domingo, 21 de octubre de 2012

Argentina: Ofrecen recompensa por un torturador prófugo, el capitán Jones Tamayo que azotaba a los presos con látigo de acero.

“La noche del apagón”

Denuncian que el capitán Jones Tamayo azotaba a los presos con látigo de acero.
DyN

Un sobreviviente de la última dictadura en Jujuy denunció hoy que un militar prófugo de la Justicia federal torturaba a los presos políticos “con látigo” y reveló que durante una de sus estancias en una cárcel le sacaban la Biblia que leía porque era considerado “material subversivo”.
Así lo dijo hoy, en el juicio por crímenes de lesa humanidad que se sustancia en esta capital, Raúl Ramón Bartoletti, un psicólogo que estuvo prisionero en el centro clandestino de detención de la localidad de Guerrero.
Bartoletti identificó al capitán Juan Carlos Jones Tamayo, quien era jefe de inteligencia del Area 323 y tiene pedido de captura, como el responsable de las detenciones, torturas, vejámenes, ultrajes y desapariciones en ese lugar.
El gobierno nacional ofrece una recompensa de 100 mil pesos por entregar datos y otros elementos que ayuden a la Justicia federal a apresar al acusado, lleva varios años prófugo. Bartoletti fue detenido en la “Noche del Apagón”, entre el 20 y 27 de julio de 1976; pasó por una comisaría y fue llevado directamente hacia el centro clandestino de Guerrero junto a otras personas, luego al penal de Villa Gorriti y fue liberado en la unidad carcelaria de La Plata.
El sobreviviente contó que Jones Tamayo, cuando los detenidos eran alojados en Guerrero, preguntó quién era Johnny Vargas Orozco, y éste le contesto que era él, que al igual que los otros secuestrados en forma ilegal estaba esposado y con los ojos vendados.
Entonces el militar, contó, comenzó a golpearlo con un “látigo de hilos de acero”, a la vez que le decía “así se recibe aquí”. Bartoletti resaltó que “le debo la vida a Johnny porque lo detuvieron para que me acusara declarando contra mí, y eso no lo hizo”, y me relató que “me hicieron bolsa”.
Dijo que cuando los subieron al avión para trasladarlos al penal de La Plata “fuimos engrillados al piso del avión, nos golpearon y nos humillaron y cuando llegamos a la cárcel, nos hicieron el ‘pasillo de la muerte’, dos filas de militares y los presos tienen que pasar corriendo por el medio, para evitar ser golpeados”.
Bartoletti dijo que pasó por ese “corredor de golpes, patadas y puntapiés” con el ex intendente de Libertador San Martín, Luis Aredez, ingresando ambos a la misma celda, tras recibir trompadas y patadas de los carceleros.
De su estadía con Aredez en la celda platense recordó que había asumido con él un “gesto paternal” y una “actitud espiritual”, compartiendo lecturas de la Biblia, que era secuestrada en las requisas porque era considerada “material subversivo”.
También declaró Rosalía Toconas, hija de Juan Toconas, un detenido-desaparecido de la causa, quien confesó que “mi padre me salvó la vida cuando era secuestrado porque yo lloraba, era chica, tenía tres años y los policías que se lo llevaban le dijeron que me haga callar o me mataban”.
La joven no aguantó y estalló en llantos al recordar el hecho y dijo que esa fue la última vez que “vi a mi papá”. Relató que “mi abuelo, Teodoro Toconas, me contó que lo sacaron a mi papá del campo y yo estaba en sus brazos”.Dijo que años después le contaron que la orden de detención del padre fue dada a la policía por otro acusado en este proceso.
Otro sobreviviente que declaró hoy fue Gerónimo Lamas, que fue detenido en la localidad quebradeña de Volcán y llevado a la comisaría de Tumbaya.
Aclaró que cuando era interrogado en la cárcel de Gorriti por su arresto dijo: “Estoy detenido de upa”. El militar que lo interrogaba era el procesado José Eduardo Bulgheroni.

fuente: publicado en el Diario EL LITORAL
DE SANTA FE, 20 de Octubre 2012 

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