Un nombre hecho de pura luz
Candela Sol, te mataron en medio de la maravilla de tus 11 años.
por Alejandro Mareco.
Justo a esta hora en que el sol del miércoles se demora un poco más, ya excitado por los aires de primavera que extienden los días, y en los que las nubes trazan pinceladas naranjas encendidas como candelas, sobre el celeste que se va volviendo en azul de la noche... Es que justo ahora, en un instante como este, se puede sentir la segura promesa: el mañana vendrá, y traerá consigo el sol brillante, el celeste intenso y hasta algunos algodones encendidos de naranja candela. Sólo que ahora, Candela Sol, tenemos que hablar de tu muerte, es decir, de tu final, de tu tiniebla desgarradora. Y no hablamos de la oscuridad de una noche más, sino de la oscuridad definitiva. De tu oscuridad, esa que ya no podés ver vos y muchos menos nosotros, los que nos atormentamos con tus fotos a la luz.
Es posible que no haya existido alguna vez otra pequeña que no hubiera sido llamada a vivir en esta Tierra con el mismísimo nombre de la luz: Candela Sol. En tus fotos de piba de 11 años no hacías más que desbordar claridad, en tus ojos, en tu sonrisa, en tu pelo, en la manera de poner los brazos, las piernas y la mirada ¡Cómo podía caber tanto destello! La noche ya rodea la Redacción. No sabemos qué pasó, salvo este manotazo duro, este golpe helado sobre tu pequeña y esplendorosa vida.
Todos estos días te vimos en nuestra exclusiva ventana al mundo, la televisión; te supimos perdida, tuvimos esperanza, y hasta hubo quienes te buscaron. Ahora sólo tenemos las manos sucias por escribir sobre tu muerte.
No sabemos qué pasó, por más que especulemos sobre lo que se dice acá y lo que se dice allá. Es más, todo lo que sé de Candela Sol lo sé a través de los anteojos de Florencia –que está a un escritorio de distancia– que aún no es madre, apenas tía, pero que no puede dejar de empañar sus cristales.
Candela Sol, te mataron en medio de la maravilla de tus 11 años. Tengo la sospecha, aunque no sé si podría afirmarla, que cuando alguien mata a un niño todos matamos a un niño. Lo que sí sé es que la luz que apagamos no habrá manera de encenderla. Ninguna brillará igual que Candela Sol.
01/09/2011 00:01 ,
http://www.lavoz.com.ar/noticias/sucesos/nombre-hecho-pura-luz
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