Soneto contra la guerra
¡Tú vibra poeta cuando el otro sufra!
¡Para la defensa, activa tus armas!
Como siempre piensa y a la noche oscura,
pongan mucha luz tus sabias palabras.
¡Para la defensa, activa tus armas!
Como siempre piensa y a la noche oscura,
pongan mucha luz tus sabias palabras.
¡Que nadie imagine que quedará impune!
Porque late el pecho del bardo en el mundo,
denunciando guerras que son solo mugre
que indignan al hombre de modo rotundo.
Porque late el pecho del bardo en el mundo,
denunciando guerras que son solo mugre
que indignan al hombre de modo rotundo.
Entonces, cuando eches al viento poesías
irán por las almas de tus semejantes.
Entrarán al aula de los aprendices,
irán por las almas de tus semejantes.
Entrarán al aula de los aprendices,
gorjearán silentes como sentimientos.
Prenderán cual prenden los injertos nuevos.
Y tendremos Paz. ¡Escribe para ello!
Prenderán cual prenden los injertos nuevos.
Y tendremos Paz. ¡Escribe para ello!
Hombre poderoso
Sabido es que has sondeado espacios siderales
y has visto con tus ojos hasta el suelo lunar.
Te has acercado tanto al Sol entre los soles
y te has introducido en los abismos del Mar.
Sí. Por placer cruzaste hasta aguas australes
y observaste en detalle la gran diversidad,
de todas las criaturas dentro de ese hábitat.
También investigaste con éxito rotundo,
las científicas claves que existen en el mundo.
Nada escapó a tu mano ni al sagaz intelecto
con que en distintas eras llegaras hasta aquí.
De la Tierra, ni hablemos. En todos sus rincones
gracias a tu osadía te has logrado imponer.
Y controlas si quieres, lo que quieres. Es así.
Nada ni nadie nunca podría oponer resistencia,
a lo que consideras un derecho adquirido
por el hecho fortuito y mero de tu existencia.
Razón tienes, por cierto. Lo entiendo y no lo niego.
Pero. “Siempre hay un pero”. Convengamos que sí.
¿Has observado acaso la distancia monstruosa
que la injusticia marca entre arriba y abajo?
De las gentes te hablo. De los ricos y pobres.
De los seres humanos. Si. De nuestros “Hermanos”.
¿Has visto la mirada de los niños con hambre,
de los hombres con hambre, de los viejos con hambre?
¿De los niños que han muerto muy cerquita de aquí?
¿Por ellos, algo hiciste o únicamente por ti?
No digas que lo has hecho porque te digo yo:
¡Por más que me mintieras, la respuesta es que NO!
y has visto con tus ojos hasta el suelo lunar.
Te has acercado tanto al Sol entre los soles
y te has introducido en los abismos del Mar.
Sí. Por placer cruzaste hasta aguas australes
y observaste en detalle la gran diversidad,
de todas las criaturas dentro de ese hábitat.
También investigaste con éxito rotundo,
las científicas claves que existen en el mundo.
Nada escapó a tu mano ni al sagaz intelecto
con que en distintas eras llegaras hasta aquí.
De la Tierra, ni hablemos. En todos sus rincones
gracias a tu osadía te has logrado imponer.
Y controlas si quieres, lo que quieres. Es así.
Nada ni nadie nunca podría oponer resistencia,
a lo que consideras un derecho adquirido
por el hecho fortuito y mero de tu existencia.
Razón tienes, por cierto. Lo entiendo y no lo niego.
Pero. “Siempre hay un pero”. Convengamos que sí.
¿Has observado acaso la distancia monstruosa
que la injusticia marca entre arriba y abajo?
De las gentes te hablo. De los ricos y pobres.
De los seres humanos. Si. De nuestros “Hermanos”.
¿Has visto la mirada de los niños con hambre,
de los hombres con hambre, de los viejos con hambre?
¿De los niños que han muerto muy cerquita de aquí?
¿Por ellos, algo hiciste o únicamente por ti?
No digas que lo has hecho porque te digo yo:
¡Por más que me mintieras, la respuesta es que NO!
Despeñaderos, Paravachasca, 22 de agosto de 2007.-
El Pescador
Preparo las jarcias de mi fantasía
para pescar las palabras adecuadas,
que me permitan transcribir la poesía
escrita en el cenit de tu mirada.
Mientras trabajo y percibo tu alegría,
observo absorto el mar de fondo de tu pelo.
Desde el astillero de mi corazón en esta playa siento
que antes, del amor, como este amor, no conocía.
Si sale el sol, mejor, para embarcarme.
Pero si no, acompañado de las musas valederas
entraré, sorteando escollos que no logren desarmarme.
Beberé con mi latina sed las dichas letras, una a una,
para traer a tierra firme la poesía verdadera.
¡Ésa, la que te altere! ¡Ésa, la que te pueda!
Entonces…
Cuando ensucie el trabajo tus manos
con la tierra bendita, suave y renegrida.
y en su vientre deposites una leve semilla,
dejándola sin más dormir junto al arcano.
con la tierra bendita, suave y renegrida.
y en su vientre deposites una leve semilla,
dejándola sin más dormir junto al arcano.
En un plazo con ansias, fatal y cercano,
te puedo asegurar: Verás flores hermosas
que mojará la lluvia y la brisa irá ondeando,
como si las besara con cadencia armoniosa.
te puedo asegurar: Verás flores hermosas
que mojará la lluvia y la brisa irá ondeando,
como si las besara con cadencia armoniosa.
Entonces en tus manos, en esas mismas manos,
en tu sentir de humano, en tu pecho y en tu alma,
sin el mínimo esfuerzo, gozarás a raudales la calma.
en tu sentir de humano, en tu pecho y en tu alma,
sin el mínimo esfuerzo, gozarás a raudales la calma.
Tus ojos han de ver y tratar de retener complacidos
el misterio ancestral, vivencial, palpable y verdadero,
que en cada Primavera, con amor, goza el jardinero.
el misterio ancestral, vivencial, palpable y verdadero,
que en cada Primavera, con amor, goza el jardinero.
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