domingo, 20 de abril de 2008

"La rebelión del gueto de Varsovia" por ABRAHAM HUBERMAN


nazis revisando documentacion a
judios detenidos, antes de la
rebelion en el Gueto







Hace sesenta y cinco años, el 19 de abril de 1943, víspera de Pésaj, comenzaron los combates entre las fuerzas de la resistencia judía y el ejército alemán. A todos les resultará claro que se trataba de un enfrentamiento entre fuerzas totalmente desiguales. Muchos países europeos, algunos muy poderosos como Francia, cayeron bajo el embate de las fuerzas alemanas en cuestión de días y semanas. Polonia resistió 28 días, Dinamarca, dos horas, Holanda cinco días, Bélgica dos semanas. La situación de los judíos era totalmente diferente, y luchaban por su identidad, dignidad y heroísmo.



En todos esos países y otros más que fueron conquistados por los nazis, reinaba un espíritu pesimista. Cómo podrían resistirse al ocupante alemán. ¿Cuáles era las perspectivas de liberación? La idea prevaleciente era que las fuerzas de resistencia en cada país, era incapaces, por sí mismas de encabezar una rebelión victoriosa que los pudiera liberar del yugo nazi. Debían pues esperar hasta que lleguen desde el exterior las fuerzas libertadoras y sumarse a ellas en la empresa de liberación. Quedaba claro que las fuerzas libertadoras, presentarían en su debido momento la correspondiente cuenta.



La situación de los judíos era totalmente diferente. En primer lugar, el odio antisemita que ya existía con diversa fuerza en muchos países europeos, tomó un impulso asesino con la llegada de los nazis. En todos los países europeos se pusieron en vigencia leyes draconianas, los judíos fueron obligados a llevar una señal especial y se los encerró en guetos. Fueron separados del resto de la comunidad y su vida en los guetos se hizo se hizo sumamente difícil. En Varsovia, por ejemplo, a los judíos -que antes de la guerra sumaban 300.000 almas- se les agregaron judíos deportados de otras partes y su número llegó casi a las 500.000 personas. El espacio asignado para el gueto representaba el 4% de la superficie de la ciudad. La densidad era enorme y la cuota de alimentación asignada a los judíos era de alrededor de 140 calorías. El hambre y las enfermedades causaron innumerables víctimas. En tal situación, cabe pensar, cuáles serían nuestros pensamientos y nuestras preocupaciones. Se trataba de resistir a pesar de todo. Hacer que la vida en tales condiciones no pierda su significado. En esa etapa era la principal tarea de la resistencia judía.



Pero para los nazis eso no era suficiente. Los judíos resistían y se negaban a morir. Si no hubiera existido una férrea decisión de sobrevivir nada hubiera sido posible.


La obligación de sobrevivir



Según versiones, el rabino Fridman acuñó una frase modificando un concepto tradicional judío. En la Edad Media cuando las persecuciones de la Iglesia intentaban obligar a los judíos a renunciar a su fe, éstos pusieron en vigencia el principio de Kidush Hashem, es decir la santificación del Nombre de Dios. Ahora el lema debía ser Kidush Hajaim, es decir la santificación de la vida. Cada judío debía hacer lo imposible para sobrevivir. Y eso era muy difícil.



A mediados de 1941, Alemania atacó. La guerra entró en una nueva etapa también para los judíos. Pocos días después del ataque alemán, los nazis accionaron las Einsatztruppen, o sea grupos de tarea, que tenían como objetivo el asesinato, por medio de fusilamientos, a campo abierto, de todos los judíos que hallaran en su camino. Las poblaciones judías estaban aisladas y tardaron tiempo en enterarse. En Vilna decenas de miles de judíos fueron asesinados antes de construirse el gueto.



La mentira comprada o la
verdad inventada



A fin de ese año Aba Kovner, un joven líder del movimiento juvenil elaboró una explicación. No se trataba de Vilna ni ningún otro lugar en particular. Existía un plan para asesinar a todos los judíos de Europa que estaban bajo ocupación nazi. Ese plan, Hitler lo ejecutaría con toda seguridad. Las noticias llegaron a Varsovia e importantes líderes judíos lo interpretaron de la siguiente manera: Lo que había sucedido en Vilna fue el resultado de las acciones descontroladas de soldados alemanes que habían sufrido las consecuencias de la guerra contra la Unión Soviética. Pero es imposible que sucedan en Varsovia, por ejemplo, porque era la capital de un país europeo. No sabían que el 20 de enero de 1942, se había decidido el asesinato de todos los judíos de Europa, sin excepciones. Los judíos de una región tras otra, una ciudad tras otra estaban siendo deportados hacia los campos de aniquilación. En Varsovia eso comenzó el 22 de julio y hasta mediados de septiembre fueron sacados de Varsovia alrededor de 250.000 judíos y enviados al campo de muerte de Treblinka, a unos 100 kilómetros.


Preguntas desesperadas



Ante esa terrible situación se reunieron los representantes de diversas organizaciones dentro del gueto para buscar una salida. No hubo acuerdo, porque los representantes diferían en cuanto al significado de lo que estaba sucediendo. La gran mayoría de ellos no estaba de acuerdo con señalar que se trataba -lisa y llanamente- del asesinato del pueblo judío. Los representantes de los movimientos juveniles estaban desesperados. Estaban convencidos que había que luchar, resistir con armas en las manos. Pero ¿de dónde vendrían esas armas? Los únicos que las poseían era los polacos pertenecientes a la A.K (Armija Krajova) Ejército Nacional Polaco que disponía de grandes depósitos. Contaba en sus filas con 3.000.000 de miembros. Recibían armas por vía aérea desde Inglaterra. Pero ¿cuál era su concepción política, su estrategia? “El levantamiento en nuestro país, en la retaguardia del ejército alemán, solamente podrá ser ejecutado en el caso en que se produzca un colapso y una dispersión total de las fuerzas alemanas. Si numerosas fuerzas alemanas realizaran una retirada ordenada a través del país, un levantamiento será imposible de realizar, porque no tendría posibilidad de éxito”.Si eso era válido para los polacos, qué se podía esperar que hagan los judíos. ¿Con qué fuerza contaban?, ¿cuáles eran sus armamentos?, ¿qué plan estratégico podían poner en marcha. ¿De donde podrían recibir armas? Todas esas preguntas y muchas más, como por ejemplo los judíos no contaban con ejércitos, se trataba de una masa de civiles que no estaban en condiciones de luchar. Estas y muchas otras peguntas tendrían que ser tomadas en cuenta cuando alguien, ligeramente acusa a los judíos de “pasividad”. A pesar de las terribles condiciones en que se encontraban los judíos se enfrentaron a los alemanes en guetos, campos de concentración y muerte, y en los bosques, a pesar de que las posibilidades de triunfo eran remotas o inexistentes.

La resistencia



Recién en septiembre de 1942, cuando cesaron o se interrumpieron las deportaciones, se procedió a organizar la resistencia. Había múltiples obstáculos en el camino. En primer lugar era necesario limpiar el gueto de delatores y agentes que trabajaban para los nazis. La Organización Combatiente Judía, formada mayoritariamente por miembros de los movimientos juveniles sionistas de izquierda y grupos de combate del Bund (el partido socialista obrero judío, el Poalei Sion y, los comunistas y otros grupos formaron esa organización). No fue la única. Existió además otra organización de combate formada por miembros de la organización Betar, grupo juvenil adherido al Partido Revisionista de derecha que contaba con su propia fuerza armada.



En total, entre ambos grupos totalizaron unos 700 combatientes, frente a las grandes fuerzas alemanas (alrededor de 600.000 hombres) que constituían la fuerza de ocupación en Polonia.



Se realizaron contribuciones forzadas entre los contrabandistas judíos que habían lucrado inmensamente con la miseria de los habitantes del gueto de Varsovia, suministrando una parte de los alimentos necesarios. En caso de negarse, sus familiares eran secuestrados. Se trataba pues, de un gobierno revolucionario que ocupó el lugar del Judenrat (consejo Judío) sometido a los alemanes.



30.000



La cuestión principal era obtener armas y municiones. La principal fuente era la A.K. que se resistía a entregarlos, alegando que no querían proporcionar amas a los comunistas judíos. La organización armada comunista A.L (Armija Ludowa) -Ejército Popular- de orientación comunista, era débil y no podía ayudar.

Después de las terribles deportaciones (julio-septiembre de 1942), quedaron alrededor de 50.000 judíos en el gueto de Varsovia, sobre un total de más de 300.000 que había al comienzo de la deportación. El gueto pasó a ser un campo de concentración. Sus internos dejaron de recibir sueldo y debían presentarse diariamente en los lugares de trabajo asignados. La situación material mejoró levemente. Pero aunque los alemanes manifestaban que esa era la última deportación, los judíos, naturalmente no les creían. Para conseguir armas acudieron a todos los medios posibles. Había “comerciantes” que las vendían a precios exorbitantes o las compraban a soldados extranjeros que pasaban por Varsovia. Todo eso era, por supuesto, insuficiente. Mientras tanto Himmbler, el jefe de la SS, visitó Varsovia y al enterarse que habían quedado 50.000 judíos se puso furioso. De acuerdo a los cálculos, debían quedar solamente 30.000.



20.000 estaban residiendo ilegalmente. Los judíos trabajaban en fábricas pertenecientes a alemanes.



Tenían guardias compuestas por ucranianos y mercenarios de los países bálticos. Se producían incidentes y los guardias disparaban contra los obreros judíos. El Zob (Organización combatiente judía) ordenó enviar unidades para proteger a los obreros judíos. En uno de esos encuentros mataron a 2 soldados alemanes.

Inmediatamente decidieron tomar represalias contra los judíos y mataron a 100 de ellos. Cuando los combatientes judíos mataban a los mercenarios, los alemanes ni se molestaban.


Zob



Mientras tanto, comenzó a difundirse la noticia de que el gueto sería evacuado a Poniatow y Travniki, a donde serían trasladadas las industrias. Los judíos comprendieron que se trataba, otra vez, de una trampa. Se desarrolló una guerra de comunicados entre los fabricantes alemanes y el Zob. Después de todos los engaños sufridos, los judíos no podían más creerles a los alemanes.
El día 18 de enero de 1943 fuerzas alemanas entraron al gueto para llevarse a varios miles. Mezclados con los candidatos a la deportación iban también miembros armados del Zob. En determinado momento abrieron fuego contra los alemanes, logrando que los judíos se dispersen y huyan. Este fue el primer encuentro armado entre judíos y alemanes en el gueto de Varsovia. Ahora los alemanes sabían que en el gueto había gente armada y que no sería tan fácil sacar a los judíos como antes

La resistencia

A partir de ese momento, los judíos del gueto sabían que la próxima vez que entren los alemanes sería para destruirlo. Quedaban, pues, 3 meses solamente, pero los judíos no sabían cuándo se produciría.



Comenzaron, entonces, preparativos febriles. Se cavaron vías de comunicación entre los edificios del Ghetto y las fuerzas del Zob y del ZZW “La organización revisionista” se repartieron los espacios a ser defendidos. La población estaba totalmente de acuerdo, cosa que no sucedió en otros guetos. ¿Qué perspectivas había? ¿De quién podían recibir ayuda?, ¿Qué pasaría con la población no combatiente? Los judíos del gueto pensaban que al iniciarse los combates se crearía una situación de confusión que les permitiría huir. Esto era totalmente inexistente. Cuando en agosto de 1944 se produjo la insurrección de París, los americanos estaban a 6 días de distancia. A último momento llegaron y liberaron la ciudad. El ejército rojo, en abril de 1943, se encontraba a 1.000 kilómetros de distancia. La ayuda con la que podrían contar de los polacos era ínfima. Para ellos todavía no había llegado el momento. Varsovia (los polacos) se levantaron contra los alemanes el 1 de Agosto de 1944 cuando los rusos se encontraban del otro lado del río Vístula. Cesaron su avance y Varsovia fue destruida. Entonces podríamos preguntar ¿Por qué se hizo la rebelión si no había ninguna perspectiva de triunfo?: porque Iban a ejercer su libre decisión de no entregarse voluntariamente.


La lucha heroica


El 19 de abril era la víspera del primer seder de Pésaj. Los judíos advirtieron que grandes fuerzas alemanas se concentraban alrededor del gueto. La elección del día no fue casual. Los alemanes sabían cuál era el significado de Pásaj -la fiesta de la libertad-. Esa noche iniciaron el ataque y los judíos resistieron como pudieron durante 40 días, más de lo que habían resistido varios países europeos. Sobre los muros del gueto aparecieron inscripciones y banderas judías y polacas. Decían los carteles: “esta es una lucha por nuestra y vuestra libertad”, “por nuestro y vuestro honor humano y social”. “Venguemos los crímenes efectuados en Auschwitz, Treblinca, Belzec y Maidanek”, larga vida a la fraternidad de armas y sangre de la Polonia combatiente. “Viva la libertad”. “muerte a los criminales ocupantes”. “larga vida a la vida” “lucha a muerte al ocupante alemán”.



Mordejai Anielevich mandó un mensaje a un amigo: “Mi querido amigo, tal vez algún día nos volvamos a ver. Lo principal es que el sueño de mi vida sea realizado. La autodefensa del gueto de Varsovia es un hecho. Soy el testigo de esta terrible batalla, la heroica lucha de los combatientes judíos”.



La rebelión del gueto de Varsovia fue un motivo de inspiración para otras luchas. Ese mismo año se produjeron las rebeliones en los campos de muerte de Maidenek y Sobibor. Los judíos inauguraron, de esta manera, una serie de actos de resistencia que inspiraron otros intentos de liberación
.



FUENTE: DIARIO 'NUEVA SION'- Buenos Aires,
17de abril de 2008
http://www.nuevasion.com.ar/

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