Hoy se conmemora un nuevo aniversario del genocidio cometido contra el pueblo armenio casi un siglo atrás. Este recuerdo invoca a la tolerancia, el derecho a la verdad histórica y el respeto por la dignidad humana como base del respeto entre los pueblos.
La consagración del derecho a la verdad como un derecho fundamental, de carácter autónomo e inalienable, traduce la dimensión ética de los nuevos parámetros que regulan la vida internacional.
La lucha contra el olvido y la impunidad ha adquirido una legitimidad tal que desborda el hermetismo de las relaciones interestatales y se proyecta incluso sobre aquellas realidades nacionales sometidas históricamente a la dictadura del silencio.
En el caso del genocidio cometido por el Imperio Otomano contra los armenios entre 1915 y 1923, esto se expresa en una sucesión de reconocimientos en todo el mundo: decenas de países, parlamentos, comunas, etc. lo han hecho en forma expresa.
La Argentina –donde el tema es política de Estado– es un ejemplo de ello: dio sustento y amparo a la comunidad armenia, apoyó su causa y además de participar activamente en su reconocimiento en las distintas esferas internacionales lo hizo también por ley, como Francia y Suiza. (...)
fuente: diario CLARIN - BUENOS AIRES
24 DE ABRIL 2008
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