimiento
ernesto
Apreciable Cristina. Una vez más disfruto mi domingo con tu Mar de Historias. Gracias. Un abrazo fuerte a ti y a José Emilio. No se ha ido. Ambos siguen presentes en sus lectores.
Cordial y solidario saludo
Pepe
Siempre disfruto ver sus programas y leer sus escritos. Hoy no fue la excepción, además me emociono y surgieron algunas lágrimas y las mejores vibras para usted y en especial para su esposo, que ahora tendrá tiempo suficiente para escribir.
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Mariano Avila
Conmovedor y hermoso. Que el Señor le llene de fortaleza y consuelo. Gracias por abrir su corazón y compartir su vida con nosotros. Mariano
Sra. Pacheco.
Cristina Pérez Stadelmann
Que maravilla Cristina, qué maravilla de texto.
Reinventar al viajero
juan manuel ocampo
Lic. Cristina Pacheco, usted hace más ligeras mis guardias de los domingos en mi oficina, aquí en Playa del Carmen, a través de su mar de historias, ésta última en particular, el colibrí que observó era él, regresó para recordarle que néunca deje de hacer lo que más ama en la vida…¡escribir!
Agradecimiento
Teresa Vega
Usualmente sus historias son muy interesantes, en esta ocasión nos compartió una parte de su vida personal; así que de mi parte muchas gracias y como siempre excelente historia.
Sin aliento
Rosa María
Estimada y respetable sra. Cristina, en verdad su "mar de historias" del día de hoy me dejo sin aliento, pero con una sensacion de satisfacción al leer tan maravilloso relato, Le aseguro que con la filosofía que ve la vida, seguirá estando tan acompañada como siempre.
Cristina = Amor
Alfonso Serrano
Bellísimas letras, señora Cristina Pacheco. Los queremos mucho.
pésame
Miguel
Mucha fortaleza Cristina, en este momento de tribulación, tan difícil, qie Dios bendiga a José Emilio. :(
agradecimiento
salvador
Gracias, Cristina, por lo que hiciste de José Emilio, por lo que haces de ti, y por lo que haces por mí.
Saludo a Cristina P.
Matilde Martinez M
Me gusto mucho esta columna, claro disculpa pero es la primera que leo tuya a veces veo tu programa de tv. Pero, al final me acorde que mi mami me contó que las chuparosas o colibríes son nuestros cariños bueno su espíritu, que regresan a despedirse de nosotros. A mi me paso, espero que cuando tu Cris veas uno, sientas cerca a tu amor que esta en paz. Un abrazo de nuestra parte Carla, Geno y Maty
Entrañables lineas de Cristina
Dra. Guadalupe Sánchez Díaz
Hermosa mujer, hermosas líneas, hermoso amor, eterno, constante y cotidiano. Siempre estará contigo en la distancia y el tiempo, porque no tiene fin, no permitas que la tristeza, la amargura o la soledad lo empañen, al fin y al cabo ´"ellas" si se pueden ir para no regresar. Con toda mi admiración y solidaridad para Cristina; Guadalupe Sánchez Díaz
Cristina un fuerte abrazo...
Teresa Vega
El tiempo, mitigante del dolor. en espera siempre del regreso, el volverá y tendrá un sin fin de experiencias por platicar. Y tú tardarás mil años en platicarle todo lo que has vivido. Hasta el próximo encuentro; querida Cristina.
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Manuel Reyes García
No puede volver lo que no se ha ido, y si se fue, es sólo por un momento Adelante maestra Cristina.
Mis respetos
Fernando Vera
Este acontecimiento triste la ha inspirado a escribir una de las columnas mas bellas y conmovedoras que he leído de usted en muchos años que tengo de seguirla. Mis respetos para usted y su inolvidable compañero de vida.
La esperanza del reencuentro.
Ale
Simplemente hermoso... No pude evitar que las lágrimas salieran... Ojalá que cuando yo muera mis seres queridos tomen esa actitud de serenidad y me recuerden con tanto amor... El amor que a Cristina la hace esperar el regreso de su viajero, aunque sabe que ella es la que tendrá que emprender el viaje para reencontrarse de nuevo... Mientras tanto, seguirá deleitándonos con su mar de historias y concluyendo los encargos de su adorado José Emilio... ¡Qué afortunados somos de tenerlos entre nosotros!... Un gran abrazo Cristina, mi admiración y respeto... mil gracias por hacernos participes de ese gran amor...
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Marina Esquivel
Bello hasta las lágrimas.
Simplemente hermoso
santiago mendez agama
Cristina, que las hojas de esas libretas sean muchas antes del reencuentro, porque así José Emilio y usted tendrán muchas horas de lectura mutua. Ojalá de cuando en cuando nos comparta alguna de esas hojas de libreta que como la de hoy, refleja un inmenso amor traducido en palabras, que vuelve al texto simplemente hermoso. Muchas gracias por él, ahora permítame secar mis ojos, para volverlo a leer. Un enorme abrazo.
saludo
Isabel
Un abrazo, besos y todo mi cariño, hermoso escrito, gracias por compartirlo.
Domingo Ciudad de México
Daniel
Grandes Cristina y Emilio, no sé como explicar, pero si dijera México definitivamente tendría que decir, metro, mercados, tamales, Tlatelolco, colonia guerrero, Cristina y/ó Emilio, tlalpan, en fin olor a libro y un poco de Domingo
reconocimiento
Rebeca Gracida Esquivel
solamente gracias por compartir como vive su duelo!!!
Sublime por lo profundamente humano
Salvador
Estimada Sra. Cristina, un abrazo solidario con un agradecimiento por plasmar en su texto un mensaje profundamente humano. El gran poeta JEP, ciudadano universal y gran mexicano vivira por siempre, nos dara fuerza y sabiduria para mantener este gran pais. Gracias por su excelente texto.
Magnífico
Raúl Ríos Trujillo
Con el tiempo uno se vuelve áspero, sólido, magnificamente insensible, gracias por el texto, el recado de que todavía uno puede estremecerse al leerla, y devolverme el asombro.
Gran narración
Mario
He leído su trabajo en varias ocasiones y todo me ha parecido magnífico, pero en ninguno había visto tal capacidad narrativa; le extiendo una sincera felicitación y, por desgracia, también un enorme pésame
Un abrazo
Elena Segovia
Estimada Sra. Pacheco, Mil gracias por su escrito de hoy que me ha conmovido tanto como para enviarle un abrazo de amistad y solidaridad. Nos "conocemos" por sus programas de la tele. Vivo en los Estados Unidos y mis noches se enriquecen con sus conversaciones y sus paseos por el DF. Muchas gracias por compartir la magia del amor ahora sin límites de tiempo ni espacio y a pesar del dolor.
Comentario
Lourdes Azcona
Sí existe otro mundo, si existe un mundo lleno de Paz, Amor, Tranquilidad, Respeto, Gozo, y Ustedes son el mejor ejemplo, gracias por mostrarlo y por hacernos llorar con ésto.
José Emilio Pacheco y Cristina Pacheco, Grandes.
Frank
Acércate y al oído te diré adiós. Me voy pero me llevo estas horas. José Emilio Pacheco
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Iram Azael MdO.
Nunca me pierdo "Mar de historias", pero esta vez se distingue, me transportó, me enamoré. Felicidades, un saludo.
Comentario
Roberto
resulta imposible terminar esta columna sin una lágrima en la mejilla; "hay quienes viajan en cuerpo y hay quienes viajan en alma..." D.E.P José Emilio Pacheco. Un abrazo a Cristina.
Un abrazo
Isabel Gonzalez
Un fuertisimo abrazo, lo lamento mucho y estamos contigo, la columna más linda que de costumbre.
Sin Palabras
Abraham Rocha
Creo que no podría haberlo escrito mejor, un abrazo y mi admiración.
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Mónica
Hermoso, Cristina!! Un abrazo con el alma.
mis respeto
Yari Cardona
Siempre la he admirado y he leo con frecuencia su mar de historias.... hoy ha sido mas que emotiva.. reciba un abrazo
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SRA ENOE JUAREZ
Que hermoso es ver que el amor aun existe.........
hermosa
Ugalde Araiza Sandra
Señora Cristina,las cosas que son de dos seràn siempre de dos,aunque el otro tarde mucho en regresar.Gracias por este mar de historias.
no lo quería leer pero fue más mi anhelo de sabore
josé villatoro
de saborear la nostalgia de una permanente despedida y un rencuentro interminable, no tengo la duda de que mi tristeza es la de muchos, que el duelo sobrepasa los corazones, recorre las casas pasa por las hojas de los árboles surca el aire y hasta viene con el frio de la mañana o el calor del mediodía, una despedida involuntaria una inaudita partida. No puedo decir que lo siento cuando ni siquiera acepto que se ha ido, mejor como lo cuenta su señora prefiero recordar que sigue vivo.
Comentaqrio
Miguel Escobar
Encontramos en tu escrito algo diferente,único. gracias
Señora mis respetos
Javier González Valencia
Mis respetos y solidaridad para una gran dama de las letras que siempre estuvo al lado de ese gran señor de las letras.
Algún día lo alcanzaremos
Rosa María Quesada
Cristina: El viaje que JE emprendió es de ida nomás. Algún día lo alcanzaremos, y eso me consuela, saber que en algún momento por fin lo conoceré. Mientras tanto, tendrás mucho que escribirle, para que no se quede con ninguna laguna de tu vida, que fue la suya. Muchos abrazos y recuerda que nosostros tus lecotres estamos aquí, en lo conocido, ávidos de seguir compartiendo y acompañándote. Abrazos.
Comentario
María del Carmen Ortega
Hermoso texto, un abrazo cariñoso, siempre me gustan sus textos y el de hoy es muy especial.
Cristina
Teresa Ramírez
Hernosa columna un gran abrazo Cristina te queremos. 05d5u
Cristina Pacheco
Michel Amanton
Sra. Pacheco, me ha conmovido tanto su historia que se me ha encogido el corazón, hay tanto amor como si fuera miel, que maravillosos recuerdos, es lo que hace inmortal al gran José Emilio Pacheco, gracias por compartir.
Amar así...
Paloma Cuevas R
El día que sepamos todos amar así, dejando libre al otro, sin dependencias disfrutando de sus momentos luminosos. Y sabiendo en la distancia y en la ausencia valorar y disfrutar la presencia... Quiero conocer un amor así... Los que nos dedicamos a ese arte de escribir requerimos de historias para llenar nuestra producción, sin embargo no siempre deben ser densas o tristes, o desoladoras... hay historias como está que hacen vibrar al alma, que hacen creer que la vida vale la pena de ser vivida.
Comentario
Isabel Jaubert Dávila
Que hermoso Cristina, no te conozco, pero ese amor tan profundo, merece mi mas infinito aprecio por ti. Mi mas sentido pésame por tu amadísimo nesposo.
Reconocimiento
Rosario
Reconocimiento y solidaridad Señora Cristina, le envío un fuerte abrazo.
Mis respetos
Antonio Constantino
Primeramente mi mas sentido pésame por esa perdida para todos los admiradores de tan brillante obra como fue de J.E.Pacheco y mi admiración por usted Sra. Pacheco soy un ferviente admirador suyo Dios la bendiga y encuentre pronto la resignación.
Mar que abraza
Alicia González
Un maravilloso texto que conmueve hasta el alma pude sentirla más que nunca y el siempre estará ahí como el vuelo de los colibries y sus letras. Un abrazo desde Tijuana.
Comentario
Josué Daniel
El dolor y pesar de una ausencia "eterna" convertida en un utópico consuelo literarío...!! Que grandioso escrito nos comparte Cristina, perdón!... Que grandiosa cristina, nos comparte su sentir.... :(
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