ANÁLISIS
¿Por
qué Israel puede –e incluso debe– defenderse de los ataques terroristas con el
ejército? Les ofrecemos siete razones para respaldar a Israel.
por Carmelo Jordá- 17 Julio 2014
ISRAEL es, probablemente, el único estado del mundo
del que se espera –bien que inútilmente– que renuncie a defenderse cuando es
agredido, una pasividad que a casi se le exige. Lo cierto es que Israel se
defiende y casi nadie en el país tiene dudas al respecto; si bien, como con
cualquier cosa, existe un debate público sobre el límite que debería tener
dicha defensa: los hay que defienden la línea que sigue Netanyahu –moderada desde el punto de vista de muchos en la región- y los
hay que le piden más dureza.
Sin embargo, desde la confortable seguridad de Europa Occidental,
donde por supuesto no caen los cohetes de Hamás se pide a Israel "contención" y se
critican sus "crímenes" por los bombardeos en Gaza.
¿Tiene derecho Israel a
defenderse? Vamos a tratar de exponer algunas razones que desde el punto de
vista israelí justifican una intervención como la que se está viendo en los
últimos días.
1. Los miles de cohetes contra Israel
Desde que en 2005 Israel
decidiese la retirada y "desconexión" de Gaza, Hamás no ha dejado de
bombardear el sur del país. Con rachas de más intensidad y algunos momentos de
relativa calma, lo cierto es que más de 8.000 cohetes de distintos tipos ha
aterrorizado a zonas cada vez más amplias de Israel.
Sólo en las últimas semanas se
han lanzado más de 1.200
cohetes, incluyendo misiles hasta ahora nunca usados que alcanzan las
principales ciudades de Israel –entre ellas Jerusalén y Tel Aviv- e incluso puntos más al norte como Haifa.
Afortunadamente, los cohetes
provocan muy pocas víctimas, pero no porque sean inocuos o porque no se lancen
con la intención de causar muertes. Lo cierto es que la razón está en el
costosísimo esquema defensivo que Israel despliega, especialmente en la parte
del país que más amenazada está por los cohetes: el sistema de interceptación de misiles
Cúpula de Hierro, los refugios distribuidos por las ciudades y
los kibutz, y esfuerzos como construir un sobretecho de un metro de hormigón
sobre una guardería, tal y como yo mismo he visto en las cercanías de la
frontera con Gaza.
2. Hamás es una banda terrorista
Aunque ejerza el poder en Gaza –por cierto de una forma brutal y
totalitaria- e incluso aunque ganase unas elecciones en 2006, Hamás es una organización terrorista. Y esto no sólo lo dice Israel, ni siquiera su aliado secular,
Estados Unidos, esto lo dice la Unión Europea que incluye al grupo en su listado de organizaciones
terroristas, a las que se congelan los fondos por esa
razón.
Además, Hamás es una
organización terrorista entre cuyos principales objetivos está la destrucción de Israel, tal y como dice bien claro en su carta fundacional: "Israel
existirá y continuará existiendo hasta que el islam lo destruya, al igual que
otros los han borrado antes."
Por supuesto, no es posible llegar a un acuerdo definitivo de paz
con los terroristas de Hamás, ya que consideran que cada centímetro de suelo de
Palestina es sagrado y, por tanto, renunciar a cualquier parte de este
territorio "significa
renunciar a una parte de la religión", explican en su carta fundacional.
El mismo documento en el que aclaran, por si hay alguna duda, que
"las iniciativas de paz, las llamadas soluciones pacíficas y las
conferencias internacionales son contrarias a las creencias" de la
organización.
3. Israel no ocupa Gaza
Pese a que la propaganda
antiisraelí defiende habitualmente que las agresiones de Hamas son una
respuesta a la "ocupación", Israel se retiró completamente de Gaza en 2005, desmanteló todas las instalaciones militares en incluso varios
asentamientos en los que vivían unos 8.000 colonos, que en la mayoría fueron
sacados a la fuerza de sus casas, en contra de su voluntad.
No es, por tanto, una potencia ocupante y Gaza no es un territorio
ocupado. Sí hay un control de las fronteras, destinado a evitar que los
terroristas de Hamás puedan aprovisionarse de armamento que usarían después
contra Israel. Numerosos hallazgos e interceptaciones de envíoss por túneles o
por mar demuestran que, efectivamente, de estar completamente abierta la
frontera, Hamás se armaría -todavía más- hasta los dientes.
La frontera ha estado abierta durante años en la parte egipcia,
hasta que el país árabe también la cerró por los problemas de seguridad que le
causaba, especialmente en la península del Sinaí. Además,hay pasos abiertos con Israel –incluso durante esta intervención militar- por los que entran
cada día toneladas de alimentos, combustibles, medicinas, materiales para la
construcción… Además de permitirse el paso de civiles en determinadas
circunstancias, especialmente en casos que requieren tratamiento médico, que
suele ofrecerse en hospitales israelíes. De hecho, recientemente una de las
personas que ha recibido este tratamiento ha sido la suegra del líder de Hamás, Ismail Haniya.
4. Israel no premia a los asesinos
Cuando se demuestra que un
terrorista palestino ha logrado asesinar a civiles israelíes –tanto si se ha
inmolado en un atentado suicida como si está preso en una cárcel de Israel- su familia recibe una pensión de la Autoridad Nacional Palestina, una remuneración económica que
recompensa el terror. Además, los asesinos y sus familias reciben los elogios y
el máximo prestigio social por sus crímenes.
Si el asesinato se produce en
el lado contrario, algo que por cierto ha ocurrido en escasísimas ocasiones, el
terrorista no sólo recibe el repudio de la inmensa mayoría de la sociedad
israelí, sino que es perseguido por la policía y cae sobre él todo el peso de la Ley.
El mejor ejemplo de esto han
sido las reacciones que han seguido a los brutales asesinatos de tres jóvenes
judíos que fueron secuestrados a principios de junio y un adolescente palestino
asesinado como venganza, poco después de encontrar los cadáveres de los
israelíes. Mientras los asesinos palestinos siguen en paradero desconocido, la policía israelí ya ha detenido y encarcelado a los que asesinaron
brutalmente al chico palestino.
Además, toda la sociedad
israelí y todos los líderes políticos o religiosos han rechazado con términos inequívocos
el crimen; del otro lado se sucedieron las celebraciones callejeras tras el
secuestro y prácticamente no se han oído voces de condena.
Incluso cuando hay sospechas de
un comportamiento fuera de la ley de miembros del ejército o de las fuerzas de
seguridad israelíes se abren investigaciones y, por supuesto, la compleja y
exigente opinión pública israelí suele reaccionar con fiereza cuando se
descubren estos casos.
5. El derecho internacional respalda a Israel
Todo estado soberano tiene
derecho a defenderse de una agresión ilegítima realizada por un enemigo
exterior, y este derecho incluye acciones violentas en respuesta al ataque o
los ataques sufridos, pero también tomar las medidas necesarias para evitar nuevas agresiones.
De hecho, cuando tras un ataque
previo no ha habido una oportuna reparación de los daños, incluso se admite que
el estado agredido desarrolle una represalia: un ataque para que el agresor
sufra lo que ha causado previamente.
Las operaciones militares de
Israel en Gaza se pueden encuadrar perfectamente dentro del derecho de
autodefensa, pues están encaminadas tanto a responder a los ataques recibidos –cuando se golpea las baterías desde las que los terroristas han
lanzado cohetes a territorio israelí–, como a prevenir los ataques futuros
destruyendo infraestructuras de Hamás y depósitos de armas cuyo destino es ser
usadas contra Israel.
6. Israel quiere la paz, Hamas no
El dicho "dos no se pelean
si uno no quiere" es muy difícil de aplicar a las relaciones
internacionales y, menos aún, en un escenario tan complicado como el Medio
Oriente y con actores que son bandas terroristas sin escrúpulos como Hamás.
En este misma crisis se ha
demostrado quién está más dispuesto a dar pasos hacia la paz: por dos veces
Israel ha parado todas sus operaciones militares y en ambas Hamás ha roto el alto al fuego o la tregua.
La primera fue el pasado día 15, en un alto al fuego promovido por
una iniciativa egipcia que Israel había aceptado pero Hamás no. Mientras las
armas de un lado los terroristas lanzaron hasta 50 cohetes sobre territorio israelí.
La segunda, este mismo
jueves cuando Israel ha respetado la tregua humanitaria solicitada por la ONU y
Hamás a vuelto a romperla lanzado más cohetes.
7. Israel es la primera defensa de Occidente
Aunque muy pocos se lo
agradecen, lo cierto es que Israel no lucha sólo por su supervivencia, que
también, sino que es el primer frente de la batalla que el fanatismo islamista
ha emprendido no sólo contra el estado judío, sino contra toda la civilización occidental.
Una batalla que interesa
particularmente al país que sería sin duda alguna el siguiente episodio de la yihad: España. No lo decimos nosotros: es algo que han declarado en muchas
ocasiones los más destacados terroristas islámicos del mundo, incluyendo el
propio Ben Landen.
España, a la que ellos denominan Al Andalus, es considerada por los
radicales islámicos tierra musulmana que se ha de reconquistar y es algo que
está tan en la agenda como para ser el motivo de una manifestación el El Cairo, o de un vídeo en español del
Ejército Islámico de Siria e Irak grabado en Siria y en el que dice
literalmente: "España es tierra de nuestros abuelos y vamos
a liberarla con el poder de Alá".
fuente: http://www.libertaddigital.com/internacional/oriente-medio/2014-07-17
fuente: http://www.libertaddigital.com/internacional/oriente-medio/2014-07-17
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