Los fuertes ruidos nocturnos causan un aumento notable en la presión arterial
Un team de científicos del Imperial College de Londres revisaron las evolución de la presión nocturna de 140 voluntarios que viven cerca de importantes aeropuertos europeos o zonas de alto nivel de ruido ambiente. Y encontraron que el sonido de los transportes, al aterrizar y despegar o en un embotellamiento, generan un aumento considerable en la presión arterial.
Lo llamativo es que este fenómeno arterial se registraba aún si la persona no llegaba siquiera- a despertarse por el ruido y no era luego capaz de recordar que había estado durmiendo en una noche ruidosa.
El trabajo se publicó en la revista médica European Heart Journal., y se correlaciona en forma directa con otros estudios similares que encontraron que por cada aumento del ruido de 10 dB se incremente en hasta un 14% el riesgo de tener presión alta. Y esto se verifica tanto en hombres como en mujeres.
El trabajo en detalle
Los investigadores midieron la presión de los voluntarios en intervalos de 15 minutos y correlacionaron los altibajos con los niveles de ruido registrados en la misma habitación donde el sujeto descansaba (o intentaba descansar).
Y se comprobó que la presión arterial de la cohorte de participantes del experimento se incrementaba en forma notable luego de un incidente de ruido. Esto ocurrió con sonidos superiores a los 35 decibeles. Y vale pensar que ese es el ruido generado por un avión sobrevolando la zona o el que se escucha en una zona de mucho tráfico automotor.
A quien y como afecta
El consenso médico da cuenta de que las as personas que tienen alta presión (esto es 14/9 o más) tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, derrames y otras afecciones.
Los investigadores determinaron que el aumento de la presión arterial está relacionada con la fuerza del ruido, de manera que se notaba un aumento mayor de la presión arterial cuando el nivel de ruido era más alto. Por ejemplo, por cada aumento de 5 dB de ruido, se generaba un aumento de 0,66 mmHg en la presión sistólica.
Otro detalle importante da cuenta de que el nivel de decibelios -y no el origen o el tipo del sonido- es el factor clave que determina el aumento de la tensión. O sea que ocurre independientemente del tipo de ruido, sea de un avión, de un tren de tráfico automotor o cualquier otra fuente de ruido nocturno.
El doctor Lars Jarup, uno de los autores del estudio y que trabaja en el Departamento de Epidemiología y Salud Pública en el Imperial College de Londres, afirmó: "Ya sabíamos que el ruido del tráfico aéreo puede ser una fuente de irritación y molestias, pero nuestra investigación muestra que también puede ser perjudicial para la salud de la población, algo que se vuelve particularmente significativo en vista de los planes para ampliar los aeropuertos internacionales debido al aumento en las frecuencias y la cantidad de pasajeros.
Nuestros estudios afirmaron los investigadores- muestran que durante la noche el ruido de los aviones puede afectar la presión arterial en forma inmediata y aumentar así el riesgo de la hipertensión.
fuente:
(www.saludyciencias.com.ar)
www.yahoo.com.
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