“PÓKER Y AJEDREZ”,
DE RICARDO FEIERSTEIN
DE RICARDO FEIERSTEIN
Presentación
Una de las tres poderosas citas
que Ricardo Feierstein ha elegido para abrir las puertas de su ensayo pertenece
a Walter Benjamin y establece que el pasado, la memoria, suele emerger cuando en
el presente acaece un momento de peligro. Feierstein parece haber sido
consciente de esta función del recuerdo al construir este lúcido resumen de las
tres décadas y media en que estuvo a cargo --entre 1979 y 2015--, de una
inmensa producción cultural y editorial que documentó la cultura judía y
judeo-argentina contemporáneas por medio de casi cuatro centenares de títulos, reproducidos
en aproximadamente un millón de ejemplares, comprendidos en varias colecciones y
albergadas sucesivamente por cuatro diferentes casas editoras.
“¿Sirve de algo revisitar el
pasado?”, se pregunta el autor, y responde afirmativamente con dos argumentos:
por un lado, para satisfacer el deseo acuciante de conocimiento; por otro, a
causa del valor pedagógico, de “la posible enseñanza” que siembra toda memoria
del pasado. Es que este volumen --que viene a continuar cronológicamente el
exhaustivo estudio de Alejandro Dujovne sobre el período comprendido entre 1919
y 1974--, se propone articular la historia de una producción editorial tanto con
los factores de poder que la enmarcaron y condicionaron (por ejemplo, los
cambios ideológicos y socioculturales de las capas dirigentes de la comunidad judía en la Argentina), como también con las
transformaciones en el sentido y la práctica identitaria de una comunidad que ha
transitado más de un siglo y medio desde la llegada de los primeros inmigrantes
judíos al territorio argentino. Esta mirada articula entonces una suerte de panóptico
en profundidad donde, desde la perspectiva del libro y de la política editorial
que lo articula, puedan verse las variadas líneas de fuerza que constituyen el
marco que moldea y a veces hasta determina el objeto de análisis: por ejemplo, los
efectos mediatos e inmediatos que acarrea la transformación del concepto originario
de una comunidad (una kehilá) definida
por una axiología del cooperativismo y la ayuda mutua, en una entidad predominantemente
burocrática, caracterizada por una dudosa sensibilidad solidaria. Esta mirada
hacia la comunidad de origen le permite al autor establecer un itinerario de
cambios y alteraciones, una historia, lo que a su vez ayuda a comprender, por
medio del contraste, las configuraciones del presente. Y es en ese presente
donde la cita cobra sentido, porque si la memoria, como dice la cita de
Benjamin, suele llegar “en un momento de peligro”, este vibrante resumen de Feierstein
no es sólo la historia de una actividad enjundiosa sino muy probablemente un
fundamentado aviso de alerta sobre los hechos que nos rodean aquí y ahora, en
el presente de esta lectura misma.
Esta historia de una comunidad
y de un producto cultural que la representa y le proporciona un específico valor
simbólico, funciona simultáneamente como espejo de la sociedad que la acogió
originariamente. Leer la historia del libro judío argentino es leer la historia
de la comunidad judía argentina, y, a su vez, es leer la historia de la nación
y el estado argentino en su totalidad, como en una sala de espejos que
ofreciera todos los perfiles posibles reunidos en un mismo punto. Así, este
libro de Feierstein se inscribe cómodamente en el ejercicio de la
microhistoria, cuya mirada se caracteriza por reducir la escala de observación al
efectuar una lectura minuciosa de lo pequeño dentro de lo mayor que lo
comprende, de una parte que sólo en apariencia es independiente del todo mayor
en que se inscribe. Un poco a la manera de un aleph revelador del universo por dentro de su minúscula esfera, la
lectura microhistórica se concentra en asuntos que pueden parecer engañosamente
menores desde una perspectiva totalizadora o aparentemente desconectada de los “grandes
acontecimientos”, cuando en realidad está instalando en un primer plano las huellas
de lo que ya ha adquirido --o va a adquirir luego-- la magnitud que poseen los
hechos específicos y definitorios de una época. El historiador italiano Carlo
Ginzburg narra en El queso y los gusanos
las desventuras de un ignoto molinero friulano acusado de herejía y ejecutado
luego por ello, pero revela indirectamente los antecedentes pre-iluministas de
la batalla que a mediados del siglo XVI ya se está entablando por la educación
pública y gratuita, y por la libertad de lectura. En La gran matanza de gatos el estadounidense Robert Darnton relata un
episodio menor y cuasi policial sucedido en la Francia del siglo XVIII, pero muestra
en espejo el desarrollo epocal de una conciencia de clase tal como aparece en
las nuevas formas de lectura y en los nuevos modos dedifusión del conocimiento.
De la misma manera, Feierstein desarrolla
en su libro la historia personal y comunitaria del fecundo esfuerzo individual
y grupal que produjo cerca de un millón de libros que testimonian la cultura judía contemporánea y especialmente la judeo-argentina.
Y si por una parte esa historia puntual se inscribe en la historia mayor de la
comunidad argentino-judía que la alberga, revelando en espejo las tramas de
poder que la gobiernan o las transformaciones de la sociedad judía de la
Argentina, por otra parte el todo se inscribe a su vez en la historia aun mayor
de las mutaciones políticas, sociales y culturales acaecidas en la Argentina de
fines del siglo XX y comienzos del XXI. En el libro se entreteje la retirada de
una envejecida generación de dirigentes comunitarios y la redefinición de la
condición judía latinoamericana con el contexto de la dictadura cívico-militar
de 1976-1983; la aparición de una nueva camada de dirigentes más jóvenes a tono
con los planes neoliberales de los ‘90s menemistas, con el rechazo de la
dirigencia oficial a la tradición originaria sobre una herencia judía
manifestada en la educación y la cultura; el temporario resurgimiento del
activismo tradicional comunitario tras el fracaso del neoliberalismo en el
plano nacional y en el comunitario, con la crisis terminal de la civitas menemista manifestada en la
crisis del 2001; el reciclado final de la mutual comunitaria de origen en una
empresa de orientación gerencialista, con la perduración subliminal de los
modelos neoliberales en la Argentina después de esa crisis que fue pensada,
quizás ilusoriamente, como terminal y terminante. La microhistoria que teje
este libro sólo puede ser comprendida en un viaje de ida y vuelta desde y hacia
la macrohistoria en que se integra, y de la cual se alimenta para existir como
tal. En las páginas que siguen se encontrará el hilo de Ariadna para efectuar
esa lectura. Por un azar inexplicable sale a la luz en momentos de graves
expectativas en la Argentina, en las que parece estar en juego el destino de
muchos de los derechos vitales, económicos, sociales, educativos y culturales que
construyeron lentamente un ethos que
se ha expresado históricamente, con éxitos y también con fracasos pero nunca
con renunciamientos, tanto en el horizonte nacional como en cada parcela
comunitaria que lo integra.
Enero 2016.
Andrés Avellaneda
University of Florida
Ricardo Feierstein
foto: Diario Pagina 12.com.ar
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