martes, 27 de septiembre de 2011

ORIENTE MEDIO/ MEDIO ORIENTE: Israel, aislado y a la deriva






NUEVA YORK.- Nunca antes había estado tan preocupado por el futuro de Israel. El desmoronamiento de los pilares de la seguridad israelí (la paz con Egipto, la estabilidad con Siria y la amistad con Turquía y Jordania), sumado al gobierno más inepto diplomáticamente y más incompetente a nivel estratégico de la historia de Israel, han llevado al país a una situación muy peligrosa.

El gobierno de Estados Unidos está harto de los líderes de Israel, pero a la vez ha quedado como rehén de su ineptitud, porque en época de elecciones el poderoso lobby israelí puede forzar al gobierno norteamericano a defender a Israel frente a las Naciones Unidas, a sabiendas, incluso, de que Israel aplica políticas contrarias a los intereses de Estados Unidos.

Israel no es responsable del derrocamiento del presidente Hosni Mubarak en Egipto, ni del levantamiento en Siria, ni de la cínica decisión de Turquía de buscar el liderazgo regional denostando a Israel, ni de la fractura del movimiento nacional palestino entre Cisjordania y Gaza. De lo que sí es responsable el primer ministro Bibi Netanyahu es de no contar con una estrategia que responda a todos estos frentes en defensa de los intereses israelíes a largo plazo.

Bueno, en realidad, Netanyahu sí tiene una estrategia: no hacer nada respecto de Palestina o de Turquía que implique ir contra sus bases, ceder en su ideología o antagonizar al socio clave de su coalición de gobierno, el canciller Avigdor Lieberman, extremista de derecha.

Después, llama a Estados Unidos a que ponga freno al programa nuclear de Irán y saque a Israel de cada lío, no sin antes asegurarse de que Obama no pueda pedir nada a cambio (como detener el avance de los asentamientos israelíes) movilizando a los republicanos en el Congreso para atarle las manos al presidente. Todo esto, mientras alienta a los líderes judíos a sugerir que el mandatario es hostil a Israel y está perdiendo el voto judío.

A la vez, consigue que el lobby proisraelí se ocupe de aplastar a todo aquel que en el gobierno o en el Congreso se atreva a sugerir que tal vez Bibi también cometió algunos errores, y no sólo Barack. ¿Así que quién dijo que Netanyahu no tiene una estrategia?

"Muchos años de esfuerzos diplomáticos para integrar a Israel como vecino aceptado en Medio Oriente se fueron por la borda esta semana, con la expulsión de los embajadores israelíes en Ankara y El Cairo, y la evacuación de emergencia del personal de la embajada de Amman", escribió Aluf Benn, de Haaretz. "La región le está dando la espalda al Estado judío, que, a su vez, se encierra cada vez más detrás de muros fortificados, con la conducción de líderes que se niegan a cualquier cambio, movimiento o reforma."

¿Qué podría haber hecho Israel? La Autoridad Nacional Palestina, que durante los últimos cinco años ha dado pasos concretos para consolidar sus instituciones y fuerzas de seguridad en un Estado en Cisjordania, finalmente dijo: "Nosotros consolidamos un Estado, pero eso no ha hecho que Israel detuviera los asentamientos, así que al final estamos siendo funcionales a la ocupación israelí. Vayamos a las Naciones Unidas para que nos reconozca como Estado según las fronteras de 1967".

Una vez que esto quedó claro, Israel debería haber intentado responder con su propio plan de paz o una ofensiva diplomática para impulsar su propia resolución, que reafirmara el derecho tanto del pueblo palestino como el israelí de tener un Estado en la Palestina histórica.

Netanyahu no hizo ninguna de las dos cosas. Ahora, Estados Unidos está luchando por desactivar la crisis para tratar de evitar un veto en las Naciones Unidas contra el Estado palestino, algo que sería desastroso en el contexto de un mundo árabe que se ha movido hacia formas de gobierno más cercanas al pueblo.

En lo que se refiere a Turquía, el equipo de Obama y los abogados de Netanyahu trabajaron incansablemente durante los últimos dos meses para resolver la crisis derivada del asesinato de civiles turcos a manos de comandos israelíes cuando una flotilla turca de ayuda humanitaria intentó tocar las costas de Gaza en mayo de 2010.

Turquía venía exigiendo una disculpa. De acuerdo a un exhaustivo artículo sobre las negociaciones del columnista israelí Nahum Barnea, del diario Yediot Aharonot, ambos bandos habían acordado que Israel se disculparía sólo por los "errores operativos", y que los turcos aceptarían no presentar demanda penal. Pero Netanyahu decidió desautorizar a sus propios abogados y rechazar el acuerdo, por orgullo nacional y por miedo a que Lieberman lo utilizara en su contra. Entonces, Turquía expulsó al embajador de Israel.

En cuanto a Egipto, la estabilidad se ha esfumado y el próximo gobierno seguramente estará sujeto a mayores presiones populares contra Israel. Parte de esto es inevitable. Pero ¿por qué Israel no pone sobre la mesa su propuesta de un plan de paz que minimice los daños?

Siento profunda solidaridad con el dilema estratégico de Israel y no me hago ilusiones respecto de sus enemigos. Pero hoy por hoy, Israel no les está dando a sus amigos (entre ellos Obama) demasiados motivos para defenderlo.

Israel puede pelearse con todo el mundo o puede elegir no rendirse, sino presentar una apertura a la paz que la gente criteriosa reconocerá como un esfuerzo serio, lo que reducirá su aislamiento. Lamentablemente, el Israel de hoy no tiene un líder o un gabinete capaz de sutilezas diplomáticas de este tipo. Sólo nos queda la esperanza de que el pueblo israelí lo advierta antes de que el gobierno hunda aún más al país en el aislamiento y arrastre con él a Estados Unidos.

Traducción de Jaime Arrambide

fuente: publicado en la edicion impresa del diario
LA NACION - BUENOS AIRES
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