miércoles, 30 de noviembre de 2011

ARGENTINA: Alfredo Leuco: El Padre Chifri [El cura Sigfrido Moroder]se fue al cielo



El Padre Chifri se fue al cielo


por ALFREDO LEUCO


Parece una metáfora bíblica pero fue absolutamente cierto. El padre Chifri, uno de lo sacerdotes que mejor tarea solidaria realiza en el norte del país cayó del cielo. Y no es algo que tenga que ver con una creencia religiosa o una cuestión de fe. El cura Sigfrido Moroder, conocido en toda la zona de Rosario de Lerma como el padre Chifri utilizaba sus impresionantes condiciones y experiencias como deportista para moverse entre los cerros en parapente y ganar tiempo en sus visitas a los distintos pueblitos.


Los habitantes de esos cerros salteños, necesitados de todo, se acostumbraron a ver llegar al cura desde el cielo, aterrizar con su parapente y persignarse en un mismo acto.


La historia del padre Chifri es un ejemplo. Desde chico mostró su fortaleza y su predisposición para el deporte. Apenas se ordenó de cura pidió ir a misionar a uno de los lugares con mayores necesidades insatisfechas de Salta. Allí el sol castiga como loco, por la noche la temperatura baja 20 puntos bajo cero y te congela los huesos y hay pequeñas comunidades de pastores de cabras que viven a 5 mil metros de altura, cerca de Dios pero lejos de la equidad social. Son pocos los que se acuerdan de sus escuelas, de sus vacunas, de sus hijos.

El padre Chifri se dispuso a llevar su mano solidaria y el mensaje cristiano a 25 parajes perdidos en el mundo y 18 escuelitas mucho más que humildes. Un día se dio cuenta que podía aprovechar sus condiciones deportivas para llegar mas rápido y mejor. Lo hacía en parapente. Era imponente verlo llegar desde el cielo. Posarse como un pájaro de fe en la tierra y predicar con el ejemplo. Se convirtió en un personaje muy querido por todos los campesinos.

Lo veían llegar desde lejos al padre Chifri. Cuando había un enfermo que socorrer o alguien que necesitaba resolver un problema, un poco en broma, un poco en serio decían: “Ahora viene volando el padre Chifri”. Y al poco tiempo el cura volador aparecía recortado en el horizonte de esas montañas maravillosas con el paisaje y mezquinas con sus habitantes. Hasta que un día ocurrió la tragedia. Un maldito remolino le provocó una caída de 40 metros. Cayó pesadamente y quedó inmovilizado. Con dolores tremendos y problemas respiratorios que lo dejaron al borde de la muerte. Cuando recuperó la expectativa de vida, tozudo, peleador y con un coraje sin igual salió a desafiar el pronóstico que decía que nunca más volvería a caminar.

Había que verlo al cura Chifri, con una voluntad de acero, haciendo los ejercicios de rehabilitación para dejar esa silla de ruedas que lo encarcelaba. Nunca fue un hombre de bajar los brazos con facilidad. Hizo un esfuerzo monumental y demostró una constancia terrible. Es que el tenía oculto un deseo íntimo que le daba una fuerza invencible: quería volver a la puna. Con su gente. Esa montaña lo había traicionado pero él quería regresar para no abandonar a su pueblo. Y un día milagroso, apoyado en sus bastones, el padre Chifri se apareció por su lugar en el mundo. Los campesinos emocionados no lo podían creer. El padre Chifri lo había logrado. Había vuelto a darles una mano. Esta vez no había llegado por el aire.

Esta vez había llegado caminando lentamente, con mucha dificultad pero con una energía envidiable y contagiosa. Porfiado el cura. No se resignó jamás a la silla de ruedas. Combatió con fuerza para seguir su tarea solidaria, su misión sacerdotal. Y siguió con su tarea de amar a su prójimo como a si mismo. De hacer el bien sin mirar a quien. De ponerse a disposición de esos argentinos olvidados por todos que vivían hacinados en sus ranchitos precarios y que casi ni conocían el dinero ni la justicia. Se alimentaban como podían con las pocas verduras que cultivaban y con las cabras y ovejas que son parte indisoluble de sus vidas. El padre Chifri continuó con su tarea titánica. Poniendo el grito en el cielo contra las injusticias. Y ayudó a crear comedores escolares en las escuelas, a instalar invernaderos para conseguir más y mejores alimentos.

Les ayudó a comercializar mejor sus artesanías. Se puso al servicio de los más débiles. El objetivo fue que cada uno se gane el pan con el sudor de su frente. Empezó a recorrer la zona con un viejo colectivo que le regalaron. Lo pintó de mil colores y lo bautizó el colectivo de los sueños. Dejó de cruzar el cielo con sus alas prestadas. Y aún así llegó a lo más alto de la solidaridad y el compromiso. Este año logró abrir el colegio secundario con 36 alumnos. Había que verlo encabezar las procesiones con todos los reclamos y las vestimentas típicas de la zona. Había que verlo entre los cerros con su poncho y el día que lo ayudaron a treparse a una bicicleta.

Fue una epopeya. Levántate y anda. Me hizo acordar a la bicicleta blanca de Horacio Ferrer cuando le habla a ese viejo flaco nuestro que andaba en la tierra. ¿Se acuerda? Flaco, no te pongas triste, todo no fue inútil, no pierdas la fe. En un cometa con pedales, dale que te dale yo se que has de volver. Ahora, le pido que preste atención a esto que voy a contarle ahora:

La vida del padre Chifri fue un verdadero canto de fe y de esperanza. Y digo fue y no es porque esta vez, de verdad y en forma definitiva, el padre Chifri se fue al cielo. Falleció la semana pasada de un paro cardíaco y todavía hoy no lo puedo creer. Tenía 46 años. Que en paz descanse.

http://www.continental.com.ar/opinion/bloggers/blogs/alfredo-leuco/el-padre-chifri-se-fue-al-cielo/blog/1585936.aspx

HAIFA ( Israel), la artista plástica,poeta y escritora ELSA LANGER, SOBREVIVIENTE DEL HOLOCAUSTO NAZI-ALEMAN, EXPONE SUS CREACIONES PICTORICAS.


COMENTARIO DEL DR. MIJAEL MAJLIN

La pintora Elsa Langer ha presentado hoy su exposición de obras plásticas en la amplia antesala del Salón de Conciertos Rappaport. Y por invitación de nuestros queridos amigos Jose y Rosa Pivín concurrimos a esta Inauguración Pictorica, que contó con la presencia de la pintora Langer y un grupo de amigos y admiradores.


La exposición consta de trabajos realizados en dos medios distintos : acuarelas y oleos sobre canvas (telas).


Las acuarelas, realizadas sobre soportes idoneos a ese medio transparente, muestran una tecnica dibujística cuidada y precisa de base, y el uso de una paleta cálida, templada por aguadas en la gama fría. Obras muy agradables, acogedoras, con buen balance del colorido y de composición.


Los oleos son variados en tema, desde paisajismo hasta motivos florales, el mayor grupo de la exposición. Un colorido excelente y el uso de complementarios dan realce a sus obras. La tecnica es escencialmente impresionista, adosamiento de colores puros yuxtapuestos sin mezcla, lo cual crea una fusión óptica eficaz y muy satisfactoria. Más aún por la abundancia de colores vivos de alta saturación, que irradian luminosidad.


La pintora Langer nos expresó su deseo de incursionar en el claroscuro Caravagista o Rembrantiano para rescatar aún mas los efectos de luz, pero esas obras seran presentadas en el futuro.


Corolario : una exposición exitosa que recomiendo visitar e impresionarse personalmente.


Dr Mijael Majlin (*)

HAIFA, ISRAEL:1 de Diciembre 2011





(The paintings photographed by Peter Frank, RubiArt)

INVITACION A LA NUEVA EXPOSICION

DE PINTURAS DE LA ARTISTA

PLASTICA ELSA LANGER

"FLORES Y PAISAJES CON

COLORES DEL ALMA"


1-21 de Diciembre 2011


INAUGURACION:


Jueves 1 de Diciembre 2001 a las

18.30 hrs.

en la Galería de la Cinemateca Haifa-

Edificio RAPAPORT.-

MERKAZ HACARMEL.


אלזה לנגר תערוכה ציורים

"פרחים ונופים בצבעי הנפש"

גלריית אולם רפפורט-מרכז הכרמל

תאריכים-1-21/12/11

OPENING:

DECEMBER ,Thursday 1st.

– 18.30 HRS.



Important Dates in the

Life of Elsa Langer


Life Events


1933 Born in Austria or possibly Germany.

1945 Arrival in Uruguay after the Holocaust
1947 Began to take private lessons from the brothers Alceu and Edgardo Ribeiro of the Torres Garcia School (Dada movement) in Montevideo, Uruguay
1948 Studied sculpture in school in Montevideo
1949-50 Studied painting in the University of Bellas Artes, Montevideo under the Uruguayan master Felipe Seade
1955 Studied technical and abstract painting from the artist Enrique Rondeau
1958 Passed the exam to be an art and technical drawing teacher. Taught in elementary and highschools in Montevideo, until she immigrated to Israel
1970 Made Aliya to Israel
1992 Taught art in a youth cultural center in Ariel, Israel
2002 Taught art in “Beit Eyal” hostel for mentally disabled, Karmiel, Israel
2007-08 Studied Philosophy in Buenos Ar University(UBA), Argentina; she lived with her daughter during this time
2009-Date Residing in Haifa, Israel and continued to paint and teach art


Sole Exhibitor


1966 Ateneo de Montevideo, Uruguay
1967 Argentino Hotel, Piriapolis, Uruguay
1968 Country Club, Lagomar, Uruguay
1969 Country Club, Lagomar, Uruguay
1970 Kibbutz Sarid, Israel
1975 Community Center, Dimona, Israel
1993 Youth Cultural Center, Ariel, Israel
1998 Nahariya Cultural Center, Israel
2010 Haifa Cultural Center, Haifa, Israel

Group Exhibitions

1950 UNESCO Exhibition 2000 Group exhibition: “Peace”, Rio de Janeiro, Brazil.
2002 Group exhibition in the art gallery of Karmiel municipality, Israel.
2011 Group exhibition: “Childhood”, Tel-Aviv, Israel.
2011 Group exhibition: “The star of David – from the yellow patch to David Shield”, Tel-Aviv, Israel.


Artistic Accomplishments


• Self-portrait in the “Yad-Vashem” art museum, Israel
• Three paintings in the Rabbinate Authority in Ariel, Israel
• Two paintings in the institute for Holocaust survivors, Ma’alot, Israel
• Four paintings in the hospice “Beth el tzedakah” in Shavei-Zion, Israel
• Fresco painting in Lagomar Country Club, Uruguay
• Wall decoration for an elementary school in Montevideo, Uruguay
• Scenography for the theatrical play ‘’En Familia” by Florencio Sanchez, Piriapolis, Uruguay
• Wall decoration for a children’s day care “Lili”, Ariel, Israel
• Wall decoration for the children’s ward in the Ramos Mejias hospital, Buenos Aries, Argentina
• Cover design for a book by Samuel Pecar, 'EL SEGUNDO GENESIS DE JANAN SARIDOR-AIELC, Tel Aviv 1998


FUENTE: www.elsalanger.com

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* DR. MIJAEL MAJLIN, es un reconocido medico oftálmologo de la ciudad de Haifa. Nacido en Argentina, está radicado en Israel ya cuatro decadas, donde desarrolla su actividad profesional, siendo además el mismo un artista del pincel y dueño de un amplio conocimiento cultural, musical y literario.


Me enorgullezco de ser su amigo.


Lic. Jose Pivín

frente al puerto de Haifa

frente al Mar Mediterráneo

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martes, 29 de noviembre de 2011

ARGENTINA: MARIO VILLANI, SOBREVIVIENTE DE CINCO CAMPOS CLANDESTINOS- “Desaparecido reaparecido, ése fue mi paso por el infierno”

Imagen: Luciana Granovsky



Mario Villani sobrevivió porque arreglaba lo que robaban en los secuestros. Lo obligaron a reparar la picana y la modificó con menos carga eléctrica. El cautiverio más largo en los campos clandestinos de la dictadura.


Por Nora Veiras


“Soy un desaparecido, un sobreviviente, o si se quiere un desaparecido reaparecido. Este es el relato de mi paso por el infierno.” Así se presenta Mario Villani en Desaparecido. Memorias de un cautiverio. El libro escrito junto a Fernando Reati es mucho más que un testimonio, es una despiadada y lúcida reflexión sobre el dilema de la vida en cinco centros clandestinos de detención. A lo largo de cuarenta y cuatro meses pasó por el Club Atlético, El Banco, El Olimpo, el Pozo de Quilmes y la ESMA. “Maldito si lo haces, maldito si no lo haces”, repite este físico que a los 72 años desmenuza sin pudor qué significa “colaborar”, cuál es el límite que cada uno le pudo poner a esa convivencia con el terror. “En mí vieron la posibilidad de utilizarme, de reparar lo que les robaban a los secuestrados, me tuvieron trabajando de bricoleur”, dice con una ironía elaborada durante años de pensar en la complejidad de la condición humana de torturadores y torturados.

Villani contó ante tribunales de Argentina, Francia, Italia, España cómo después de negarse a reparar la picana eléctrica de Antonio Del Cerro, alias “Colores”, un torturador que se ufanaba de su arte en la aplicación de tormentos, aceptó hacerlo. Le disminuyó la descarga. Durante una semana había escuchado los gritos de compañeros sometidos a la corriente directa. Los paros cardíacos se repetían, las muertes también. En Desaparecido, Villani y Reati, recuerdan esta y otras historias.

–¿Cómo jugaba la inexistencia de fronteras entre represores y secuestrados en los centros clandestinos?

–Eso fue determinante para todo. Estábamos inmersos en el espacio del represor. No existía la posibilidad de discutir entre nosotros, de analizar entre nosotros lo que nos estaba pasando, de apoyarnos: estábamos siempre mezclados con los torturadores. Ese borrado de fronteras, además, es unilateral: la libertad que el preso tiene a pesar de estar preso que es el momento de privacidad en la cárcel, nosotros no lo teníamos. Había torturadores como El Turco Julián, por ejemplo, que se quedaban a dormir.

–Usted estuvo casi cuatro años secuestrado.

–Estuve en cinco campos: desde noviembre del ’77 a agosto del ’81. He sido uno de los que más estuvieron. No es común que haya gente que haya estado tanto tiempo y en tantos campos. Supongo que debe haber influido el hecho de que a mí me usaron para reparar equipos de electrónica, electrodomésticos, que además eran cosas que se robaban y tenían que ponerlos en condiciones para llevárselos a sus casas o para venderlos.

–Es increíble cuando usted les pide herramientas y le traen la mesa de trabajo que había diseñado y tenía en su casa.

–A mí me habían secuestrado el 17 de noviembre del ’77 y eso me lo trajeron alrededor de marzo-abril del ’78, es decir que en algún lado lo tenían.

–En el libro estremece la reflexión sobre el significado de colaborar en un campo clandestino. ¿Qué significa colaborar, cuál es el límite?

–Me resultó difícil procesar eso. Todo es colaboración: que te vean vivo ya es una colaboración, aunque uno simplemente respire delante de otro. El otro recién secuestrado ve que uno está vivo y piensa a lo mejor “yo me salvo también”, es una forma de controlarlo mejor, es involuntaria e inconsciente, no es una colaboración deliberada, pero los tipos utilizaban ese mecanismo. De ahí para adelante hay un montón de escalones de colaboración. Yo colaboré. Colaboré reparando. No colaboré torturando, no colaboré interrogando, no colaboré entregando gente. Pero, por ejemplo, secuestraron a uno de mis mejores amigos, en una cita conmigo.

–¿Cuénteme cómo fue?

–A Gorfinkiel lo secuestran a pesar de los esfuerzos que yo había hecho. Yo tenía una cita agendada codificada para el mismo día en que me secuestraron, no dije nada, me callé la boca y se dieron cuenta al siguiente, me volvieron a torturar. Supongo que debo haber admitido que sí porque total había pasado la cita. Además teníamos un convenio los que estábamos en el mismo ámbito: normalmente usábamos un número de teléfono alquilado para pasarnos mensajes. La única forma de comunicarnos era a través de lo que llamábamos buzones, pero sospechábamos que ese teléfono estaba pinchado, entonces decidimos conservar ese buzón para pasar mensajes de alarma: si un mensaje llegaba a ese buzón había que desconocerlo y pensar “se pudrió todo”. Cuando me ordenaron llamar, pensé: “Esta es la mía” y dejé un mensaje ahí porque era el que usábamos como alarma, yo lo llamo a ese buzón y le dejo una cita... Y Jorge fue... No tendría que haber ido. Poco después, yo repartiendo la comida en el campo, le llevo la comida a la celda y se pone a llorar y me pide disculpas por no haber cumplido con la consigna. Ahí nos pusimos a llorar los dos. Yo le dije: “Pero escuchame, soy yo el que te entregó”.

–Usted cuenta que paradójicamente al ser secuestrados sentían cierto alivio por no seguir siendo perseguidos.

–Además del alivio de no estar perseguido se sumaba el hecho de que yo, por lo menos, no tenía la certeza de que me iban a matar: pensaba que por ahí me salvaba. Pensaba “se acabó, no corro más”. Fue pasando el tiempo y llegué a convencerme de que estábamos todos condenados a muerte. El alivio se terminó, continuó en el sentido que no seguía la pelea, no tenía que seguir escapando, pero estaba condenado.

–A pesar de todo su objetivo era sobrevivir un día más, renovar la esperanza a pesar del horror en que vivía...

–Es agotador pero a mí me resultó imprescindible. No me podía permitir hacer planes de futuro, no me podía permitir lamentarme y decir si salgo en libertad, me voy al exterior, no milito más o milito más. Me di cuenta de que si hacía eso no estaba prestando atención al aquí-ahora y era imprescindible que estuviera siempre atento, si no podía ligármela en cualquier momento. El único plan que me permitía hacer era llegar vivo al día siguiente.

–Usted reflexiona sobre la dificultad de armonizar la necesidad de afecto con la desconfianza sobre todo. ¿Cómo se resolvía ese dilema?

–La vida en un campo de concentración es una vida esencialmente dilemática. Continuamente estás frente a situaciones de “Maldito si lo haces” y “Maldito si no lo haces”. A mí me sirvió el olfato, como línea general sabía que tenía que desconfiar pero no se puede vivir desconfiando. Llega un momento que uno lo siente por la piel, a veces te equivocás pero es el riesgo que corrés. Largabas alguna opinión pero no todas, con otro te abrías totalmente. Eso viene mezclado con la cuestión afectiva que es muy importante, que no es solamente formar pareja, lo afectivo se puede reducir a una mirada, un roce, los pequeños toques de contenido afectivo son básicos en un marco como ése. Para mí, la situación más importante fue con Juanita... (N de R: Juana Armelín, una chica que había militado en el Partido Marxista Leninista de La Plata que entabló una relación con Villani que el represor Samuel Miara, alias “Cobani”, detectó y usó para humillarlos hasta que la hizo desaparecer).

–El caso que muestra la perversión de Cobani.

–A Cobani lo tengo acá (se señala entre ceja y ceja). Yo no tengo odio, tengo bronca, pienso que hay que condenarlos. Pienso que si bien yo en mi interior los condeno, no soy quién para condenar a nadie, será un juez o la Justicia, pero con Cobani no puedo ser tan objetivo. Por suerte después conocí a los hijos de Juanita, nos hicimos amigos y a través de esa relación por lo menos les pude contar.

–¿Cómo superó el saber que hubo secuestrados que colaboraron al punto de torturar a sus compañeros?

–Es una tortura más para el conjunto: para los prisioneros que ven que hay ex compañeros que se dieron vuelta, no saben si ellos no pueden llegar a caer en la misma. Antes creían que eran puros y resulta que terminaron así, en el fondo implica que nadie está a salvo de eso. Por otro lado, no es lo mismo que te torture un torturador que un ex compañero, pero además esa tortura no es sólo para el que está siendo torturado sino que el que tortura está sufriendo una tortura aunque no tenga conciencia de ello.

–Ni siquiera esa degradación extrema les garantizaba la vida, no implicaba un salvoconducto.

–No fue una garantía. En general fueron bastante despreciados, los usaban porque eran útiles, salvo algunos que terminaron pasándose con armas y bagajes para el otro lado. En general los usaban y los tiraban, eran forros.

–Usted cuenta el caso de un hijo de un secuestrado-torturador al que no dejan entrar a la agrupación Hijos.

–Eso es muy duro: qué culpa tiene el hijo de lo que hizo el padre. Son situaciones muy complejas, el ser humano es complejo, no es lineal. Esos hijos que no lo dejaron entrar estaban viendo un retoño del que torturó a sus padres y de un traidor. No se trata de justificar o no, hay que tratar de entender.

–Usted dice que le sirvió comprender que eran seres humanos los torturadores.

–Hitler era un ser humano. Me sirvió para manejarme con ellos. El relato ése del torturador que me torturaba y le dije: “No te entiendo”, me abrió los ojos. Cuando le dije que a él lo estaban usando, me dijo hijo de puta pero paró de torturarme. Otra cosa, todavía hoy tengo que pelear contra una parte de mí que se pasa de rosca pensando “a estos hijos de puta los quiero reventar” porque en ese caso yo no me diferencio de ellos. Yo no soy como ellos y eso lo tengo que defender a muerte. Esa lucha que fue dentro de los campos, sigue hoy. Que ellos me vieran a mí como una cucaracha, como un ser despreciable, primero es su visión maniquea del mundo. Si yo tengo esa misma visión, soy igual que ellos.

–¿Cómo vive el desenlace de los juicios a los represores: como una reparación, como una tarea cumplida?

–Está la parte racional, lo vivo como reparación, como decir gané –no sé si decir gané porque no creo estar libre del todo como no creo que vos lo estés tampoco–. Logré sí hacer algo que intentaron impedir que hiciera. Por otro lado hay una cosa que me gratifica: no soy yo solo, es una sociedad que va cambiando. Todavía hay quien dice por algo será, que deberían haber matado a todos. Son procesos largos, complejos y contradictorios: como suma me parece que van en la dirección correcta. Estas condenas son un fruto de muchos años de lucha de mucha gente, y son un fruto también de la maduración interior de la sociedad.

–El compromiso de dar testimonio, ¿puede implicar que ese horror no se repita?

–Lo que hago está dirigido a que eso pase, pero no es indefectible que pase. Pienso que no hay que bajar los brazos. Hay que estar atentos siempre porque las fuerzas que hicieron producir esto están presentes en todo el mundo. Los que tienen en sus manos el poder se defienden con uñas y dientes: mientras les sirva hacerlo con métodos civilizados lo harán, pero si no recurrirán a cualquier método.


fuente: DIARIO PAGINA 12- WWW.PAGINA12.COM

lunes, 28 de noviembre de 2011

En CUBA: A punto de colapsar la Escuela Internacional de Cine y Televisión creada por Gabriel García Márquez,Fernando Birri y Julio García Espinosa.



Imagen de archivo tomada en La Habana, del escritor colombiano Gabriel García Márquez (der.) conversando con el cineasta chileno Miguel Litín. La afición de García Márquez al cine le llevó a fundar en 1986 en Cuba, en sociedad con algunos amigos, la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, para apoyar y formar a jóvenes cineastas del llamado Tercer Mundo. EFE/Alejandro Ernesto

"Después de 25 años, la infraestructura de la Eictv se encuentra a punto de colapsar: edificios, equipos, instalaciones de todo tipo se encuentran sumamente deterioradas y la institución corre el peligro de tener que reducir al mínimo su actividad en tanto no consiga los recursos para poder renovar y modernizar todo su patrimonio"

La Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba (Eictv) ha advertido en su sitio oficial en Internet que su infraestructura está al borde del colapso y apeló a las donaciones y a la solidaridad mundial para evitarlo.

La agencia EFE informa que la institución, que cumplirá 25 años en diciembre, pide ayuda económica y donaciones para frenar el deterioro de su infraestructura, cuya situación "debe atenderse urgentemente".

La escuela se ubica en la localidad de San Antonio de los Baños, a unos 30 kilómetros de La Habana, y fue creada en 1986 por el escritor colombiano Gabriel García Márquez, el cineasta argentino Fernando Birri y el cubano Julio García Espinosa, con el apoyo de Fidel Castro.

"Después de 25 años, la infraestructura de la Eictv se encuentra a punto de colapsar: edificios, equipos, instalaciones de todo tipo se encuentran sumamente deterioradas y la institución corre el peligro de tener que reducir al mínimo su actividad en tanto no consiga los recursos para poder renovar y modernizar todo su patrimonio", subraya la nota publicada en la web.

Asimismo, señala que la Eictv debe "prepararse y adecuarse" a los cambios que vive Cuba, en el marco de las reformas económicas que impulsa el actual Gobierno de Raúl Castro para "actualizar" el socialismo cubano y superar la grave crisis económica que padece el país.

"Todo esto hace que la sociedad en general se modernice y simultáneamente se reduzcan los subsidios gubernamentales en amplias esferas de la vida nacional", apunta.

En ese sentido, la Eictv afirma que se ve obligada a buscar fondos de la cooperación internacional, a generar recursos económicos propios y a reducir sus gastos.

Según agrega, la "meta central" de la actual administración de la institución es crear un "Fondo Patrimonial de Amigos" con recursos económicos públicos y privados que le garanticen "su existencia a perpetuidad".

La Eictv es considerada el proyecto académico más importante de la Fundación de Nuevo Cine Latinoamericano, que tiene su sede en La Habana y es presidida por García Márquez.

En los últimos 25 años su cifra de graduados asciende a más de 750 personas de 50 pases y más de 10.000 profesionales han participado en sus talleres, de acuerdo con datos de la institución.

Desde su creación, la Eictv ha tenido como eje la defensa de las identidades nacionales y la diversidad cultural.


fuente: http://www.martinoticias.com/noticias/A-punto-de-colapsar-la-Escuela-Internacional-de-Cine-y-Television-en-Cuba--134556433.html

domingo, 27 de noviembre de 2011

WITOLD GOMBROWICZ Y LAS CARTAS A UN AMIGO ARGENTINO, por JUAN CARLOS GÓMEZ

Witold Gombrowicz (arriba)





Juan Carlos Gómez



GOMBROWICZIDAS


WITOLD GOMBROWICZ Y LAS CARTAS A UN AMIGO ARGENTINO


por JUAN CARLOS GÓMEZ


Existen algunas casualidades un tanto llamativas. Que Gombrowicz se haya encontrado con Czeslaw Straszewicz en un café de Varsovia unos días antes de la partida del Chrobry, y que a Hitler y a Stalin se les haya ocurrido firmar el pacto de no agresión justo en el momento en que Gombrowicz desembarcaba en Buenos Aires, pueden se tomados como hechos casuales y llamativos.
Pero que Gombrowicz se haya quedado un cuarto de siglo en la Argentina tiene más olor a causalidad que a casualidad. El programa de Gombrowicz sobre el espíritu de contradicción tuvo frutos extraños en la Argentina, despertó la atención de la juventud y una ostensible indiferencia de la intellegentsia. En el año 1960 Gombrowicz figuraba en la lista de los grandes maestros internacionales de la literatura.

Aún vivía en Buenos Aires, acababa de ser traducido al alemán y su fama europea crecía semana a semana, en medio de la más ciega indiferencia argentina. “Pero, hablando seriamente, ¿qué aspecto tendré yo si París me sorprende en uno de esos momentos de debilidad como un admirador? ¡No, debo ser siempre difícil, difícil! Y sobre todo debo ser igual a como era en la Argentina (...)”
“Oh, la, la, si yo cambiara esa modalidad no sería más que un pequeño detalle bajo la influencia de París, ése sería el efecto. No, así como yo era con Flor en el Rex, así debo ser ahora, ¡tengo que estampar mi sello en la cúpula de los Inválidos o en las torres de Notre-Dame tal como era con Flor en la Argentina. ¡Con Flor o también con la vieja Polonia aristocrática!”

De la contradicción entre la juventud inferior y la intelligentsia despreciativa surge un amor extraño.“Escríbeme, mis lazos con la Argentina se aflojan y no se puede remediar, cada vez menos cartas, pero es casi seguro que apareceré un día por Buenos Aires, porque experimento una curiosidad casi enfermiza; es realmente extraño que no me atraiga en absoluto Polonia, en cambio, con Argentina no puedo romper”
Gombrowicz le daba a la correspondencia una importancia especial relacionada con el carácter mismo de la literatura. Las cartas que me escribió desde Europa han recorrido un camino sinuoso y contradictorio. En el año 1993 la revista L’Infini de Philippe Sollers publicó trece de las cuarenta cartas que Gombrowicz me había escrito desde Europa.

Un cuarto de siglo antes Gombrowicz le había mandado al Hasídico unas líneas sobre Sollers. “Me he limitado a echarle un vistazo a Sollers, sólo por curiosidad, pues me hallo en pleno galope. Su Sollers es muy venenoso, aunque usted lo haga objeto de sus alabanzas, innecesarias en mi opinión, y el capítulo dedicado a mí parece algo que recorre el espacio como un bólido, diría yo, arrebatado, rugiente y como furioso”
Philippe Sollers es uno de esos hombres que difícilmente suscitan la indiferencia. Omnipresente en la escena literaria francesa desde hace cincuenta años, sus enemigos apuntan un dedo acusador contra ese Judas hacedor y demoledor de destinos, frívolo, superficial y esnob. François Mauriac bendijo su primera novela, pero también lo promovió el poeta comunista Louis Aragon.

“Hay que reconocer que ese doble padrinazgo del Vaticano y del Kremlin fue suficiente para comenzar mi carrera provocando celos y envidias de todo tipo”. La carrera literaria de Gombrowicz, contrario sensu, fue desdeñada por el Vaticano y por el Kremlin, especialmente por el contenido de algunos pasajes de su “Diario”, donde ni le iglesia ni el comunismo quedan muy bien parados.
Yo vengo sometiendo a los editores, a los escritores y a los embajadores a lo que podríamos llamar las ordalías de los tiempos modernos para poder explicar los cambios, mutaciones y metamorfosis que sufren mis relaciones con ellos con el transcurso del tiempo. Una característica común que tienen estos juicios de Dios es que los acusados son sometidos a pruebas invasivas pero extra corporales.

Con este procedimiento me propongo encontrar la causa de esos cambios, mutaciones y transformaciones. La repetición de este fenómeno se ha convertido para mí en un objeto decisivo. La historia de las cartas que me escribió Gombrowicz desde Europa me recordó por su carácter obsesivo a una noche del café Rex. Estábamos dialogando sobre un problema que tenía cierta importancia.
De repente yo tomé la palabra y empecé a hablar apasionadamente de una cuestión que carecía por completo de interés: –Gómez, no veo por qué usted habla con tanto entusiasmo de un asunto insignificante; –Vea, Gombrowicz, si hablara sin entusiasmo nadie me escucharía. Gombrowicz no era muy entusiasta que digamos pero se obsesionaba frecuentemente con temas laterales.

Se ponía a esperar, por ejemplo, la primera cosa que se le aparecería en la ventana de un café por la que estaba mirando. Pero mientras yo trataba de despertar la atención de los demás con el entusiasmo, Gombrowicz lo despierta con la maestría que tiene para sacarle jugo a las piedras. Las transformaciones que sufren mis relaciones con algunos gombrowiczidas son extrañas.
Tienen un cierto parecido con las mutaciones que observa Gombrowicz sobre la mano de un mozo del café Querandí, una mano que pasa de una inocencia absoluta a una posesión diabólica. La transformación que sufrió mi relación con Philippe Sollers tiene algo de esta locura. No creo que haya habido presentación más rimbombante de libros que la que le hicieron a “Cartas a un amigo argentino”.

Esta presentación se la hicieron en el Centro Cultural de España. Lo presentaron el finado Pterodáctilo, que además había escrito el prólogo, y el Buey Corneta en una celebración a la que asistió tout Buenos Aires. Resultó ser un acontecimiento tan importante que entusiasmó al Bucanero, tanto que me invitó a un encuentro en la Casa de América de España.
Lamentablemente para mí el viaje fracasó, Íñigo Ramírez de Haro lo mandó de paseo al Bucanero, le manifestó que yo era un don nadie y que sólo le daría el visto bueno al proyecto si también lo invitaba al Pterodáctilo. Este ilustre hombre de letras hispanohablante, que ya tenía a cuestas el Premio Cervantes de Literatura, pidió una suma considerable de dólares que Íñigo no pudo soportar.

Eróstrato era un pastor del Éfeso que, queriendo hacerse célebre, incendió el templo de Diana, una de las siete maravillas de la antigüedad. Gombrowicz tenía una intención parecida a la del griego, pero en vez de incendiar templos se dedicó a desmontar todas las posiciones de la cultura para hacerse escuchar. Y tanto se hizo escuchar que aún las cartas privadas que nos escribió dieron la vuelta al mundo.
La de la homosexualidad y la inmundicia es inolvidable, pero no sólo ésa. En el año del centenario de Gombrowicz el diario “Clarín” publicó, en el suplemento literario, “Cartas Memorables”: de Jorge Luis Borges a Estela Canto; de Franz Kafka a Milena; de Witold Gombrowicz a Juan Carlos Gómez; de Cristóbal Colón a su Alteza el Rey de España; de Hannah Arendt a Mary MacCarthy; de Charles Baudelaire a su madre.

Las más rutilantes de estas cartas son la de Witold Gombrowicz a Juan Carlos Gómez y la de Charles Baudelaire a su madre. Vamos a transcribir un fragmento de la de Baudelaire. “Y no obstante, en las circunstancias terribles en que me encuentro, estoy convencido de que uno de nosotros matará al otro y de que terminaremos de matarnos mutuamente (...)”
“Después de mi muerte, tú no podrás seguir viviendo, eso está claro. Yo soy el único motivo que te hace vivir. Después de tu muerte, sobre todo si murieses a causa de un choque causado por mí, me mataría, eso es indudable”. En cuanto a la que Gombrowicz me escribió a mí podría decirse que es todo lo contrario de lo que Baudelaire le escribió a la madre.

“Yo le estoy suplicando, Goma, desde que dejé las costa sudamericanas que no me mande certificadas. Bueno, su última, además de ser certificada expres, es la más estúpida que hasta la fecha recibí. 1º ¿Acaso no sabe que Ferdy ha sido editada en Italia hace 4 años? 2º Se imagina, tontamente, que no he recibido su penúltima con la carta yugoslava y ¡da la casualidad que la recibí! (...)”
“3º No venga haciendo líos con Arnesto cuyo prefacio me resulta lleno de brillos y hechizos, además de ser muy talentoso como todo lo que escribe él. Va a ver, Goma, que terminará por sembrar entre nosotros desconfianza y recelo, ya verá, la gente lo repite todo, no sea pavo 4º Como si fuera poco Vd., en vez de mandarme noticias, trata, según parece, en 5 carillas de enseñarme la filosofía de Sartre (...)”

“¡Jua, jua, jua! Lo de que el dolor o el placer cobran valor dentro de la perspectiva del existente, de su mundo, de su situación, de su finalidad, de su futuro, de su proyecto, esto lo sabe cualquier niño. Lo que no saben algunos adultos recién iniciados es que en Sartre (como en todo cartesianismo) el ser se funda en la conciencia, es decir, que si Vd. es consciente de este vaso, el vaso es (aunque no procuraría ni placer, ni dolor) (...)”
“Esto es lo que yo condeno, tarado, pues lo sé hondamente que la existencia no es una relación suelta, tranquila, sino una relación convulsa –y no una libertad (igual en que sentido) sino una tensión. Todas las estupideces de Sartre provienen del hecho que se relacionó con el dolor con una tranquilidad doctoral típica de los cartesianos. No comprendió ni el cuerpo, ni el dolor (...)”

“Por lo tanto le sugiero Goma amistosamente que les diga a todos los amigos que lo considero a Vd. bastante tarado. Salú”. Gombrowicz, cuando se refiere a su vida personal e íntima, casi siempre recurre a fórmulas, anécdotas o generalidades poéticas, evitando casi siempre los detalles. Otra cosa ocurrió en sus cartas a los amigos cercanos, especialmente en los últimos años cuando le escribía a sus amigos argentinos.
En ellas se manifestaba más libremente y sin tantas restricciones, pero esta indecente confesión tardía sonó como una broma. Si bien es cierto que el contenido de las cartas que me escribió Gombrowicz es entonces más o menos conocido, no son tan conocidos los originales de esas cartas, y es aquí donde interviene el Gran Ortiba www.elortiba.org en una publicación que se ha puesto a disposición de Gombrowicz.

En esta versión digital, sin limitación alguna, es donde aparecen escaneadas en su versión digital. Este conjunto de cartas forman una correspondencia que empezó en 1957, un año después de haberlo conocido, y termina a comienzos del 1965 por razones qué sólo Dios conoce y que yo intento explicar en “Gombrowicz, y todo lo demás”, un libro que se ocupa largamente de este intercambio epistolar.
Las razones que nos llevaron a la separación fueron muy distintas. Yo temía en verdad que nuestra relación cayera en el aburrimiento, me sentía amenazado por la posibilidad de que el nivel y la frecuencia de nuestra correspondencia decayeran, no le tenía confianza al arma que me había quedado entre las manos para combatir estas amenazas: la palabra escrita.

Mi última carta fue un tanto desagradable, pero muy fácilmente podía haberla salvado con una más cordial, no lo quise hacer, desde que decidió no volver me fui enredando cada vez más con el presentimiento de la decadencia, y me quedé quieto, ahí. La separación se fue convirtiendo para mí, poco a poco, en una espada con la que le pude cortar las cabezas a esa Hidra que me amenazaba desde el horizonte.
Gombrowicz, en aquellos tiempos, estaba muy ocupado con la administración de su gloria y con sus enfermedades, me hizo un verónica, como hacen los toreros cuando dejan pasar de largo al toro, y me respondió con el silencio. Mientras yo me debatía con mis dudas y con mis especulaciones metafísicas de segundo grado, Gombrowicz se colocó en un plano mundano.

Finalmente se vio obligado a considerar mi actitud como la de una persona de modales descuidados. Todavía caminamos en el plano de las cartas escaneadas, nos falta todavía un paso máspara llegar a las cartas originales. El porqué un original vale más que una copia es una cuestión bastante intrincada. En el caso de la pintura el asunto es para Gombrowicz bastante claro pues le encuentra un parecido con las joyas.
Las joyas son pequeños guijarros cuyo efecto estético es casi nulo, sin embargo, se han gastado millones para tenerlas. La prueba de que esos cristales no representan la belleza es que un diamante artificial, absolutamente idéntico al diamante auténtico, sólo vale unos céntimos. Esto mismo pasa con las copias de los cuadros, el original puede valer una fortuna, en cambio la duplicación no vale nada.

De esta manera se fue formando un mercado de cuadros, como también se había formado uno de joyas y metales preciosos. Aunque a mí no me resulta del todo clara cuál sea la diferencia entre el valor de una carta manuscrita y su versión en letras de molde, quizás podríamos hacer una excepción. Esto ocurre cuando el editor, como en el caso de “Cartas a un amigo argentino”, mete la mano y modifica palabras.
No lo hace con mala voluntad, lo hace para hacer más comprensible el texto. Sea como fuere hay que admitir que existe un mercado para los originales de las cartas de los hombres de letras eminentes. La historia de estas cartas es increíble, la viuda nunca quiso que yo las publicara. Cuando Emecé publicó “Cartas a un amigo argentino” casi le hace un juicio a la editorial.

Finalmente se conformó con prohibirle que vendiera el libro fuera de la Argentina. No le autorizó a Lisowski su publicación en Twórczosc. Cansado de la actitud de la viuda decidí donar las cartas. Se las ofrecí a la Biblioteca Nacional de Polonia y al Museo de Literatura Adam Mickiewicz. La única condición que les puse fue la de que las exhibieran también en versión polaca.
Cuando me enteré que ésta era una condición que sólo podía cumplirse con la autorización de la viuda supe que esa puerta estaba cerrada. Pasó el tiempo. Hace un año, aproximadamente, me puse en contacto con Tomasz Tyczynski, director del Museo Gombrowicz de Wsola, le ofrecí en venta las cartas de Gombrowicz y nos pusimos de acuerdo enseguida.
A medida que pasaba el tiempo mis nervios se ponían tensos. Cuando Tyczynski me dijo en una de sus cartas que el conjunto de las cartas de Gombrowicz pesaba menos que el conjunto de los dólares, a mí se me ocurrió apodarlo Arquímedes, pues sólo por la aplicación del principio de Arquímides el podía hacer esta deducción pues esas cartas nunca las había tenido en sus manos.

En efecto el principio asegura que los cuerpos pierden, cuando se los sumerge en un fluido, un peso igual al peso del volumen del fluido que desalojan. Sea como fuere mi intranquilidad crecía todos los días. A esta altura de las negociaciones ya había entrado en contacto con Edyta Kwiatkowska (Madame de Lespinnase), Agregada Cultural de la Embajada de Polonia en Buenos Aires.
Con Anna Szczepanek (Madame Curie), museóloga del Museo Adam Mickiewicz, y con Dominika Switkowska (George Sand), museóloga del Museo Gombrowicz Wsola. Dudaba si dirigirme a ellos para contarles mis últimas tribulaciones. Ocurre que a medida que nos acercamos al 21 de noviembre, el día de nuestro encuentro en mi casa, tenía pesadillas cuyo verdadero significado no lograba descifrar.

En una de ellas, mientras departíamos cordialmente en mi escritorio sobre la importancia del significado de la repatriación de las cartas de Gombrowicz un artefacto infernal estalló sobre la mesa mientras volaban por los aires las cartas, que a juicio de Arquímedes pesan menos que los dólares, y los dólares. Las cartas caían al suelo hechas trizas mientras los dólares caían al suelo conservando su integridad.
George Sand, Madame Curie y yo tomados por el pánico corrimos por el jardín hacia el fondo donde unas habitaciones se habían transformado en una caballeriza. George Sand y Madame Curie montaron unos caballos briosos y salieron galopando de la casa perdiéndose por las calles de José C. Paz. Aterrorizado y muy apesadumbrado volví al escritorio para escribir un gombrowiczida y relatar los infaustos acontecimientos.

Allí me encontré con Madame de Lespinnase recogiendo rápidamente los últimos dólares caídos en el suelo mientras presurosa los metía en una valija; se despidió de mí y desapareció. Las pesadillas no cesaban, a medida que se hacía más próximo el momento de nuestro encuentro los sueños sobre Gombrowicz se me volvían más indescifrables.
Las recientes invitaciones que me habían hecho los Embajadores de Polonia y Francia a un cóctel al que no podré asistir por mis problemas de salud aumentaron mi actividad onírica hasta lo indecible. En sueños se me aparecía un pájaro cuya verdadera naturaleza no alcanzaba a precisar, pero es seguro que estaba actuando sobre mí la presencia de las cartas y los dólares que fueron también el motivo de mi pesadilla anterior.

Eran sueños confusos, como lo suelen ser los sueños; me atreví entonces a consultar al doctor Cesar Rodríguez-Moroy Porcel, un terapeuta de gran renombre entre los hombres de letras, a ver si con su ayuda los podíamos precisar. Después de un par de sesiones tuve un sueño en el apareció un pájaro que se posaba con suavidad sobre la mesa donde conversaba con George Sand, Madame Curie y Madame de Lespinnase.
Antes de que atináramos a realizar algún movimiento defensivo El Pájaro Tabernil se empezó a devorar rápidamente todas las cartas y los dólares, a digerirlos y a eliminarlos posteriormente sobre la misma mesa. Quizás en el aspecto de ese pájaro esté develado todo el misterio de mis pesadillas. Y llegó el día del encuentro. Madamme de Lespinnase cuidando a la perfección la armonía del grupo.

Después de intercambiarnos algunos regalos George Sand tomó la batuta y se dispuso a reportearme con una filmadora muy bonita y un micrófono impresionante. Anhelaba, como la novia de Chopin con el músico, sacar de mí las mejores ideas y las más brillantes palabras, pero las cosas no ocurrieron así. Para controlar el dolor de mi nervio ciático y mi estado de alteración nerviosa yo había tomado un Tramadol, un analgésico opiáceo.
Brillaba en mí la exaltación pero no la inteligencia, de modo que por no poder hacer mejor cosa me puse a engullir a dos manos unos exquisitos emparedados que mi esposa Élida había servido, conducta que disminuyó notablemente la calidad de mis palabras y de mis ideas. Quizás desencantada por las respuestas que le daba George Sand también se puso nerviosa y con la mano del micrófono le dio un golpe seco a un pocillo de café.

El pocillo se volcó sobre la carpeta de las cartas, de la que asomaba por sus vértices la correspondencia de Gombrowicz. A pesar del Tramadol no pude resistir el dolor, pensé que todo estaba perdido, y que las pesadillas de destrucción que había tenido sólo presagiaban lo que en realidad iba a ocurrir. Pero aquí aparece la mano maestra de Madame Curie.
Ella se da cuenta enseguida de que las cartas no habían sido alcanzadas por el café porque cada una de ellas estaba protegida con un sobre transparente. Con una meticulosidad científica les va quitando el sobre a una por una mientras sonríe bondadosamente. George Sand, un tanto compungida, se sienta al lado de ella y entre las dos controlan si las cartas que están viendo son las que figuran en el contrato.

Para ello se valen del cotejo de las dos palabras iniciales y finales de las cartas comparando la de las cartas con las de un lista que traían preparada de antemano. Finalmente George Sand, con unos dedos largos y elegantes, cuenta los dólares sobre la mesa bajo la mirada atenta de mi esposa Élida. Y se cierra el telón. Unas cartas que estuvieron conmigo más de medio siglo se van para Polonia. Estoy un poco triste.




NOTA: PARA IDENTIFICAR A CIERTOS PERSONAJES
MENCIONADOS EN LOS TEXTOS:



BANDERADO; Eduardo Belgrano Rawson; escritor
ABEJA REINA; María Esther Vázquez; editora de la Fundación Victoria Ocampo
ACTRIZ; Fernanda García Lao; escritora y actriz
ALEMÁN; Enrique Wendt; amigo de Gombrowicz
ALEMANA PSICOPÁTICA; Karin Ranitzsch; psicóloga
ACEITOSO; Marcelo Damiani; escritor
ALFAJOR; Juan Forn; escritor
ALTER EGO; Carlos Mastronardi; escritor
ASEADO; Enrique Lynch; escritor
ASIRIOBABILÓNICO METAFÍSICO; Jorge Luis Borges; escritor
AVECHUCHO; Omar Ospina García; editor de Búho
ASNO; Jorge Di Paola; escritor
BEDUINO; Leopoldo Allub Mansur; sociólogo
BENEVOLENTE; Noé Jitrik; escritor
BESTIA CATALANA; Beatriz de Moura; editora de Touquest
BIBLIOTECARIO; Michal Jagiello; bibliotecario
BOXEADOR AMATEUR; Abelardo Castillo; escritor
BOXITRACIO; Juan Terranova; periodista
BUCANERO; José Tono Martínez; tutti frutti
BUEN SAMARITANO; Daniel Gigena; tutti frutti
BUEY CORNETA; Alan Pauls; escritor
BUHONERO MERCACHIFLE; Miguel Grinberg; periodista
BURÓCRATA; Tomasz Pindel; director del Instituto del Libro de Polonia
BURRO; Pablo Gasparini; escritor
CACATÚA; Héctor Manjarrez; escritor
CAGAMÁRMOLES; Francesco Cataluccio; escritor
CAMALEÓN; Eugeniusz Noworyta; embajador de Polonia
CARA DE ÁNGEL; Pablo Chacón; escritor
CASANOVA; Daniel Guebel; escritor
CASTOR; Araceli Otamendi; escritora
CEBOLLITA; Rafael Cippolini; editor de Ramona
CIENTÍFICO FASCISTA; Zdzislaw Jan Ryn; embajador de Polonia
COCOT; Beatriz Sarlo; escritora
COLIFATA; Beata Fabjanska; diplomática
CONDESA; Cecilia Benedit de Debenedetti; editora musical
CONSIGLIERE; Ana Quiroga; la seductora del MALBA
CONTRAHECHO; Pablo Urbanyi; escritor
CORIFEA; Klementyna Czernicka; escritora
CORIFEO; Louis Soler; tutti frutti
CORNELIO; Guillermo Saavedra; editor de Losada
CORTESANA; Justyna Myszkowska; bibliotecaria
CRUCIFICADA; Mirta Bogdasarián; actriz
CUADRUMANO; Santiago Vega (Washington Cucurto); escritor
CUENTAMUSAS; Nicolás Hochman; editor de Prometheus
CULPABLE; Czeslaw Straszewicz; escritor
DALÍ SELVÁTICO; Carlos Yusti; escritor y pintor
DANDY; Adolfo Bioy Casares; escritor
DOLCE; Gabriella D’Ina; editora de Giangiacomo Feltrinelli
DON NADIE: Pablo Miravent: bloggero
DRAMATURRO; Humberto Riva; dramaturgo
ENCANTADORA PRINCESITA; Ada Lubomirska; amiga
ESPERPENTO; Alejandro Rússovich; discípulo de Gombrowicz
ESQUIZOIDE; Rodolfo Rabanal; escritor
FARSANTE AMBULATORIO; Juan Pablo Correa; periodista editor de Negra
FILÓLOGA; Silvana Mandolessi; filóloga
FILÓSOFO PAYADOR; Juan José Saer; escritor
FINADA: Alicia Giangrande; pintora
FLAUTA TRAVERSA; Juana Emilia Molina; escritora
FLOR DE QUILOMBO; Mariano Betelú; pintor y amigo de gombrowicz
FRANCOTIRADORA; Laura Estrin; escritora
GALLEGA MICIFUZA; Agata Podemska; filóloga
GANSO; Gabriel Báñez; escritor
GATH Y CHAVES; Milton Eugenio Rodríguez; escritor
GEMELOS PIMENTONES; Lech y Jaroslaw Kaczynski; presidente y primer ministro de Polonia
GNOMO PIMENTÓN; Germán García; tutti frutti
GOMA; Juan Carlos Gómez; escritor
GRAN ORTIBA; Horacio Sacco; tutti frutti
GUITARRÓN; Luis Chitarroni; escritor y editor de Sudamericana
HÁBIL DECLARANTE; Christopher Domínguez Michael; escritor
HASÍDICO; Dominique de Roux; editor y escritor
HERRERO; Jorge Herralde; editor de Anagrama
HIERÁTICA; Mercedes Güiraldes; editora de Emecé
HIJA DEL DUEÑO; Soledad Costantini; directora de “El hilo de Ariadna”
HOMBRE QUE CAZABA MARIPOSAS; Bohdan Zadura; editor de Tworczosc
HOMBRE UNIDIMENSIONAL; Rodolfo Fogwill; escritor
HOMÚNCULO; Alejandro Vaccaro; empresario
HORMIGUITA VIAJERA; Gabriela Franco; editora de Norma
IDIOTA; Víctor Coral; escritor
INDIECITO; Roberto Santucho; jefe del ERP
INGENIERO FIREIRE; Juan Carlos Ferreyra; ingeniero
INICIÁTICO: Sergio Chejfec; escritor
LADRÓN DE GALLINAS; Álvaro Mata Guillé; tutti frutti
LARGUIRUCHO; Grzegorz Pacek; cineasta
LECHUGUINO; Juan Carlos Vidal; director del Instituto Cervantes
LENTEJA; Piotr Sommer; editor de Literatura na swiecie
LICENCIADO VIDRIERA; Enrique Butti; escritor y periodista
MADAME DU PLASTIQUE; María Swieczewska; química
MAESTRO CIRUELA; Carlos Roberto Morán; escritor y periodista
MAFIOSO; Cristián Costantini; sociólogo
MALQUERIDO; Guillermo Matínez; escritor
MALTRATADO; Rafael Toriz; escritor
MANCO; Guillermo Saccomanno; escritor
MARIPOSÓN; Nestor Tirri; periodista
MEDUSA; María Elena Lorenzin; escritora
MEJILLONA; Guadalupe Salomón; tutti frutti
MENTECATO; Hugo Savino; escritor
MONO RELOJERO; Patricio Burbano; escritor y cineasta
MORO; Manuel Ramos Montes; escritor
MUDA; Malgorzata Nycz; editora de Wydawnictwo literackie
MUDO; Jorge Panesi; crítico literario
NEGROIDE PIQUETERO; Damián Ríos; escritor y editor de Interzona
NÉMESIS; Ewa Zaleska; traductora
NIÑO RUSO; Sergio Pitol; escritor
ODALISCA; Anieszka Babicz; filóloga
ORATE BLAGUER; Enrique Vila-Matas; escritor
OSO; Jerzy Lisowski; editor de Tworczosc
PACIENTE; Eduardo González Lanuza; escritor
PADRE; Rodolfo Alonso; poeta
PADRINO; Eduardo Costantini; capo de tutti capi del Malba
PATO CRIOLLO; César Aira; escritor
PATRIARCA DE LOS PÁJAROS; Osvaldo Bayer; escritor
PAVO; Ricardo Nirenberg; escritor
PEGAJOSO; Franco de Peña; cineasta
PEQUEÑO K; Rajmund Kalicki; traductor, escritor y editor de Tworczosc
PERDULARIA; Izabela Kaluta; tutti frutti
PEROGRULLO; Carlos Brück; psicoanalista
PERVERSO; Edgardo Russo; editor de El cuenco de plata
PERRO UNO; Daniel Rojas Pachas; escritor
PERRO DOS; Conrado Arranz; escritor
PIADOSO; Czeslaw Milosz; escritor
PÍCARO; Marcelo Cohen; escritor
PITECÁNTROPO; Stanislaw Stefan Paszczyk; embajador polaco
PITOLINA; Adriana Astutti; editora de Viterbo
POETISA PIQUETERA IMPENITENTE; Tamara Kamenszain; escritora
PONCIO PILATOS; Carlos Echinope; editor de Letras Uruguay
PORCUS HUNGARICUS; Mihály Dés; editor de Lateral
PRETEXTO; Manuel Borrás; editor de Pre-textos
PRIMA; Krystyna Rodowska; escritora
PRIMER CÓMPLICE; Jeremi Stempowski; tutti frutti
PRÍNCIPE BASTARDO; Konstanty Jelenski; tutti frutti
PROHOMBRE; Hugo Beccacece; periodista
PROTOSERES; los editores
PTERODÁCTILO; Ernesto Sabato; escritor
PULGÓN; Santiago Alonso; lector
RÉGISSEUR FANFARRÓN; Jorge Lavelli; régisseur
REINA DE LA ONOMATOPEYA; Muriel Bellini; tutti frutti
REVÓLVER A LA ORDEN; Tomás Abraham; escritor
ROSADO; Nicolás Rosa; escritor semiótico
SECRETARIO; Arnol Kremer; escritor
SEDUCTORA IMPENITENTE; Adriana Fernández; editora de Emecé
SOCIALISTA; Alberto Díaz; editor de Planeta
TERRORISTA; Adrzej Czub; cónsul de Polonia
TIMBRE; Zdzislaw Jan Ryn; embajador de Polonia
VACA; Jerzy Jarzebski; tutti frutti
VACA SAGRADA; Rita Gombrowicz; viuda
VASCA; Sylvia Iparraguirre; escritora
VATE MARXISTA; Ricardo Piglia; escritor
VIEJO VATE; Henryk Bereza; crítico poeta
ZORRA; Laura Isola; periodista
ZORRO; Slawomir Ratajski; embajador de Polonia





fuente: recibido directamente del autor, al que
agradezco y
felicito por su labor de continuar
difundiendo la vida y obra del
gran escritor polaco-
argentino WITOLD GOMBROWICZ,
quien en 1939,
poco antes de comenzar la SEGUNDA GUERRA

MUNDIAL, llegó al puerto de Buenos Aires como
invitado de
una Compañia Naviera de Polonia que
inauguraba un nuevo
servicio de transporte
marítimo transatlático desde un puerto
polaco a Sud
America, siendo Buenos Aires
el último puerto.



En Buenos Aires permaneció veintitrés
años .

El escritor argentino Juan Carlos Gómez fue el
amigo más cercano que tuvo Gombrowicz
durante su estada en Buenos Aires.


Lic. Jose Pivín

frente al puerto de Haifa


frente al Mar Mediterráneo