Olimpíada Internacional de Matemáticas (OIM) en MAR DEL PLATA ( ARGENTINA) : fue ganada por el equipo de seis miembros de Corea del Sur, que conquistó seis medallas de oro, seguido por los equipos de China (2º puesto), EEUU (3º), Rusia (4º), Canadá (5º), Tailandia (6º) y Singapur (7º).
Lo más
interesante de la Olimpíada Internacional de Matemáticas (OIM) que se llevó a
cabo la semana pasada en Mar del Plata no fue que los estudiantes asiáticos
ganaran los primeros premios —con frecuencia lo hacen— sino el hecho de que
el evento pasó prácticamente inadvertido en nuestra parte del mundo.
Aunque el
torneo de matemática que se desarrolló entre el 4 y el 16 de julio tuvo una
amplia cobertura periodística en Singapur, Corea del Sur, China y otros
países asiáticos, concitó poca atención por parte de los medios de Estados
Unidos y Latinoamérica.
Nuestras
cadenas de televisión ya están enviando equipos periodísticos a los
inminentes Juegos Olímpicos de Londres, pero muy pocos —si es que hubo
alguno— enviaron un corresponsal a la olimpíada de matemática en Mar del
Plata.
La OIM de
estudiantes de secundaria de Mar del Plata fue ganada por el equipo de seis
miembros de Corea del Sur, que conquistó seis medallas de oro, seguido por
los equipos de China (2º puesto), EEUU (3º), Rusia (4º), Canadá (5º),
Tailandia (6º) y Singapur (7º).
Entre los
países latinoamericanos, el mejor equipo fue el de Perú, que ocupó el puesto
número 16, seguido por Brasil (19), México (31), Colombia (46), Costa Rica
(46), Argentina (54), Chile (59), Venezuela (91) y Cuba (95).
Individualmente, el primer premio correspondió a Lim Jeck, de 17 años, de
Singapur, quien ganó una medalla de oro con puntaje perfecto.
Argentina,
el país anfitrión de la OIM de este año, es un ejemplo típico de la poca
atención que se le presta a la educación en muchos países latinoamericanos.
La
mayoría de los periódicos argentinos sólo publicó unos pocos párrafos sobre
la OIM. Ni la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ni el ministro
de Educación del país estuvieron presentes para inaugurar el evento
internacional.
En
momentos en que muchos estudios internacionales revelan que la calidad de los
docentes es la clave principal para mejorar los estándares educativos, los
maestros en Argentina ganan mucho menos que los recolectores de basura y los
camioneros.
Tal como
me enteré durante una visita a Argentina hace unas pocas semanas, los
camioneros ganan 2,8 veces el salario mínimo del país, los recolectores de
basura ganan 2,6 veces el salario mínimo, y los maestros ganan 1,3 veces el
salario mínimo. Un maestro que trabaja doble turno —de mañana y de tarde—
gana 2,59 veces el salario mínimo, que sigue siendo menos que el salario de
un camionero o recolector de basura.
No es
casual que Argentina —que solía figurar entre los países con mejor educación
de Latinoamérica— está situado hoy cerca de los últimos puestos en las
pruebas estandarizadas internacionales Pisa de matemáticas y ciencias para
estudiantes de 15 años, muy por detrás de Chile, Uruguay, México, y Colombia.
En
México, aunque los docentes ganan más que los recolectores de residuos y los
camioneros, una cruzada gubernamental destinada a mejorar los estándares
educativos sufrió un golpe importante a principios de este mes, cuando sólo
el 30 por ciento de los maestros asistieron a una prueba de evaluación
nacional para docentes.
Para
quienes se estén preguntando si hay una relación entre la enseñanza de
matemáticas y ciencias y el progreso de los países, la hay.
El país
ganador de la OIM de este año, Corea del Sur, que tenía un ingreso per cápita
mucho menor que casi todos los países latinoamericanos hace apenas cincuenta
años, registro 13.500 patentes internacionales en el Registro de Patentes y
Marcas de Estados Unidos el año pasado, contra apenas 500 de todos los países
latinoamericanos juntos.
En los
últimos días, después de que el presidente Obama anunció su plan de crear un
cuerpo elite de maestros matemática y ciencia que recibirán 20 mil dólares
extra por año, muchos expertos latinoamericanos señalaron que sin incentivos
económicos y una jerarquización de la profesión, resultará difícil atraer
buenos maestros a las escuelas latinoamericanas.
Mi opinión:
en la batalla por la excelencia educativa que se está librando entre los
países orientales y occidentales, que cada vez más determinará el éxito de
las naciones, nosotros en los medios compartimos gran parte de la
responsabilidad por no poner la educación en el centro de la agenda pública.
No hay
nada de malo en que los medios cubramos masivamente las Olimpíadas de
Londres. Pero cuando centramos toda nuestra atención en las competencias
deportivas, e ignoramos casi por completo los torneos de matemáticas y
ciencias, estamos creando solo una clase de héroes, los deportivos, y estamos
dejando de glorificar a quienes más probablemente harán los descubrimientos
científicos que permitirán mejorar nuestra calidad de vida, o encontrar una
cura para el cáncer.
Es hora
de que glorifiquemos a los campeones olímpicos de matemáticas y ciencias de
la misma manera en que glorificamos a los campeones olímpicos de lanzamiento
de jabalina o natación.
Por Andrés Oppenheimer /
El Nuevo Herald (Miami)
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