El
periodista Carlos Hernández ha escrito 'Los últimos españoles de Mauthausen', un
libro que incluye documentos inéditos que demostrarían cómo Franco fue un actor
activo en la deportación de más de 9.000 españoles.
El
autor también incorpora telegramas nunca vistos hasta ahora que reflejarían la
falta de voluntad del dictador español por salvar a unos 50.000 judíos de
origen sefardí.
"Resultó
más sencillo encontrar documentación fuera de España. Aquí hay más
trabas", asegura en conversación con eldiario.es
Documentos
hasta ahora inéditos demuestran que Franco colaboró con Hitler en la
deportación de más de 9.000 españoles que acabaron en los campos de
concentración nazi. La mitad de ellos no salieron con vida. Las pruebas y los
testimonios que lo prueban los ha recopilado el periodista Carlos Hernández en
el libro Los últimos españoles de Mauthausen. Pero hay más.
Telegramas nunca
vistos apuntalan la responsabilidad de Franco en el asesinato de más de 50.000
judíos de origen sefardí (descendientes de los judíos expulsados de la
Península Ibérica a finales de la Edad Media).
"Escribiendo
me he dado cuenta de que nos han engañado. La educación maniquea que se nos ha
impartido ha intentado reescribir la historia", lamenta Hernández en
conversación telefónica con eldiario.es. El libro surgió de las ganas de dar
carpetazo al cargo de conciencia que sufrió al morir su tío Antonio, prisionero
en Mauthausen. "Nunca le pregunté sobre el asunto de la deportación y
tenía una espina clavada", apostilla.
Se
puso manos a la obra y empezó a bucear por archivos, bibliotecas y hemerotecas
hasta gestar una obra de más de 500 páginas con la que poner punto y final a
esa tesis tan extendida de que la dictadura española no se inmiscuyó en la
Segunda Guerra Mundial. Con un vasto material, alguno desconocido hasta el
momento, el periodista consigue llegar a una conclusión: Franco, desde España,
y Hitler, desde Alemania, se conjuraron con la idea de enviar a los campos de
exterminio nazi a 9.328 ciudadanos españoles.
De ellos, más de 5.000 no
consiguieron sobrevivir a las terroríficas condiciones de los campos de
concentración.
El
germen de esta historia se remonta al 31 de julio de 1938. Ese día la policía
franquista y la Gestapo –policía secreta nazi– acordaron un protocolo de
actuación para agilizar los procesos de extradición y el intercambio de
información sobre sus enemigos comunes. A partir de ahí, la comunicación no se
cortó, sino más bien, se intensificó. En una de las cartas, Madrid admite que
se "desentiende" de la suerte que puedan correr los españoles que
todavía no han sido capturados por la Francia ocupada y devueltos a España.
Pero
el día 'D' estaba aún por llegar. El mismo día en el que el ministro español de
Gobernación Ramón Serrano Suñer visitaba Berlín, el Reich emitió una orden que
despejó el camino para que miles de presos españoles acabarán en campos de
concentración.
"Es
ridículo pensar que todo responde a una casualidad", apunta el autor del
libro, quien no duda de que "Hitler hizo el trabajo sucio a Franco para
que el dictador español se pudiera librar de los ciudadanos que consideraba sería
peligroso que volvieran a España". En el libro se mencionan además
distintos documentos que demostrarían que Alemania informó
"puntualmente" de sus planes de deportar a los españoles capturados
en el país galo.
Lo
desalentador viene a continuación. Según el relato de Carlos Hernández, Franco
tuvo en sus manos la posibilidad de salvar a muchos españoles de una muerte
segura y no lo hizo. "El régimen español tuvo capacidad de decisión sobre
el destino de los españoles. Es más, salvó a dos personas que tenían vínculos
con los franquistas. Lo intentó con algunos otros pero la respuesta que llegó
desde Alemania es que ya era tarde. Estaban muertos", explica.
Pero
¿quiénes eran esos españoles? El escritor perfila tres grupos: los que
sirvieron en las filas del Ejército francés en la Segunda Guerra Mundial,
miembros de la Resistencia, y los hombres, mujeres y niños refugiados en la
pequeña ciudad francesa de Angulema y que formaron parte del 'Convoy de los
927'. En total, más de 9.000 españoles, de los que 5.180 murieron, 330 figuran
como desaparecidos y 3.800 sobrevivieron. Como el murciano Francisco Griéguez,
que a estas alturas todavía sigue sin poder conciliar el sueño y cuyo
testimonio se incluye en el libro.
50.000 judíos que Franco podría haber salvado
Franco
tuvo responsabilidad en el exterminio de judíos; en concreto, de 50.000 de
origen sefardí. Lo asegura el periodista aludiendo a los telegramas que ha
conseguido reunir. "Antes de que el Gobierno alemán pusiera en marcha la
solución final, aprobó un decreto por el que se permitía a sus aliados
repatriar a sus judíos", cuenta. Pero en España se optó por una postura de
indiferencia: la circular que se hizo llegar fue la de salvar exclusivamente a
los judíos que pudieran demostrar sobradamente su nacionalidad española, una
condición muy difícil en ese momento para muchos.
En
la captura que se muestra a continuación se puede leer como un diplomático
español destinado en el extranjero se desentiende de las consecuencias que
puedan tener las restrictivas instrucciones salidas de Madrid y subraya que, si
no se levanta la mano, los repatriados "serán pocos". Con estas
pruebas en la mano, se deduce, por tanto, que Franco conocía las intenciones de
Hitler respecto a los judíos de toda Europa.
Telegrama
incorporado por el autor en el libro y facilitado a eldiario.es.
"Simplemente
con que hubiera tenido voluntad, podría haber salvado a decenas de miles de
judíos de origen sefardí que en los años 40 residían en Europa, principalmente
en Salónica y en Budapest", relata el autor. "No es muy moral para un
régimen católico pedir a los judíos que en un momento como ese se entrara en el
juego de la nacionalidad. Los que se salvaron finalmente no superaron los
700", señala. El origen español de los sefarditas, y por tanto su derecho
a acceder a la nacionalidad, sí acredita su condición, se remonta a la época de
los Reyes Católicos, cuando los judíos fueron expulsados de la Península
Ibérica.
Con
todo el material recopilado, ¿ha sido difícil escribir este libro? Responde
Carlos Hernández de manera automática, sin rodeos: "Resultó más sencillo
encontrar documentación fuera de España. Aquí hay más trabas, como las que puso
la Fundación Francisco Franco o la Fundación Ramón Serrano Suñer para poder
bucear en los archivos que guardan, y que no se han hecho públicos.
"Espero que sigan saliendo más datos", lanza al aire como último
deseo.
http://www.eldiario.es/sociedad/Franco-Hitler-deportaciones-espanoles-concentracion_0_347866110.html
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